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Una cosa es una cosa y otra, pues otra... |
En la Colombia del
Presidente Duque, como en todos
los gobiernos desde la Constitución de 1991 que plasmó los derechos
propios de una democracia, hay mucha discursividad, pero la batalla real es
económica y de titanes. El tema
de las TICS no es la excepción. Y a veces, las ramas no dejan ver el bosque.
Hoy, en parte por
la convergencia, se hace mayor énfasis
en la conectividad sobre todos los demás aspectos (no olvidemos que la ministra
Silvia Constaín trabajó en Facebook y
Apple y lo que le da una perspectiva más tecnológica que de
derechos).
Se teoriza y se promete el oro
y el moro, es decir, la conectividad para todos los
colombianos. Eso está bien, es necesario, y nadie podría objetar que la educación , la salud y todos los derechos fundamentales necesitan hoy de internet.
Pero al
quitar esa envoltura de papel regalo,
para utilizar la expresión de Germán Vargas Lleras [1]
no se puede confundir
peras con manzanas. La bondad
de lo uno no
permite avalar lo otro.
En el proyecto de ley TIC
presentado con afán por el gobierno , y que empieza su último hervor en el Congreso, se minimizan dos aspectos
fundamentales: los contenidos y
la autonomía en la regulación. Lea usted en la página web del
MinTic la sección de preguntas y respuestas frecuentes y comprobará que se menciona “contenidos” y
promoverlos, pero no se especifica el cómo.
Y el énfasis es más en la eficiencia financiera y
administrativa del Fondo Único que en los objetivos democráticos de los contenidos.
En esa zona oscura del Proyecto
de ley número 152 de 2018 Senado, 202 de 2018 Cámara, por la cual se moderniza el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), se distribuyen
competencias, se suprime la Autoridad Nacional de Televisión, y se dictan otras
disposiciones. Reagrupar es lo que merece mayor atención. Pero, ¿Qué quiere decir que el espectro electromagnético , en vez de una “herramienta de Recaudo” se usará :
“como
una herramienta de bienestar
social” ? La ministra lo detalla “: ¿Qué
es preferible: tener plata en un fondo
o tener más gente conectada y
conectada mejor”?[2]
Lo uno no excluye a lo otro, sobre
todo en materia de contenido. ¿De qué sirve
que la gente se conecte si es
para insultar o comunicar bobadas? Además, le falta
aclarar que los fondos no sirven para atesorar sino para invertir en lo
que más hace falta hoy en Colombia: contenidos
de calidad, que estimulen conocimiento, y promoción del interés público. Así ha sucedido, por fortuna , con
el cine colombiano. Dicho de otro
modo, los fondos permiten escapar
de las lógicas comerciales y ofrecer
contenidos de calidad. Es decir bien hechos,
con autonomía y creatividad. [3]
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Tener internet no basta |
La penetración de
Netflix
se explica porque en todos los países
del mundo consigue a los mejores productores de contenido. Pero
eso no excluye que la BBC
haga programas de excelente contenido
y mantenga su calidad tanto en
noticias, como en documentales. En ambos casos, - un experimento nuevo que
ha velozmente conseguido posicionarse
en el mercado , y una televisión pública no gobiernista, autónoma y de calidad-, la razón está en los contenidos. Por eso
la pregunta de la ministra
es tecnológicamente populista:
“¿Qué es preferible, tener plata en un fondo
o tener más gente conectada y conectada mejor? Esa es la
decisión” Lo preferible es tener mas gente conectada, pero también excelente calidad de producción, independiente de las presiones del gobierno de turno. Y lo
mismo es válido para las televisiones regionales que
necesitan fondos y mucha más independencia
de los gobiernos locales.
La necesidad de
desarrollar producción autónoma y
de buena calidad resulta evidente frente a la concentración de medios de comunicación como apéndices de grupos económicos. En prensa, es el caso del principal diario del país, El
Tiempo de Sarmiento Angulo; pero también del
Espectador, de la familia Santo Domingo, lastimosamente vegetativo, que solo se salva por
sus excelentes columnistas y algunos
artículos de jóvenes, pero cuya
versión en papel es
ante todo un folleto
publicitario. En el campo audiovisual,
ser apéndice de gaseosas, o del grupo Aval, no es garantía de independencia. En el caso de las Tics, por supuesto, internet
y la tecnología digital abren los
apetitos, las plataformas andan sueltas y su regulación nacional es
cada vez más compleja.
Diecinueve
años después, [4]
ahora, ante el muy publicitado
proyecto de ley TIC, los lobbies
son prácticamente los mismos que se movían
en los pasillos de la
Constituyente (de los cacaos
de televisión y de radio) aunque, ni
corto ni perezoso el Canal 1 se ha
puesto en el mismo rollo de la ampliación
a 20 años de la
adjudicación. Mirando hacia
atrás, resultó vana la discursividad durante años
perdidos sobre el “si” o el “no” un tercer
canal. En cambio, no se han visto medidas
para regular a los competidores extranjeros
como Netflix o gigantes
como Google [5]para evitar prácticas monopolísticas. Y es evidente
el retroceso (además inconstitucional) con el que se pretende
gobiernizar al regulador
convergente [6] , dándole
una peculiar interpretación al mandato
de la OCDE. Porque lo que pide
la OCDE es organizar
mejor lo que estaba disperso, pero no entregarle esa
tarea al gobierno de turno.
Con la nueva Comisión
de regulación de las telecomunicaciones
y según la ultima versión en la
Gaceta del Congreso, se lee:
Artículo
40. Supresión de la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV). A partir de la
vigencia de la presente ley, se suprime y se líquida la Autoridad Nacional de
Televisión (ANTV) de que trata la Ley 1507 de 2012, en consecuencia, esta
Entidad entrará en proceso de liquidación y utilizará para todos los efectos la
denominación “Autoridad Nacional de Televisión en liquidación”. En consecuencia,
todas las funciones de regulación que la Ley asignaba a la ANTV serán ejercidas
por la Comisión de Regulación de Comunicaciones y, además, todas las funciones
de inspección, vigilancia y control que la Ley asignaba a la ANTV serán
ejercidas por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones. Así mismo, todas las funciones de promoción y protección de la
competencia y de protección del consumidor que la ley asignaba a la ANTV serán
ejercidas por la Superintendencia de Industria y Comercio. Con excepción de las
expresamente asignadas en la presente ley. En caso de ser necesario la Nación,
Ministerio de Hacienda y Crédito Público, transferirá al Fondo Único de
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, los recursos suficientes para
que pueda cumplir con el pago de las acreencias que se reciban o resultaren del
proceso liquidatorio de la Autoridad Nacional de Televisión.
Esta reorganización
sin duda viola el principio constitucional de autonomía y el presupuesto
autónomo de la regulación.
El profesor Enrique Carlos Angulo,
Q.e.p.d., fue uno de los pocos investigadores colombianos que comprendió en el siglo XX los retos de la convergencia, y el poder creciente de los nuevos
dueños del mercado de las telecomunicaciones. Escribía en el 2009:
“Todavía quedan
no pocos ingenuos que se tragan los discursos oficiales según los cuales
aquí todo anda
muy bien. Que el país avanza presuroso por las vías del desarrollo digital.
Que las TIC están
contribuyendo intensamente a cerrar la brecha, a la competitividad, a la
innovación, a la
transformación de las instituciones, a mejorar la salud, la educación, la
atención al
ciudadano etc. Lo que aquí siempre mejora es la vana, hueca y altisonante
palabrería.
Detrás de la cual se esconde nuestra incapacidad en reconocer las carentes
realidades. No
hemos aprendido todavía a valorar la importancia de evaluar con
objetividad las
políticas públicas en TIC. Y por ello se mantienen o se eliminan planes o
programas sin
ningún empacho. Y por la misma razón se exageran los beneficios de otros
cuya importancia
es más populista y efectista que real. Y en no pocos casos donde el
impacto y los
beneficios pueden ser reales se hace a costos elevados, desperdiciando así
los escasos
recursos del país. En conclusión, como ha sido siempre, y en no pocos asuntos
humanos, con mayor
énfasis en temas políticos y gubernamentales, demasiadas promesas
incumplidas”[7]
La presión indebida ejercida por
el señor Juan Pablo Bieri, gerente
de RTVC , quien tuvo[ que renunciar por la
protesta ciudadana, ha sido
una señal de alarma en relación con el
manejo de los contenidos. Pero gracias a la Constitución del 91,
la autonomía de la regulación, el carácter de bien público,
inajenable e imprescriptible del espectro electromagnético deberán tenerse en cuenta en la versión final del proyecto. Servirán de pauta para
el Regulador Único dentro de los
marcos fijados por la OCDE, que solo busca adaptar la
regulación a la convergencia actual de
las comunicaciones. Una regulación que
debe respetar el principio de autonomía
y fomentar contenidos
creativos, no dependientes de la
voluntad del gobierno de turno.
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[2] Semana, abril 28,
entrevista a la Ministra de Telecomunicaciones,
Silvia Constaín, a propósito de la adjudicación
de la banda 700 MHz
El texto en
el Senado a la fecha: El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones adelantará
mecanismos de selección objetiva, que fomenten
la inversión en infraestructura y maximicen el bienestar social, previa
convocatoria pública, para el otorgamiento del permiso para el uso del espectro
radioeléctrico y exigirá las garantías correspondientes. En aquellos casos, en
que prime la continuidad del servicio, el Ministerio de Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones podrá otorgar los permisos de uso del espectro de manera
directa, únicamente por el término estrictamente necesario para asignar los
permisos de uso del espectro radioeléctrico mediante un proceso de selección objetiva. (Gaceta del Congreso)
[3]
Jonathan Zittrain “The future of the internet and how to stop it” Yale
University Press, New Haven and London,
2008. El reto no es solo conectar, sino incluir “ los elementos
generativos ( “generative elements”) más importantes para garantizar el éxito en el espacio digital: la
integración de la gente como partícipes
más que meros consumidores de éste” (pag
240) Concluye:
“la tecnología no es simplemente un videojuego
diseñado por alguien más, y el contenido
no es simplemente lo que es provisto a través de
una TV o Iphone”. Sin duda, la conectividad debe ser
generadora de cultura e identidad.
[4] María Teresa Herrán, La Industria de los medios masivos de comunicación
en Colombia, Segunda Edición, Fescol , octubre 1991,capítulo VII, “los medios y la Constitucvión de 1991”, páginas 330 a 365. Allí se relata la forma desordenada como
se desarrolló el debate, cómo se incluyeron temas no constitucionales sino coyunturales, como la
situacion laboral de los
trabajadores de Inravisón que iba
a ser reemplazada por una entidad autónoma. Pero también, positivamente, se plasmó la responsabilidad social de los medios , la información como derecho
de doble vía ( a informar y ser informado
). Y finalmente
quedaron temas sustanciales, a pesar
de las discusiones y las
presiones de intereses
específicos. Es el caso del manejo autónomo del ente regulador , importante en la convergencia actual, y la promoción de producciones de contenido que enriquezcan en vez de
empobrecer intelectualmente .
[5]
Ya los países empiezan a reaccionar : la Unión
Europea impuso ( abril 2019)una multa de 1.7billones de Euros a Google por
efectar competencia en el mercado publicitario.
[6]
Recorrido tratado en profundidad por Juan Carlos Garzón Barreto en “Televisión y Estado en Colombia” 1954-2014,
Universidad Externado de Colombia, 2015.