sábado, 28 de septiembre de 2013

LOS MARES PROFUNDOS DE TOMAS GONZALEZ



“TEMPORAL”: Una novela que acaba de salir. Palabra  sonora que  golpea  en  un sentido profundo y misterioso. Encierra  nubes,  rayos, olas, tempestad,  pero también  pasiones,   desastres latentes, como el odio al padre y la locura  de una  madre. 
 
Tomás  González , a quien por fortuna no conozco , ( porque  casi nunca  es saludable conocer a los autores que  estremecen y que  no necesitan de uno  como lector para estremecer) es, sin duda, el mejor  autor  colombiano  contemporáneo.

¿Será un estereotipo o una realidad  decir  que los paisas tienen un sentido trágico de la existencia, así como los costeños tienen  el sentido  visual  y coloreado de  esa realidad? Tal vez una verdad a medias. En  todo caso, el Tolú  de  González, su mar y la pesca,  sus  cabañas, su trago, los trabajos y  el penar, son distintos  de cómo los describiría un costeño ( como  García Márquez,  pero afirmarlo  sería una frase de cajón).

 Un desasosiego y una impotencia existencial,  como  en la paleta del Nueva York de la luz difícil,  su novela anterior. 

La manera  de  describir de González  se la deberá también, supongo, a las acogedoras tinieblas  del bogotano Goce Pagano, donde muchos  asistentes bailaban  angustias y adrenalinas,  así como a sus viejos y ya olvidados  estudios de  ingeniería química  y  sus pincelazos de color, o de oscuridad (“ miren , miren ese atardecer”- pensó entonces como si el anaranjado del horizonte  le estuviera dando el argumento definitivo  contra la oscuridad de su hermano, contra la oscuridad propia, incluso, contra la oscuridad  tan cruel e involuntaria de la pobre loca” (pág 79) *

Sin duda, su lectura atrapa, y mucho más  que  El viejo y el mar, de Hemingway, el gringo  beodo  que nunca entendió al mar de  Cuba.

*Editorial Alfaguara.  Fotografía de Andrey Narchuk, diseño de la carátula de  Pauline  López

jueves, 26 de septiembre de 2013

CONSEJITOS AL PRESIDENTE SANTOS Y A LAS FARC


·   AL PRESIDENTE  SANTOS: ENTRE MÁS  LE HAGA  CASO A LAS ENCUESTAS… peor le irá.   Por lo tanto, no le  haga caso a sus asesores cuyo  punto de partida es  la imagen. Es decir, el impacto  inmediato.

 La obsesión por la imagen es compulsiva y lleva  a la necesidad de estar impactando  mediante  hechos mediáticos  tendientes a  borrar   la impresión   negativa inmediatamente  anterior.

No  nos  digamos mentiras:  Usted no es  fotogénico, ni telegénico,  ni carismático (lo cual no quiere decir que  no sea inteligente, capaz y preparado).   El  que entra en el juego diabólico de la imagen cae en  una espiral, no del silencio(que es la propia del receptor])  sino  del desbarrancadero.

Mockus, cuyos  silencios  son más elocuentes   que  muchas  discursividades  diarreicas de  los políticos, deja mensajes que calan  como ese gesto de darle la espalda  a  las entrevistas hasta tanto  no se mueva algo en La  Habana.

·        Recomendado: Regis Debray, por cierto guerrillero en sus comienzos,  se  dedicó  a un tema mucho más importante, la mediología. Su libro, ya un clásico de los medios : Vida y muerte de la imagen. Paidos  1998

A LAS FARC:   NO LE HAGAN CASO A SUS  ASESORES  DE MEDIOS... porque  ustedes ya  han producido la saturación en aquellos que quieren impactar.  A diferencia  del Presidente Santos, las FARC  de La Habana no   entienden qué es  la imagen, lo cual también es inconcebible en una  época en la que cuenta tanto lo audiovisual.  Creen que al utilizar los medios  audiovisuales  para   leer  comunicados o expresar  con lenguaje pomposo  su desacuerdo o su amenaza, van   a producir reacciones  positivas en un país cuyos nacionales están cansados de la guerra.

Pero además,  el contraste entre sus guayaberas verde limón y sus  maquilladas acompañantes  dista mucho de lo que esperan  sus    cada vez más despobladas filas, encerradas en el infierno de la clandestinidad.

La  “lectura”   visual  de su imagen (que también  debe  afectar las percepciones que tienen sus militantes)   es la de  unos  negociadores barrigones que ya no saben lo que negocian y lo que buscan es   dilatar.  En particular,  choca el papel  que, en ese escenario de efectos mediáticos, le dejan a la mujer:  mudos  maniquíes  detrás de los hombres,  que son los que se apoderan de la  palabra.

Recomendado :  Como en el caso anterior, pero al revés , deberían  tratar de entender  la nueva   era de la información y  el poder  de la comunicación, para lo cual les recomiendo los tres  tomos de Manuel  Castells “ Communication Power”, que les ahorrarían mucho  desperdicio mediático . 







jueves, 19 de septiembre de 2013

LOS PARTIDOS: ¿ENTRE PELEILLAS DE DELFINCITOS Y EGOS DE BACALAOS?

        El desmoronamiento de los partidos es una  oportunidad para  la ciudadania
 
El lamentable espectáculo de las peleaderas  en las que  están sumidos  los  partidos colombianos  solo  pueden llevar a una conclusión: que no hay partidos sino individualismos alborotados

  Confrontaciones diarreicas  son estimuladas por ciertos medios oligopólicos de comunicación, que  han  llevado al “pedestal” a caudillitos convertidos de la noche a la mañana en   sabelotodos de cualquier tema que se les pone.
  
La coalición  gubernamental se desbarata entre los bandazos  del ejecutivo  respecto de  sus  primera  banderas, mal  aconsejado por supuestos asesores de imagen, que  creen que las políticas   públicas pueden improvisarse al  vaivén de  los Mr. Gallup. Sin  mencionar   la posible caída en el precipicio de  los nombramientos  presionados por el  clientelismo.

El editorial de El Espectador   del  19 de  Septiembre describe muy bien el clima  político de “un país muy raro”.  Le agregaría  el  increíble  protagonismo de los delfines  políticos convertidos  de la noche a la mañana en  presidentes de partidos, por sustracción de materia y de estructuras  internas democráticas.

Pero de esa enfermedad  senil de la política colombiana deben salir conclusiones  para los ciudadanos. Apoyándonos en  los seguimientos de    Transparencia  Internacional, Colombia Visible  y otras  fuentes creíbles de  evaluación, debemos   exigir  el respeto que   nos da  la democracia.   Exigir que las listas no  se  elaboren al dedo  del Jefe Supremo o    en base a catálogos discursivos de promesas, sino mediante compromisos  concretos y  procesos para lograrlos.

 Como están hoy, y gracias a las peleíllas de delfines o a las voracidades de los bacalaos, que  se han autodestruido y acabaron con los partidos existentes,  los ciudadanos  debemos
·        Dejar de pertenecer a un Partido
·        Dejar el fatalismo.
·        Dejar la obsesión caudillista, según la cual el valor de las ideas y de las propuestas se mide por  quien  discurre sobre ellas  y  no cómo  se van a poner en la práctica.
·        Dejar de  sintonizar  supuestos  programas de opinión que   consideran que la  peleadera es contenido,  y no  tienen contacto  con los  que  son expertos en las temáticas  ( académicos,  profesionales,  estudiantes,  empresarios distintos de los líderes gremiales, trabajadores distintos de los viejos líderes sindicales, etc ) . Imposible que  entre  millones de colombianos  en edad de merecer reconocimiento no haya  sino unos  cien que  realmente “existan” para la democracia colombiana.  
·        En cambio, aceptar  ya no existen, por desmoronamiento y por falta  de democracia interna y de estructuras programáticas:    el partido liberal, el conservador, cambio Radical,   la “U”,  el Polo (de los que entran y salen de El), el Verde  de todos los verdes (parodiando  al poeta).

·        Preparar así  una nueva aproximación  a la política , a su análisis y a su   ejecución, en vez de   seguir  abonando el terreno a la mediocridad política , la desigualdad,   el poder de los clanes , la abstención , la polarización,  y la prevalencia de los  qué hay que  hacer sobre los cómo  se hace desarrollo social, económico y político.

Ojalá que los  partidos que se están incubando nazcan sin  los  errores de  sus predecesores.

jueves, 12 de septiembre de 2013

OTRAS ENSEÑANZAS DE LOS PAROS



¿Consecuencias de la protesta social?

La protesta social puede  considerarse  desde el aspecto positivo (como avance   en la construcción  de democracia, como  activismo de sectores antes excluidos,  como paso de la  sumisión y del fatalismo  a la acción  y a la creencia en  lograr ser actor  colectivo de cambio social, más allá de las discursividades o de la anomia). 

También  las últimas semanas  han destacado  sus aspectos negativos, como  manipulación de los protagonistas, etapa primaria  de marchas y  peticiones inmediatistas, sin proyección  ni contextualización.  

 Algunas  conclusiones y preguntas para salir del trillado  encierro:
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  • Salieron  a flote tanto el descontento de la desigualdad como  el activismo organizado de  nuevos movimientos como la  Marcha Patriótica.  ¿Cómo serán las relaciones entre FARC, UP y Marcha Patriótica y los demás  brotes de descontento?
  • Los gremios  elitistas perdieron poder ¿Cuales lo reemplazarán?  ¿Superarán la etapa primaria de la protesta, es decir las marchas y las mesas?
  • Salió a relucir la brecha entre lo urbano y lo rural, en particular a través de los  desvergonzados comentarios de los pontífices  radiales y televisados, que hablan de “los campesinos” con cierta connotación de “pobrecitos, no saben lo que  hacen”.
  • ¿Serán las TICs un elemento  de contacto directo de las aspiraciones  rurales  en el  futuro, sin pasar por  los pontífices  académicos y periodísticos  que  se muestran como “salvadores” teóricos  e intérpretes del “campesinado”, como   antes sucedió con los indígenas y los afrocolombianos ?
  • Se  detectaron diferencias  en las  causas de las protestas  y  prevalencia de los intereses  egoístas y específicos.  ¿Cómo  armar  el rompecabezas de las reivindicaciones sectoriales hacia un contrapeso eficiente  de los  poderes  existentes en lo rural  ( por ejemplo, los que se oponen a la restitución de tierras caricaturizándola y  argumentando que impidió el desarrollo rural;  los  Guerras  Tulenas et al)
  •  ¿Tendrán los nuevos líderes el perfil de los antiguos?
  •   Tanto por parte de los protagonistas como  del periodismo audiovisual que se solazó con  imágenes de  piedras y bloqueos, no hay contextualización sino  predominio de la inmediatez. ¿Cuál es el panorama  al mediano plazo?
  •  El deficiente cubrimiento mediático  se  empeña en encerrarse  en  descripciones   generales que no  desmenuzan las causas. ¿ Aumentarán las excepciones, como son los bienvenidos aportes de no pocos   periodistas económicos que empezaron a  hablar de cifras, de fertilizantes,  de productividad, en vez de quedarse  en  las generalidades de los TLC, las indifinibles  reservas campesinas, o las  bondades de los palmeros? 
  • ¿Por qué  no  se  afronta  el tema del  “Estado  bloqueado”? ¿Por qué no se  analiza  el papel   de gobernadores y alcaldes en el desarrollo  rural y todo se referencia al gobierno central, sin tampoco  analizar sus matices y contradicciones?
  •  ¿Donde están las nuevas cohortes de académicos que reemplacen los  tradicionales  teóricos? ¿ Por qué esas nuevas generaciones  están cada vez más ausentes de los  programas de opinión, frente a los eternos políticos  en trance de saber de  todo y citados como fuente de sabiduría de lo divino y de lo humano ?