jueves, 30 de septiembre de 2021
jueves, 23 de septiembre de 2021
¿CAMBIO EN EL CIBERESPACIO (MEDIÁTICO)?
Buena noticia la que dio al país y al periodismo Daniel Coronell al anunciar que en enero 2022 surgirá en el ciberespacio la Revista Cambio en único formato digital, y de la cual él será Presidente, lo que es garantía de calidad periodística.
También lo es heredar el nombre de otro prestigioso esfuerzo periodístico: me refiero a la primera etapa de Cambio, que tuvo que fallecer después de sangre, sudor y lágrimas de un excelente equipo. Heredar, desde luego, no quiere decir necesariamente superar, como se suele interpretar en nuestra Colombia de delfinazgos.
La crisis afecta a los medios y poco se habla de ella. Pero ¿Cómo olvidar que, de manera poco cortés para sus articulistas, la respetable Semana fue soltada a un desconocido “periodista” delfín, Gilinski, al azar de los intereses financieros del muy aficionado a los negocios y bastante menos al periodismo, Felipe López?
La nueva Cambio tendrá, al parecer, según explica Coronell, una característica especial : no contará tanto el número de “me gusta” al estilo de los youtuber como Epa y por cierto Samper Ospina ( a diferencia de Samper Pizano, que sí tiene el periodismo en las venas).
Teniendo en cuenta la trayectoria de independencia de El Espectador, y como ya lo expresé en su oportunidad, es una lástima que no se haya lanzado al agua- perdón al ciberespacio- como revista digital unoA, en vez de insistir en el papel y quedarse como el tradicional periódico independiente-apéndice del grupo Santo Domingo, entremezclando buena calidad de sus escritores y, reconozco, el respeto del Grupo. Este no se mete mucho. Pero pesan la autopropaganda de sus otros medios ( Caracol TV y Blu radio) así como el relativo ánimo innovador de su director. El periódico en papel, sobre todo los domingos ,sigue siendo una carpeta imposible de manejar, que le quita encanto al contenido.
Como sucederá con el firmamento y los viajeros espaciales, en el ciberespacio o, mejor, en la virtualidad, hay sitio para muchos seres humanos, periodistas o no. Observo también con la misma satisfacción como el entusiasmo por lanzarse en forma independiente ha empezado a brotar por todas partes en nuestra Colombia digital, con o sin trayectoria periodística. Ejemplo: Primera página, ya posicionada y especializada en la noticia económica.
Desde las regiones también surge una necesaria descentralización de temas y miradas, como la bella y literaria revista Letras Liberadas dirigida por Samaria Márquez. Subsisten pioneras cono Gloria Ortega y sus Sentipensantes , investigadores como Fabio Castillo ( Cría cuerdos y te cuidaran los ojos, es su eslogan). Articulistas semi analfabetas como la suscrita, con seguidores impensables si hubiera continuado atada a un medio en estas alturas de la vida.
Y María Jimena Duzán, la incansable, que se ha lanzado con mucha audacia y vigor, apostándole a You Tube y a la cusumbosoledad . Ni hablar de los excelentes conferencistas colombianos que se han adaptado con rapidez al ciberespacio y tratan temas concretos, en particular de historia. Y , por supuesto, la creatividad de las nuevas generaciones, que se sienten como pez en el agua.
https://www.youtube.com/channel/UCXvLBn7NFhO9V48L05W-zyg
Pero, sin duda la pionera y el mejor ejemplo de periodismo digital es el de la Silla Vacía. Dirigida por Juanita León, con un equipo que nació y creció en el ciberespacio con el rigor que lleva estudiar concretamente el poder en todas sus facetas colombianas. Tiene ya una ventaja enorme gracias a su coherencia, persistencia y minuciosa capacidad investigadora.
La libertad y la independencia son un complemento indispensable de la pasión de opinar y escribir, que cuenta mucho más que la cantidad de likes o la inercia de los instalados en lo tradicional que, por cierto, poco aceptan el análisis crítico. El gran reto para los medios digitales será echar a la basura cibernáutica la insoportable publicidad que se mete en cualquier contenido y buscar otras fuentes de financiación. ¿imposible ? No lo creo, pero ese es otro tema.
Más allá del campo abierto por el ciberespacio a la libertad de expresión, me alegra que venga una nueva generación de publicaciones digitales ( prefiero el término al de "periódicos" o "revistas", ver nota ) en las que, como ha sucedido siempre ( por ejemplo con la imprenta), las nacidas en el seno mismo de la nueva tecnología terminarán por imponer sus saberes.
Como abuela cibernauta de 75 años, que entró a ese espacio por las citadas ventajas, cumplo ya cinco o mas años en la red y me alegro porque no estoy haciendo periodismo, sino ciudadanía. Por cierto, reitero, en medio del despectivo desprecio de los periodistas tradicionales que a veces leen mis críticas ( sobre todo sobre las “mesas de trabajo”en radio) pero dejando que sus receptores y sus mesas opinadoras que se escuchan a si mismos o a los que llaman para "opinar", agradeciendo la maravilla de lo que escuchan y comentan.
No me cabe duda : estamos en una nueva era en la que el periodismo dejará de depender de lo periódico, como lo anota Daniel Coronell. Dependerá del ritmo de los acontecimientos, de los contextos, y del análisis más con fundamento que con palabrería, de las verdaderas noticias. Es decir, de lo que realmente importa y sucede en este nuevo mundo, en el que apenas estamos llegando al borde.
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NOTAS :
Columnista: ¿ por qué se sigue utilizando en Colombia el nombre “columnistas” que equivale a columna, pedestal etc. contrario a la evolución de lo mediático?
Periódico: "publicación que aparece a intervalos regulares de tiempo, especialmente si es de carácter diario, que contiene noticias, anuncios oficiales o publicitarios, críticas y opiniones, etc." (tomado de diccionario Google). ¿sigue siendo válido ese vehículo mediático?
Revista: se conforma de las raíces latinas «re» y «vistus» y significa volver a ver, o volver a ser visto. Hace referencia a algo cíclico, a algo que se repite, que se vuelve a ver. (tomado de Definiciona) ¿ Como hacerla compatible con el ciberespacio ?
jueves, 16 de septiembre de 2021
“PIQUIÑA MACH0-FEMINISTÓXICA" UNA SENDA PELIGROSA DE LA COLOMBIANIDADD
Me refiero a LO político, no como género masculino o femenino, sino como esencia para hombres y mujeres y a La Política mas como politiquería que afecta ambos sexos de nuestra colombianidad. Preocupa que ciertas mujeres estén tomando la mala costumbre de atacarse unas a otras, pero no por temas concretos, estadísticas, sanos debates socráticos, aristotélicos, cartesianos, o Falsbordianos, sino por piquiña.
Dicho de otro modo, se está borrando con el codo lo que se ganó con el esfuerzo de varias generaciones, gracias a la lucha de mujeres concretas: una Esmeralda Arboleda o aquellas que, en buena hora, el libro de Myriam Bautista describe como rebeldes, osadas y transgresoras: Soledad Acosta de Samper, Débora Arango, María Cano, Emilia Pardo Umaña, Cecilia Cardinal de Martin y Virginia Gutiérrez de Piñeres.
Cito un caso concreto de trinos :
El problema, en ambos casos, no es de argumentación sino de negarse a la argumentación. Eso se ha vuelto costumbre de mala leche no solo en Colombia sino en otros países, en particular latinoamericanos, y no tiene que ver con el género sino con la mentalidad.
Era, por cierto, una característica de muchos políticos hombres, que explica buena parte de la violencia colombiana, por los desafueros verbales en los salones capitalinos.
Reconozcamos: ahora llevamos demasiado tiempo y cultura cargando con las desigualdades de género para que sea fácil deshacerse de ellas. Pero hay que esforzarse.
En ambos casos de trineras, temo que la ausencia de argumentación refuerce, con el apoyo de las propias mujeres, un estereotipo que demasiadas veces se les ha atribuido a ellas como característico de su género: la piquiña.
¡Lástima! Porque las batallas libradas y ganadas no solo han servido para mejorar el ejercicio de los derechos fundamentales de las mujeres que van desde ser dueñas de sus bienes y sus amores a ascender la escala política, a disponer de su cuerpo, y a subir las escalas de un reconocimiento distinto al de ser esposas o madres.
Cada generación trajo su afán en lo que a las mujeres se refiere. En mi caso, por ejemplo, me enorgullece haber sido la primera mujer directora de noticiero de TV en Colombia, y la primera Presidente del CPB ( Emilia Pardo Umaña fue miembro de la junta directiva). Me alegra, aunque nadie lo recuerde, porque que eso abrió las puertas para muchas mujeres, por cierto tan o más capaces que yo.
Aprendí que, como en muchas oficinas, empresas y aún en la academia, uno no puede cargar con los resabios negativos de tantas mujeres que padecieron el estado de cosas llamado "machismo".
Todavía queda mucho camino por recorrer pero, en estas materias, Colombia lo ha recorrido con dignidad. Somos de los pocos países en intentar aplicar la ley de cuotas en la función pública, al menos nacional. Hoy la mitad del gabinete debe ser de mujeres y la otra mitad de hombres. Y eso no es gracia de Duque sino de la ley y de las ganas de las mujeres para superar los obstáculos. Entre otros, el pendiente de “a trabajo igual, salario igual”.
Saber que somos capaces de distinguir entre una funcionaria capaz y la trayectoria y las ejecutorias de una Abuchinen es una lección que le ha costado aprender al país. Inflar a una pre candidata Cabal con preguntas que no incluyen evaluación de su capacidad sino producirán respuestas de cajón, es otra falla que hay que enmendar.
Porque de lo que se trata no es de hacer “como si” se dieran pasos adelante no solo en derechos sino en iguatitarismo de la sociedad colombiana. El esfuerzo individual tiene repercusiones enormes en el cambio social, pero no habrá cambio social, al menos en el caso de igualdad entre hombres y mujeres,y en la lucha por una sociedad más igualitaria, sino cuando ya la piquiña no sea sino un mal recuerdo y lo importante se comprenda con más análisis que pasión.
NOTA .- A propósito del artículo en El Espectador de Cecilia Orozco, excelente y valiente directora de Noticias Uno: Antonio Caballero no era machista pero sin duda, era muy consciente de la rosca cachaca a la que pertenecía, lo que no le quita ni lo valiente ni lo cortés ni lo buen escritor.
Y a propósito de la entrevista del periodista Javier González Penagos :
Si de corchar se tratara, las preguntas deberían ser mas inteligentes, no presentir la respuesta y ser menos perseguidoras.
jueves, 2 de septiembre de 2021
¿CAFÉ CON AROMA DE … ANALISIS DE MEDIOS *?
Obra y foto MTH
NO. No se trata de lo que le dijo Margarita Rosa de Francisco o cómo se refirió a la nueva interprete de Café, Laura Londoño. Tampoco se trata de comparar el pelo de William Levy con el de Guy Ecker, los labios carnudos del uno frente a los delgados del otro.
Ni siquiera se trata de aplaudir la caracterización del papel de blandengues de los dos protagonistas de la telenovela de amor, porque en el fondo ambos sebastianes lo son o lo fueron pensados así. Ni se trata de comparar como canta la Teresa Suárez de hace 26 años con la del 2021, el colorete rosado de Margarita Gaviota con el rojo encendido de Laura Gaviota 2021.
El tema es cómo vieron a la sociedad colombiana en 1994 y cómo nos ven en el 2021. Porque eso , en el fondo, tiene relación con el contenido profundo del melodrama, como lo recordaba el difunto Jesús Martin Barbero.
No se trata ni siquiera de comparar al guionista Fernando Gaitán con los actuales, - Adriana Suarez, Javier Giraldo y Paola Cazares .
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A veces , cuando veo Café de RCN y lo comparo con el de 1994, me pregunto si el eje cafetero o el empresariado cafetero se sienten representados y qué pensaría de la serie el finado Ardila Lulle. Tal vez nada, porque el café no es de su sector, como nada le dice a Caracol, porque el café tampoco es del suyo. Y rating es rating.
Pero ¿ Es el imaginario cafetero representado en esta serie alguna parte de la realidad cafetera? Por supuesto que sí. Los imaginarios son simples reflectores de lo real ( y más en tiempos virtuales de pandemias y más en época en que lo audiovisual se vuelve una manera de existir), pero no lo representan en su totalidad . Por cierto nadie tendría semejante pretensión. Entonces, ¿Cuál realidad es la reflejada?
Ese aspecto está, desde luego, sujeto a controversia y debate. El impacto de lo audiovisual no se puede resumir a un color de labios o a la personalidad de una matrona ingenua y terca como la mamá de los Vallejo, un estereotipo de la madre antioqueña.
Como tema de análisis, me parece que la nueva serie refleja dos realidades muy diferentes : la empresarial cafetera y la rural cafetera.
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La rural cafetera se refiere a lo que los franceses llaman “ image d´Epinal” . Es decir , la imagen de postal, de trabajadores que se reúnen en un café parecido a las fondas para turistas, de explicación del cooperativismo. Un ambiente en el que las recolectoras toman trago (pero ni sombra de la marihuana), son siempre amables y solo tienen dramas como el del hijo de Margarita que murió en “el monte” no se sabe por qué ni por quién. Un mundo ideal en el que la tragedia solo aflora con una de las protagonistas, lo que explica que ella no crea en el amor pero luego lo descubre con el agrónomo Salinas. Un mundo en el que una gente se acuesta con naturalidad con otra.
En la telenovela, que por supuesto tiene muchos méritos, el ambiente es muy distinto cuando se trata del empresariado exportador y productor de café. En la tele, las morbosas acostadas abundan, como toda telenovela que se respete lo requiere para obtener buena pauta.
Me he preguntado durante muchos episodios qué pensarán -no tanto la intocada Federación-, sino productores y exportadores cafeteros. Qué pensarán acerca de esa manera de mezclar lo bueno, lo malo y lo feo en proporciones que le dan un sabor, más que amargo, caricaturesco, a la nueva generación de empresarios del café.
¿Será que son así en la realidad, es decir traicioneros, mentirosos, incestuosos en lo que respecta el trato entre cuñados ? Ni qué decir de las mujeres, de las que ni siquiera se salva la Gaviota, convertida en una futura empresaria bastante ingenua y parlanchina, de minifaldas que casi muestran los calzones pero que no se atreve a decirle al papá de su hijo que es de él ? De acuerdo : el contraste entre la mamá de Gaviota, la mamá Vallejo y la mamá Gaviota es quizás lo mejor logrado. Lo mismo que la actuación, en especial de Carlos Mario el mafioso.
Pero volvamos al meollo. Si se trata de un retrato crítico de la sociedad, ( y la nuestra se lo merece en varios aspectos, pero este es otro tema), el reto es todavía grande en Colombia. Los guionistas dependen demasiado del esquema bueno y malo, que se vuelve una coraza frente a los matices.
Como decía Javier Cercas en una charla virtual del bienaventurado y recomendado festival Hay, esta vez desde Querétaro, los seres humanos somos, cada uno, una mezcla de todo. Como también lo demuestran, desde luego, La Comedia Humana , y su competidora del siglo 19, la historia de los Rougon- Macquart , de Emilio Zola.
“ Quisiera explicar – dice Zola en el prólogo de "la riqueza de los Rougon"- cómo una familia, un pequeño grupo de seres, se comporta en sociedad… trataré de buscar y de seguir, resolviendo el doble problema de los temperamentos y los ambientes, el hilo que conduce matemáticamente de un ser humano a otro ser humano… y cuando tenga todos los hilos, haré ver este grupo obrando como actor de una época histórica…
Sin duda, la receta es compleja y no se pretende que una telenovela emule con el citado Zola. Sin embargo, si de series se trata, Borgen ( ver en Netflix) si supo desnudar la realidad Danesa .
En este Café, los contrastes son demasiado protuberantes, los malos demasiado malos, es decir, corrompidos hasta la médula de la maldad y son demasiados escasos los buenos, por cierto demasiado buenecitos : Sebastián, que descubre el entramado y la Gaviota, un estereotipo de las mujeres ejecutivas en formación, esas que salen adelante de la noche a la mañana.
Uno de los problemas, desde luego, es la excesiva dependencia de la pauta publicitaria, que sutil e irremediablemente va marcando la diferencia entre lo público y la venta de pauta. Pero aún sin publicidad intercalada, como por cierto es la gracia de Netflix, sea dicho de paso: empieza a perder su independencia inicial con formatos predecibles que empiezan a parecerse demasiado.
Como decían nuestras mamás ( la mía tendría hoy 115 años): ¡Pilas! No olvidemos que el cambio social también se logra a través del arte y la imaginación audiovisuales.
Nota : acabo de cambiar el título inicial "¿ Café con aroma de ...podredumbre? porque caigo en la cuenta de que se puede prestar a malinterpretaciones que distorsionarían mi intención inicial que es el análisis de medios, en este caso de la versión 2021 de la telenovela.