Buena noticia la que dio al país y al periodismo Daniel Coronell al anunciar que en enero 2022 surgirá en el ciberespacio la Revista Cambio en único formato digital, y de la cual él será Presidente, lo que es garantía de calidad periodística.
También lo es heredar el nombre de otro prestigioso esfuerzo periodístico: me refiero a la primera etapa de Cambio, que tuvo que fallecer después de sangre, sudor y lágrimas de un excelente equipo. Heredar, desde luego, no quiere decir necesariamente superar, como se suele interpretar en nuestra Colombia de delfinazgos.
La crisis afecta a los medios y poco se habla de ella. Pero ¿Cómo olvidar que, de manera poco cortés para sus articulistas, la respetable Semana fue soltada a un desconocido “periodista” delfín, Gilinski, al azar de los intereses financieros del muy aficionado a los negocios y bastante menos al periodismo, Felipe López?
La nueva Cambio tendrá, al parecer, según explica Coronell, una característica especial : no contará tanto el número de “me gusta” al estilo de los youtuber como Epa y por cierto Samper Ospina ( a diferencia de Samper Pizano, que sí tiene el periodismo en las venas).
Teniendo en cuenta la trayectoria de independencia de El Espectador, y como ya lo expresé en su oportunidad, es una lástima que no se haya lanzado al agua- perdón al ciberespacio- como revista digital unoA, en vez de insistir en el papel y quedarse como el tradicional periódico independiente-apéndice del grupo Santo Domingo, entremezclando buena calidad de sus escritores y, reconozco, el respeto del Grupo. Este no se mete mucho. Pero pesan la autopropaganda de sus otros medios ( Caracol TV y Blu radio) así como el relativo ánimo innovador de su director. El periódico en papel, sobre todo los domingos ,sigue siendo una carpeta imposible de manejar, que le quita encanto al contenido.
Como sucederá con el firmamento y los viajeros espaciales, en el ciberespacio o, mejor, en la virtualidad, hay sitio para muchos seres humanos, periodistas o no. Observo también con la misma satisfacción como el entusiasmo por lanzarse en forma independiente ha empezado a brotar por todas partes en nuestra Colombia digital, con o sin trayectoria periodística. Ejemplo: Primera página, ya posicionada y especializada en la noticia económica.
Desde las regiones también surge una necesaria descentralización de temas y miradas, como la bella y literaria revista Letras Liberadas dirigida por Samaria Márquez. Subsisten pioneras cono Gloria Ortega y sus Sentipensantes , investigadores como Fabio Castillo ( Cría cuerdos y te cuidaran los ojos, es su eslogan). Articulistas semi analfabetas como la suscrita, con seguidores impensables si hubiera continuado atada a un medio en estas alturas de la vida.
Y María Jimena Duzán, la incansable, que se ha lanzado con mucha audacia y vigor, apostándole a You Tube y a la cusumbosoledad . Ni hablar de los excelentes conferencistas colombianos que se han adaptado con rapidez al ciberespacio y tratan temas concretos, en particular de historia. Y , por supuesto, la creatividad de las nuevas generaciones, que se sienten como pez en el agua.
https://www.youtube.com/channel/UCXvLBn7NFhO9V48L05W-zyg
Pero, sin duda la pionera y el mejor ejemplo de periodismo digital es el de la Silla Vacía. Dirigida por Juanita León, con un equipo que nació y creció en el ciberespacio con el rigor que lleva estudiar concretamente el poder en todas sus facetas colombianas. Tiene ya una ventaja enorme gracias a su coherencia, persistencia y minuciosa capacidad investigadora.
La libertad y la independencia son un complemento indispensable de la pasión de opinar y escribir, que cuenta mucho más que la cantidad de likes o la inercia de los instalados en lo tradicional que, por cierto, poco aceptan el análisis crítico. El gran reto para los medios digitales será echar a la basura cibernáutica la insoportable publicidad que se mete en cualquier contenido y buscar otras fuentes de financiación. ¿imposible ? No lo creo, pero ese es otro tema.
Más allá del campo abierto por el ciberespacio a la libertad de expresión, me alegra que venga una nueva generación de publicaciones digitales ( prefiero el término al de "periódicos" o "revistas", ver nota ) en las que, como ha sucedido siempre ( por ejemplo con la imprenta), las nacidas en el seno mismo de la nueva tecnología terminarán por imponer sus saberes.
Como abuela cibernauta de 75 años, que entró a ese espacio por las citadas ventajas, cumplo ya cinco o mas años en la red y me alegro porque no estoy haciendo periodismo, sino ciudadanía. Por cierto, reitero, en medio del despectivo desprecio de los periodistas tradicionales que a veces leen mis críticas ( sobre todo sobre las “mesas de trabajo”en radio) pero dejando que sus receptores y sus mesas opinadoras que se escuchan a si mismos o a los que llaman para "opinar", agradeciendo la maravilla de lo que escuchan y comentan.
No me cabe duda : estamos en una nueva era en la que el periodismo dejará de depender de lo periódico, como lo anota Daniel Coronell. Dependerá del ritmo de los acontecimientos, de los contextos, y del análisis más con fundamento que con palabrería, de las verdaderas noticias. Es decir, de lo que realmente importa y sucede en este nuevo mundo, en el que apenas estamos llegando al borde.
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NOTAS :
Columnista: ¿ por qué se sigue utilizando en Colombia el nombre “columnistas” que equivale a columna, pedestal etc. contrario a la evolución de lo mediático?
Periódico: "publicación que aparece a intervalos regulares de tiempo, especialmente si es de carácter diario, que contiene noticias, anuncios oficiales o publicitarios, críticas y opiniones, etc." (tomado de diccionario Google). ¿sigue siendo válido ese vehículo mediático?
Revista: se conforma de las raíces latinas «re» y «vistus» y significa volver a ver, o volver a ser visto. Hace referencia a algo cíclico, a algo que se repite, que se vuelve a ver. (tomado de Definiciona) ¿ Como hacerla compatible con el ciberespacio ?
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