jueves, 28 de julio de 2016

¿REDUCTORES DE VELOCIDAD, O DE CIUDADANÍA?




Monumento a la estupidez  ( foto MTH)



Cuando el  alcalde  Peñalosa  habla de la reserva Van der Hammen como “un potrero”, solo muestra  el aspecto superficial de  la reserva, pero no sus aguas subterráneas. La  misma  actitud  que tuvieron   los que construyeron una carretera en los manglares  entre Santa Marta y  Barranquilla, cortándoles su  respiración.

Por eso, es inexacto  atribuir  ese  despropósito  de  soberbia  e ignorancia a  una persona  y no a  una mentalidad  que se  reproduce  en no pocas  decisiones y que no  permite afrontar la realidad de nuestros fracasos. 

Hay muchos  peñalosianos de mentalidad  rondando por ahí. 



Atropelladores y seguros de  sí mismos,  no proponen soluciones conciliadoras con el ambiente ni  se dan cuenta de sus contradicciones cuando  se sacan la  fotografía montando en bicicleta. 

          Obsesión peñalosiana por  bolardos y ahora....
Otra  de las  contradicciones de  la “nueva Bogotá”, que también se reproduce por las carreteras de Colombia:  los  antes  “policías acostados” y  ahora (con el  menos indignante nombre para los policías), los llamados “reductores” o “reducidores” de velocidad.

En el  caso de Bogotá, a  la  siempre muy bienvenida cultura ciudadana  de Antanas Mockus,  se le contradice  colocando esos absurdos  reductores de velocidad, que se focalizan en los automóviles y no en el  cambio de comportamiento de los conductores. 

En vez  de enseñarles a  manejar  bien  por sentido de responsabilidad se les  “obliga” a reducir  la velocidad, poniéndole trabas  a un  transito normal,  con perjuicio para las espaldas y columnas de personas y  a los ejes  de automóviles  de quienes nada tienen que  ver.  

Pero lo  mismo sucede  con  los  conjuntos  residenciales que  por voracidad de los  urbanizadores empiezan a  llenar, por ejemplo,  el paisaje de la vía a la Calera.   Esos  urbanizadores son los que  presionan  donde  hay  que poner  los reducidores.  Estupidez tanto pública como privada.

Seguramente  habrá  muchos  ejemplos similares en el país a los  de la carrera  quinta  entre  72 y  66 (ver foto) ,  en los que se colocaron estos  reducidores  (¿a qué  costo?, ya es  tiempo de  preguntarlo, antes de que sigan malgastando  el dinero de  los contribuyentes). 

En este caso  como  en el anterior  periodo del  Alcalde  Petro,  la manera que  tienen los poco preparados encargados de  facilitar la movilidad es la  necesidad de gastar en lo visible porque no son  capaces de  reflexionar  sobre lo invisible. 

Pero  algo ha cambiado: como sucedió con el Páramo de Santurbán  o  con  otras atarvanerías  del  maldesarrollo, es posible  trancar o,  al menos desenmascarar, la voraz estupidez humana.



RECOMENDADO:   EN EL CORAZÓN DE LA NOCHE

Los historiadores de  Europa pierden muchas veces la perspectiva del aporte latinoamericano, y más en el relato de épocas tan aciagas como el nazismo. Me  refiero a  ese  aporte, no como  receptor de  nazis, que lo fue en algunos países,  sino todo lo contrario: luchando para proteger a sus víctimas, a veces corriendo grandes riesgos.
Tenía  que  superarme a mí  mismo… el único imperativo ético de  nuestro  tiempo es asumir la tensión humana de manera vertical,  y  humana”- dice Don German Gil  Guardia, - cónsul de Panamá  de  1931 a 1942-,  protagonista  de la  nueva novela de Gloria  Guardia,  lanzada este jueves en Colombia, como lo fue en Panamá y Argentina. 

A partir de la  correspondencia familiar  y de  los  Apuntes diarios  del protagonista  real , la novelista panameña, académica de la Lengua en Colombia, Panamá y España, reconstruye de manera impresionante el clima  de la Alemania nazi.

 Después de una minuciosa  investigación de todos  los cabos  sueltos  de  esa noche macabra del nacional socialismo,  su destreza  convierte los datos  y los  documentos  en una novela histórica impecable. Allí  juegan  un papel  profundo  episodios  como  el bombardeo de Guernica, que explican por qué  sacudieron al  mundo y no solo al artista.

Personajes  anónimos  pero que  Gloria  Guardiaa rescata  para  volverlos inolvidables, como  Margaretha von  Holdemburg,  austriaca y noble secretaria del cónsul, que termina  en un campo de concentración por ayudar a los judíos. O el  vasco José Antonio de Aguirre (1904-1960), “el joven y virtuoso intelectual que en un día de octubre de  1936 juramentó al cargo de lekendaka  bajo el emblemático árbol de Guernica”. El mismo que adopta  en  Alemania  el nombre y  el perfil de un pañameno inventado por el cónsul   durante el   largo camino de la huida y el  exilio,  al caer  Euskadi  y luego toda la República  bajo la bota  franquista.

Una novela  histórica , completa, redonda, pulida  tanto en el  fondo como  en la forma, que  se suma a  la trilogía  Maramargo, ya un clásico pañameño ( El último  juego, Lobos al anochecer y el  Jardín de las  cenizas) y  de  necesaria lectura  para  entender a nuestros vecinos.






jueves, 21 de julio de 2016

¿Es Ud. colombiano? ¿Sabe cual es el discreto encanto de las zonas grises?



No me refiero al título de la película  satírica de Luis Buñuel [1] ni a la tercera o cuarta  edad en una época en que  muchos de los  que pertenecemos a esa categoría nos teñimos el pelo.

Tampoco me  refiero  a esa  sintomática  actitud de  los partidarios de macabros antecedentes fascistas en política, que nada tiene  que ver con el sentido  de la  canción de  Juanes, valga la pena aclarar.

Me refiero a aquellas zonas grises  que  la polarización  pretende  considerar  como  mediocres,  y que las  encuestas  califican como “no sabe, no responde”.

Resulta  que sí sabemos y  sí respondemos,  pero no contamos  para nada  en un ambiente  de discursividad diarreica en  que cualquier  tema  envuelve  el clima “quien  no está conmigo está contra mí” y en que el  caudillismo, la costumbre de vociferar y  la  locuacidad se miden en términos de quien grita más y quien tiene más  ego alborotado.

 Con  ambigüedades como la palabra paz” ( ver glosario)  resulta  muy fácil que  el diálogo  sobre posconflicto  y,  los meses venideros, sobre  plebiscito,  se vuelvan una manera  de  no prepararse  para lo que está por venir,  de  eludir responsabilidades  y de  seguir en ese terreno  fangoso poco propicio para  el cambio, del que venimos hablando  desde  el  florero de Llorente.  Lo grave, por supuesto: ha causado demasiados sacrificios  en vidas humanas , en próceres y  en  estancamientos.

 Un médico  de auténtica dimensión  social y humana ( de  esos que no lo  despachan a uno en  cinco minutos) me  comentaba su preocupación  por  cuanto  había un punto que consideraba  intolerable  en  relación con las  FARC : el reclutamiento de menores: ¿Cómo así  que no va a tener  cárcel quien  recluta a la fuerza , arrancándolos de  sus padres ,  a los  niños?  Pero también  encontraba injusto que se le  considerara  anti- paz, cuando  él , un  médico  común y corriente, había  dedicado toda  su vida a enseñar a los  futuros médicos o a  salvar  vidas y no se le podía  estigmatizar como  uribista.

 Con sus palabras, me planteó  un interrogante  que se  debería plantear  todo  el que  piense votar por  el SI  en el plebiscito,  pero tiene  ciertas muchas  dudas, no necesariamente  emocionales,  en aspectos  como  la aplicación  de las sanciones, la participación  en política , la justicia transicional, etc. Procuré, en parte,  aclararlas  ( haciendo también el ejercicio para mi misma):


  • La ratificación de los  acuerdos  no implica una adhesión al Presidente Santos, que comete  cada vez más errores, a mi modo de ver,  y cada vez más rodeado de una  rosca de aulicos, en este segundo periodo. 
  • Tampoco implica  nuestro  voto un  visto  bueno  al Presidente Gaviria, al  tibio  en estas materias Vargas Lleras,  al partido Liberal,  conservador, verde,  amarillo o de  cualquier  color. Ya pasó la era de los  que nos decían por quien  debíamos votar ( que por fortuna tampoco  me  tocó[2]) 
  • El plebiscito no es   para la “paz” sino para  los acuerdos  con las FARC,  que representan una minoría de los problemas del  país  ( 20% de homicidios,  no son bandas criminales como Bactrim etc.). 
  • El único  castigo  no puede ser la cárcel. 
  •  Ya hay  aplicación concreta  de los acuerdos  sobre  desminados y  sobre no reclutamiento de menores. 
  • Las reflexiones  sobre  la  “paz”, es decir los acuerdos, no pueden ser  emocionales (de odio o amor) 
  • Continuar con  la  mal llamada “guerra” [3] es continuar con reacciones violentas.
  •  Ninguna  de las partes es totalmente  responsable  o irresponsable. Ejemplo: los  Falsos  positivos  del Estado,  los secuestros de las FARC,  el narcotráfico  que lo permea todo.



Zonas grises  son las  que contienen a la mayor  cantidad de colombianos , cualquiera que sea el  origen político, religioso, económico, generacional, de género.


Y sin embargo,  las zonas  grises  desaparecen en el  poco imaginativo cubrimiento periodístico, sobre todo audiovisual, o en los mal llamado “debates”.  

Así actúan la mayoría de  medios de comunicación  audiovisuales, reporteros que acosan a las cúpulas en vez de investigar, periodistas que siguen al Presidente sirviéndole de caja de resonancia sin ningún  tipo de análisis ( ejemplo, CM&) pero también cierta prensa solapadamente  interesada  en  mantener la polarización y en minimizar la importancia de la desigualdad  bajo  apariencias  de  “equilibrio” .


Distorsionan así el sentido del debate público.  Consideran que  a las zonas  grises pertenecen    los que  los  ya desuetos marxistas llamaban el lumpen proletariado,  o  lo  que  el uribismo  llama castrochavismo, términos igualmente decimonónicos. 

¿ Es posible hacerle un clic a esa mentalidad? Por ejemplo, el  diario El Tiempo  del señor  Luis Carlos Sarmiento es  de una  discreción  diplomática, y  dosifica muy bien su  cubrimiento de las zonas grises  en temas  que  no  representan peligro para sus intereses. Pero tiene también aciertos  en  financiar  ciertas  obras de interés  común.  En general los medios escritos  y audiovisuales colombianos  no “son” de las mafias  delincuenciales y  han pagado su precio  en secuestros y en vidas por ello.
Sarmiento  Angulo tiene  aspectos positivos;  su fiscal también las tendrá, como las tuvo Montealegre- . Y, aunque me cueste decirlo,  el Señor Procurador, para continuar con los ejemplos,  no roba al Estado y el Senador Uribe  no es el  “monstruo” que algunos describen.

 Lo que fomenta un ambiente de violencia es,  sin duda, el cotorreo  polarizador, anteponer  los intereses o emociones  particulares  en el análisis o  la  evaluación del  contrario. Los que pertenecemos a las zonas grises, tenemos  en ese sentido, una ventaja  comparativa. ¿ Pertenece usted a  esa  zona? ¡Bienvenido!





[1] El Discreto Encanto de la Burguesía,  un clásico del  cine, dirigiuda por Luis  Buñuel.
[2] al Dr.  Carlos  Lleras Restrepo, con quien trabajé en nueva  Frontera , ni a Luis Carlos  Galán se les  habría ocurrido decirme que  tenía que  votar por ellos.  Al contrario: les  encantaba que los controvirtiera.
[3] Es un conflicto interno armado,  entre un ejército regular  y un grupo armado .  No es  tampoco  una guerra civil porque la población no está masivamente involucrada, aunque  sufre, eso  si, las consecuencias.

 

 

 

jueves, 14 de julio de 2016

Periodismo investigativo: No es “he said, she said stories”


 Con la inmediatez de los hechos  al alcance  de los ciudadanos, o  mejor, de su portátil,  ¿hacia donde va el  periodismo investigativo o mejor, la investigación periodística? ¿Es posible  sacarle jugo a los millones de datos  que  hoy permite obtener  la tecnología?  ¿Cómo lograron  los periodistas un impacto mundial con  los Panamá Papers o con los  archivos conseguidos  por wikileaks?

Tanto wikileaks y  la  filosofía de su creador Julian Assange  sobre el derecho a saber,  y  Glee Greenwald  con   los  datos conseguidos  por Edward  Snowden  en la Agencia Nacional de Seguridad marcaron un hito  cuyas consecuencias  no  han sido  suficientemente masticadas.  Demostraron que  el secreto de  los  gobiernos    encerraba  irregularidades  y contradicciones, pero también, que  las  filtraciones puras y simples no bastaban.  El análisis  periodístico era un complemento indispensable.

El periodismo en general ha  tomado el camino equivocado de las entrevistas inmediatas : “ he said she said  stories”  como  las llamó  uno de los  participantes en el  coloquio auspiciado por la Universidad de Stanford y su prestigiosa  facultad de periodismo. Muestra  las impresionantes perspectivas  y condiciones de la investigación periodística a escala  global, con base en tres  casos y protagonistas de los mas resonantes  impactos del  periodismo a escala mundial. 

El primero dio origen a  una película,  “Spotlight”. El equipo del Boston Globe  no solo  destapó los escándalos  de  curas pederastas, tema que  ya se había tratado antes,  sino que demostró  que no eran casos aislados (  250 sacerdotes involucrados)  y que lo más importante  era la complicidad, el “no ver” de algunos obispos norteamericanos: en otras  palabras,  la institución misma y el poder de la Iglesia. 

El segundo  fue una  investigación  de la Associated  Press en la que se demostró a los neoyorkinos  que la  comida de algunos restaurantes  era  producida  por  la explotación de personas en situación de esclavitud. Allí,  la clave fue  focalizar el tema en el  consumidor norteamericano, indignándolo. 

El tercer  caso fue  quizás  el primer ejemplo de una colaboración internacional sin precedentes. Cuatrocientos periodistas de  varios países lograron  trabajar en equipo más allá de las fronteras, superando por  supuesto  la competitividad y  mediante consensos éticos y de procedimiento. 



Si usted  quiere  practicar inglés y aprender sobre los futuros retos del  periodismo  investigativo  a escala mundial  http://bit.ly/29GXvO8

 En los tres casos, liderados por los periodistas invitados  al coloquio  y  hoy de mayor impacto mundial en la historia del periodismo, gracias a la tecnología,  hay  varios puntos en común.

  • El más  importante:  colocar el  interés  público como  un bien superior del periodismo, que  no cede a las tentaciones de la inmediatez.
  • La  colaboración entre distintos medios, que  implica romper  el  arcaico  esquema de  la que llamamos “chiva” , lo  cual  requiere  de consensos éticos  tanto de  periodistas como de sus medios de comunicación,  basados en la confianza. Por ejemplo, acuerdos de  confidencialidad sobre  fuentes  y  sobre fechas de  publicación.

  • La necesidad  de  sumar esfuerzos durante varios mesesno  solo de periodistas sino de profesionales de otras disciplinas. Como lo dijo la  editora de la  AP, May Rjkuman,  muchos aspectos de la investigación no  habrían  podido darse sin la ayuda de ingenieros de sistemas y de otros profesionales. Lo mismo sucedió con los Panamá Papers.  Otro ejemplo : uso del  satélite para localización de las barcazas de  pescadores esclavos.
  • La importancia de  articular las redes locales de periodistas  con las redes mundiales.   Ello implicó a veces,  como lo señaló  Marina Walker, la  encargada de la coordinación de esos  400 periodistas, contactar primero los  reporteros o periodistas  y luego sus  medios.  ¿Cual  fue la receta para lograr  el rompecabezas en el caso de Panamá Papers,  con 11.5 millones de  datos  financieros?  Respondió  que  lo primero es la  confianza, lo segundo  la certeza de que hay  una buena  historia y lo tercero, una eficiente  gerencia de la colaboración de los periodistas, pues  no basta con  decir “somos buenos amigos” para lograr un resultado
  • Trascender el problema  inmediato y la historia individual.  Llegar a la entraña misma del poder económico o político  requiere no solamente denunciar sino  datos irrefutables.
  • El periodismo  de investigación necesita  cada  vez más  recursos. Pero a veces la importancia de lo investigado puede catapultar  a la empresa como sucedió con The Globe, que  gastó un millón de  dólares  para Spotlight. En otras  palabras, no es a  base de secreticos o de 1,2 y 3  que se logra hacer buen periodismo. Pero además de  los recursos , los  medios  necesitan  un equipo  de  buenos abogados .La “investigación es una empresa”  recalcó  uno de los participantes en el panel.

 Ante las oportunidades  en la búsqueda de datos, el periodismo  tuvo  que  cambiar  para hacer posible  esas investigaciones, buscar nuevos enfoques en el tema de la corrupción  y  sus malas prácticas. Pero mantuvo la capacidad de adaptar los principios  fundamentales  de la ética periodística  a las realidades.


Consejos para los nuevos periodistas


1.    No aceptar  el  fatalismo de la mediocridad porque el periodismo  si puede cambiar el mundo.  
2.    Familiarizarse con  el uso de  nuevas plataformas.
3.    No olvidar los principios básicos  sobre como  construir un caso y  tener mucha paciencia y discreción.
4.     Los datos solos  valen muy poco  cuando no se  conectan  con la gente.  Hablar con seres humanos, la  " human touch" como la llaman los panelistas, y  el  voz a voz , siguen siendo primordiales.
5.    Tener  la capacidad de  formular las preguntas que son.
6.    Una  buena investigación  lleva  a una “segunda ola de victimas” como sucedió  con el destape masivo de  la pedofilia. 
7.     Saber  que los límites  entre  filtraciones y delito  son muy sutiles.
8.     Protegerse del  estrés que produce  involucrar a los grandes poderes  económicos y políticos.
9.     Escoger un futuro  más  promisorio que  el sensacionalismo; “las noticias del espectáculo no son mis preferidas”  dice  con  buen sentido del humor Robinson.


Más allá de los datos,  " alguien tiene que escribir la historia”: allí está la clave del futuro del periodismo, porque no  basta  con un clic para  escribirla o decirla.

En el caso colombiano, y  excepción hecha  de  buenos investigadores como Daniel Coronel y  Mauricio Gómez  me  parece  que  el periodismo  tendría mucha tela de donde cortar, trátese de minería ilegal, de las actividades de personajes públicos, de  casos  particulares pero emblemáticos como las 4G.

Eso si, antes de la creciente protesta  social y no después,  como  ha sucedido con  el paro camionero, cuando se  descubren  “a posteriori” los escándalos de la chatarrización .


Y A PROPOSITO DE PERIODISMO... RECOMENDADO 
Del medio Renovación, un  artículo   de Jonathan  Bock  sobre la real situación de los corresponsales de  algunos medios colombianos