sábado, 30 de agosto de 2014

EL FIDEL DE UN ESCOLTA



©Michel Lafon,2014 ©fotoMTH
Además de ser el comienzo y no el final de los procesos  judiciales,  los testimonios  de  personas que, por alguna  circunstancia más o menos  prolongada de sus  vidas,  han  presenciado hechos o han seguido personalidades  públicas,  valen lo que valen. Es  decir, más  poco que mucho, pero lo poco termina siendo un interesante aporte.

 No son  ni piezas literarias,  ni se les puede considerar como  verdades en mayúscula, sino que  contribuyen a  dibujar  “el clima”  que rodea a hechos y personajes.
 En  Colombia  y en Cafarnaúm se toman  a veces  como verdad absoluta los testimonios de traidores,  criminales de cuello  blanco, azul o negro;  de quienes han traicionado,  son chismosos,  pretenden  mostrar  la verdad que les conviene,  todas actitudes humanas comprensibles. Aunque no  son  fiables, resulta  una fuente primaria, en todo el sentido de la palabra. Algunas  más  primarias que otras.

 A veces, aportan luces  sobre aspectos de personajes que  cuidan  tanto  su  vida real , que se vuelven  mitos , o al menos  son  mirados por un  solo reflector:  su  bondad o su maldad.

Eso, sin duda,  sucede con  Fidel Castro, y   así sucedió con  los elogios o vituperios  con motivo de  sus 88 años. De allí el interés del libro “La vida oculta de Fidel Castro[1]-  las revelaciones explosivas  de su  escolta personal” escrito  con el apoyo del escritor y  periodista  francés de la  revista Express Axel Gyldén.   Juan Reinaldo Sánchez  fue  su hombre de confianza durante  17años  y  tiene  la ventaja de haber compartido  con él  sus momentos más privados  con  enorme admiración  por  “El Jefe” , como la de  haber  sido perseguido inmisericordemente  por él cuando decidió  renunciar.  Amor  convertido en amargura.

Luego de dos años de  prisión,  y de varias tentativas,  el Teniente Coronel logró escaparse   y vive en Estados Unidos.   Pero no pueden ser  mentirosas  las descripciones de la vida lujosa de  Fidel  en Cayo Piedra “ la  isla paradisiaca  de los Castro”,  su  patriarcal  colección de   mujeres y de nueve hijos de  toda la gama del reconocimiento,  la amistad  total  con Gabriel  García Márquez,  que  implicaba un tratamiento  de alto  turmequé en la isla, los episodios alcohólicos de Raúl, la manía de Fidel de grabarlo todo, la utilización de un doble en épocas de enfermedad grave,  que se paseaba en  limusina  y tomaba  su lugar   por La Habana, o su  extraña costumbre ,  maleta de dólares en mano de sus escoltas, cuando  encargaba a alguien de comprar casa en sitios considerados de  riesgo, como en la conferencia de los no alineados. En todo caso, inteligente, sagaz,  egocéntrico,  guerrero innato experto en el arte de la guerra etc. etc.

 Todo aquello, por supuesto,  lo relata  el autor  en el  periodo  en que  estuvo como escolta. El punto de quiebre de su admiración fue la  implacable  ejecución de los Ochoa  por narcotráfico  cuando-  versión del  escolta-  presenció como  Castro estuvo personalmente  implicado y  les echó toda el agua  sucia. Más allá del  jet set  - en este caso -cubano que no solo existe en las  democracias sino también en las  dictaduras,  el libro  servirá sin duda  para  tener una imagen más real  del último de los ciclópeos líderes. Real , no sólo en el sentido de  su  afición por la vida  buena, sino por   ser un todopoderoso  que dejó poco a poco que la  revolución se  convirtiera en una rosca  ,  lo cual no implica desconocer  los éxitos  de la experiencia  cubana  en  construir una mentalidad colectiva y en  ocuparse de los  problemas del básico  vivir  como salud y educación. 
Tampoco  se podrá  negar  la manera  como supo conquistar  el afecto de su pueblo que, sin duda  se demostrará al fallecer, al menos entre las generaciones  más viejas, porque para los jóvenes será   un poco como el  Simón Bolívar de Suramérica.  En resumidas cuentas, nuestro huésped  en las negociaciones de la Habana no será un ídolo de barro, sino   de la talla  que merece en  la historia de   la humanidad.

RECOMENDADO: POR SUPUESTO, “EL OTOÑO DEL  PATRIARCA”, DE NUESTRO  NOBEL, LA MEJOR BIOGRAFÍA ANTICIPADA  DE UN  FIDEL  EN  LA SOLEDAD DE SU INVIERNO, ANTES DE QUE SUCEDIERA.


[1]  Aunque ya está en castellano, lo leí en francés “ La vie cachée de  Fidel castro, les révélations  explosives de  son garde  du corps personnel”, Michel Lafon, 2014.

miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Por qué Metrocable línea k gana premio de innovación en desarrollo social y, en cambio, Transmilenio está en semejantes problemas?

No  solo tecnología



No se trata de haber  tomado la decisión y mantenerse en ella  hace 10 años, aunque algo tiene que ver. Pero  hay muchos elefantes blancos que tienen la misma edad y que son monumentos a la desigualdad social  y a la ineficiencia. 

En cambio, Metrocable línea k.
  http://bit.ly/1pfIzcI    gana entre 175 propuestas  de innovación  en la categoría de desarrollo social[1], por varias razones:

·         Porque el sistema de Metrocable  de Medellín es totalmente público         (alcaldía de Medellín 55% y METRO 45%) mientras que  Transmilenio es una empresa mixta en la que los transportadores, acostumbrados a cortejar a los alcaldes financiando sus campañas políticas, pervirtieron desde el comienzo  la meta de interés público.

·         Porque Metrocable  ha sabido enfrentar, poco a poco, los chantajes de los controladores  ilegales de los barrios, lo cual no  fue fácil ni lo será.  Pero se imponen  la eficacia del sistema y el sentido de pertenencia  de los usuarios.

·         Porque cuando se hizo el metro hace 20 años, se  pensó en el tranvía  que se iba a  construir en el 2014, y porque hoy se piensa en términos de  2030  como eslabón final de un sistema en espina de pescado que incluye  metro, cable y tranvía. Gran  diferencia con Transmilenio, zarandeado al vaivén de gerentes inexpertos  que  duran una exhalación , o de no integradas  “decisiones”, como   pintar  de la noche a la mañana  la raya blanca  que separa   el sólo bus por la séptima sin información previa a los  ciudadanos y  cuyo proyecto “cultural”  es  amenazar con multas .

Ahora, el tranvía de Ayacucho, con trabajo social  para  la comprensión y apoyo  de  los vecinos

·         Porque,  a pesar  de las  dificultades iniciales del sistema metro  y del pleito con alemanes y españoles, la línea k  ( Metrocable) y ahora  el tranvía de Ayacucho con  sus  dos  metrocables [2] se pensaron como un sistema integrado, En cambio, desde hace  50 años, en Bogotá   hemos  patinado  con  la ilusión de un metro hipotético, pidiéndole  además a  Transmilenio lo que no puede dar , por ser sistema de buses.

·         Porque Metrocable  comprendió la  necesidad de  enfocar lo social   desde  un trabajo previo que incluyó a las comunidades  vecinas  y luego   su seguimiento,  mientras que  Transmilenio  percibe los pasajeros como recuas de ganado que hay que transportar de un sitio a otro y considera que lo social es hacer infraestructura a como dé lugar, o  inventarse a última hora un   bus especial  contra el manoseo  a las mujeres.

·         Porque ese trabajo social  de  consulta con las comunidades lo ha hecho Metrocable,  con participación  y real y no “representada”  por  roscas, desde los propios barrios, y  sin distingos  políticos.  Como ha sucedido en  Ecuador con las carreteras,   proyectos como Metrocable no se concertaron  con  dialoguitos y  viáticos que, por cierto,  han aprovechado indebidamente los seudo- representantes de las comunidades indígenas o  afro colombianas, sino  en el  sitio mismo con las mismas comunidades, que   también asumen deberes y responsabilidades durante toda la obra.

·         Porque  Metrocable  supo  consolidarse  como proyecto de Estado,  ganándose el respeto de ciudadanos y  políticos,  y de los alcaldes de turno, algunos más entusiastas que otros (como fue el caso de Alonso Salazar).

·         Porque el ingeniero Ramiro Márquez , que ha estado al frente  de la gerencia general desde hace 14 años , no le dio a su gestión  un enfoque político sino técnico, de tal manera que la prioridad fue técnica.  Es decir, pensada a largo plazo y no con el inmediatismo de los alcaldes de Bogotá, de los cuales sólo se salvan Mazuera Villegas con sus obras   y   Mockus  con  su cultura ciudadana.

·         Porque en vez de la criticadera que caracteriza la relación entre ciudadanos y Estado,  los ciudadanos de Medellín  supieron  aceptar  las molestias inherentes a cualquier obra y esperar con paciencia su resultado,  en vez de  descalificar  de manera sistemática cualquier intento de innovación.

·          Porque, de los  1200 empleados que tiene el metro, el 34%  es de y  trabaja en las zonas donde se construyó el metro.

Sin duda hay protestas públicas  sobre el Metro, como la última relacionada con la presencia o no de artistas.  Pero la gran diferencia es el sentido de pertenencia de quienes lo utilizan que no permitirían  que vándalos  destrocen  no sólo  lo que les pertenece, gracias a la “cultura Metro”,sino  les ha mejorado un aspecto  fundamental: la calidad de vida.


En resumidas cuentas, entonces,  Metrocable, (su  manera de concebir la cultura ciudadana y su  línea k)  ganó un premio  porque tiene en cuenta el elemento humano, mientras que en Transmilenio la sensibilidad social solo llega a prever un  bus  para evitar  el toque toque   a las mujeres en  las horas pico.



En las excavaciones, se  descubrió y preservó  el primer acueducto que tuvo Medellín


[1] Concurso de Innovamérica  de la Caf-Banco de Desarrollo de América Latina y grupo  Ezentis, ganador en la  categoría de innovación en desarrollo social, en particular por  la Cultura Metro  y el Metrocable Línea  K, “que incluyó a  las comunas 1 y 2 de Medellin y contribuyó a mejorar la calidad de vida de sus  habitantes”. 
[2]   Mezcla de Tranvía   y dos cables , conectado con   el Metro,  para el  sector Centro Oriental, que beneficiará a 80000 personas en el 2015 . Incluye  la reubicación de redes  de alcantarillado, acueducto, gas,  y telecomunicaciones , y crea 1050 empleos, de los cuales  un tercio  para habitantes de la  zona .