No solo tecnología |
No se trata de haber tomado la decisión y mantenerse en ella hace 10 años, aunque algo tiene que ver. Pero hay muchos elefantes blancos que tienen la misma edad y que son monumentos a la desigualdad social y a la ineficiencia.
En cambio, Metrocable línea k. http://bit.ly/1pfIzcI gana entre 175 propuestas de innovación en la categoría de desarrollo social[1], por varias razones:
·
Porque el sistema de Metrocable de Medellín es totalmente público (alcaldía de Medellín 55% y METRO
45%) mientras que Transmilenio es una empresa mixta en la
que los transportadores, acostumbrados a cortejar a los alcaldes financiando
sus campañas políticas, pervirtieron desde el comienzo la meta de interés
público.
·
Porque Metrocable ha sabido enfrentar, poco
a poco, los chantajes de los controladores
ilegales de los barrios, lo cual no fue fácil ni lo será. Pero se imponen la eficacia del sistema y el sentido de
pertenencia de los usuarios.
·
Porque cuando se hizo el metro
hace 20 años, se pensó en el tranvía que se iba a construir
en el 2014, y porque hoy se piensa en términos de 2030 como eslabón final de un sistema en espina de pescado que incluye metro, cable y tranvía. Gran diferencia con Transmilenio, zarandeado al vaivén de gerentes inexpertos que
duran una exhalación , o de no integradas “decisiones”, como pintar
de la noche a la mañana la raya blanca que separa
el sólo bus por la séptima sin información previa a los ciudadanos y
cuyo proyecto “cultural” es
amenazar con multas .
Ahora, el tranvía de Ayacucho, con trabajo social para la comprensión y apoyo de los vecinos |
·
Porque, a pesar
de las dificultades iniciales del
sistema metro y del pleito con alemanes
y españoles, la línea k ( Metrocable) y
ahora el tranvía de Ayacucho con
sus dos metrocables [2]
se pensaron como un sistema integrado, En cambio, desde hace 50 años, en Bogotá hemos
patinado con la ilusión de un metro hipotético,
pidiéndole además a Transmilenio lo que no puede dar , por ser
sistema de buses.
·
Porque Metrocable comprendió la
necesidad de enfocar lo
social desde un trabajo previo que incluyó a las
comunidades vecinas y luego
su seguimiento, mientras que Transmilenio
percibe los pasajeros como recuas de ganado que hay que transportar de
un sitio a otro y considera que lo social es hacer infraestructura a como dé
lugar, o inventarse a última hora
un bus especial contra el manoseo a las mujeres.
·
Porque ese trabajo social de
consulta con las comunidades lo ha hecho Metrocable, con participación y real y no “representada” por roscas,
desde los propios barrios, y sin
distingos políticos. Como ha sucedido en Ecuador con las
carreteras, proyectos como
Metrocable no se concertaron con dialoguitos y viáticos que, por cierto, han aprovechado indebidamente los seudo- representantes
de las comunidades indígenas o afro colombianas,
sino en el sitio mismo con las mismas comunidades, que también asumen deberes y responsabilidades
durante toda la obra.
·
Porque Metrocable supo consolidarse como proyecto de Estado,
ganándose el respeto de
ciudadanos y políticos, y de los alcaldes de turno, algunos más entusiastas
que otros (como fue el caso de Alonso Salazar).
·
Porque el ingeniero Ramiro
Márquez , que ha estado al frente de la gerencia general desde hace 14
años , no le dio a su gestión un enfoque
político sino técnico, de tal
manera que la prioridad fue técnica. Es decir, pensada a largo plazo y no
con el inmediatismo de los alcaldes de Bogotá, de los cuales sólo se salvan Mazuera Villegas con sus obras y Mockus con su
cultura ciudadana.
·
Porque en vez de la criticadera
que caracteriza la relación entre ciudadanos y Estado, los ciudadanos de
Medellín supieron aceptar
las molestias inherentes a cualquier obra y esperar con paciencia su resultado, en vez de
descalificar de manera sistemática cualquier intento de innovación.
·
Porque,
de los 1200 empleados que tiene el metro, el 34% es de y
trabaja en las zonas donde se construyó el metro.
Sin duda hay protestas públicas sobre el Metro, como la última relacionada con la presencia o no de artistas. Pero la gran diferencia es el sentido de pertenencia de quienes lo utilizan que no permitirían que vándalos destrocen no sólo lo que les pertenece, gracias a la “cultura Metro”,sino les ha mejorado un aspecto fundamental: la calidad de vida.
Sin duda hay protestas públicas sobre el Metro, como la última relacionada con la presencia o no de artistas. Pero la gran diferencia es el sentido de pertenencia de quienes lo utilizan que no permitirían que vándalos destrocen no sólo lo que les pertenece, gracias a la “cultura Metro”,sino les ha mejorado un aspecto fundamental: la calidad de vida.
En resumidas cuentas, entonces, Metrocable, (su manera de concebir la cultura ciudadana y su línea k) ganó un premio porque tiene en cuenta el elemento humano, mientras que en Transmilenio la sensibilidad social solo llega a prever un bus para evitar el toque toque a las mujeres en las horas pico.
En las excavaciones, se descubrió y preservó el primer acueducto que tuvo Medellín |
[1] Concurso
de Innovamérica de la
Caf-Banco de Desarrollo de América Latina y grupo Ezentis, ganador en la categoría de innovación en desarrollo social,
en particular por la Cultura Metro y el
Metrocable Línea K, “que incluyó
a las comunas 1 y 2 de Medellin y
contribuyó a mejorar la calidad de vida de sus
habitantes”.
[2] Mezcla de Tranvía y dos cables , conectado con el Metro,
para el sector Centro Oriental,
que beneficiará a 80000 personas en el 2015 . Incluye la reubicación de redes de alcantarillado, acueducto, gas, y telecomunicaciones , y crea 1050 empleos,
de los cuales un tercio para habitantes de la zona .
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