sábado, 11 de diciembre de 2021

UNA VIDA, MUCHAS VIDAS DEL LIBRO DE PETRO (RESEÑA)

UNA  VIDA, MUCHAS VIDAS

GUSTAVO PETRO URREGO

EDITORIAL PLANETA

2 EDICIÓN, octubre 2021 

340 páginas

  
 

OBRA Y FOTO MTH

¿Sabe  Usted  cual es la peor característica de la polarización política?  
Que  los polos no se  puedan  ver. 

Mas  aún, si saben  leer,  y  cuando se enteran  que el odiado escribió un libro,  cierran la mente para no  ver al ser humano  que escribió el libro. Eso sucedió con el de Uribe y sucede ahora con el de Petro.

Con  esa pereza mental de leer lo que no se comparte,  se refuerza la polarización al quedarse cada  quien en su nicho (o mezquindad) ideológicos.  

En  ambos casos -Uribe y Petro- muchos los leyeron, es decir, sus partidarios.   Y solo un puñado de  curiosos y obsesivos lectores.   

Reconozcamos: hay mucho analfabetismo funcional en  todos los  estratos colombianos.   Los que  solo  tienen  con qué  comer una vez al día,  por supuesto,  no tienen con qué comprar un libro y  pocas veces tienen motivación para ir a la  biblioteca.  Pero los que  se ufanan de hacer la  dieta de una  comida al  día o de las 16 horas  para rebajar  de peso,  tampoco malgastarán el tiempo, piensan, en  leer el libro de Petro. Sería interesante encuestar, en vez de quién  ganará  o quien no   ganará, lo que sucede  con la lectura en la clase  media.  

El nivel de análisis  colombiano  se centra   entonces,  en ciertos sectores, en lo que se dice  o se escucha,  en este caso, en favor o en contra de Petro. Por esa mera razón, un país  en el que esto  suceda está en  graves problemas.

***

Como lo  expresa  el presentador   del Libro de Petro ( Holman  Morris)  se trata  al  menos de  otra parte de la historia que empieza a ser contada. 

Por eso, en  vez  de  reseña- resumen o  de   reseñas   en puntillas, es decir que  sub  entienden “ fíjense que  me  atreví  a leer y comentar el Libro” (por cierto  me decepcionó leer la entrecomillada   de   De  de La Calle en El Espectador);  en vez  de reseñas feroces, de las impedidas por  el odio  o la exaltación,  sería mejor que cada quien leyera  el libro y lo analizara.   Sobre todo los periodistas en búsqueda del  equilibrio perdido y  como   les debieron enseñar en la  escuela.

Por mi parte,  más que  opinar, resaltaré, como hice con las demás reseñas, en particular de los mamotretos,  en este caso, lo curioso, lo dudoso, lo valioso.   ¿ Por qué?  Porque lo bueno, lo  malo y lo feo,  es decir  la receta  de costumbre, no sirve  en   esta época  de tremenda y emotiva polarización. 

(ver nota al final *)

LO CURIOSO

Lo que resalta varias  veces Petro: la diferencia   de enfoque  que puede haber  entre un guerrillero  que no  parte  de lo rural sino de la  formación  política y sindical del  sector obrero. Aún en el M19 , recalca,  la  mayoría tenia origen rural y vocación  militar. En su caso, se auto retrata  como militante familiarizado con  el mundo obrero (mundo que  a veces vota conservador, recalca) y  desde  una  ciudad como  Zipaquirá: un   militante  cuyos primeros pinitos son  crear una intersindical (40)

En varias oportunidades señala sus diferencias con Navarro y Pizarro en ese ámbito de vocación  militar de ellos  frente a  su propia vocación política, urbana y de formación  del sector  sindical y obrero. A `propósito: ¿Cuándo  averiguaran los  periodistas, sobre todo audiovisuales,    cuales son las  diferencias entre  los líderes  colombianos   pertenecientes  a una misma  línea en vez de ponerlos a pelear? 

También son curiosos en el libro de Petro  -por lo poco mencionados por  sus  adherentes o  adversarios-  sus méritos  como estudiante que  saca el primer   puesto en primaria y secundaria y,  por consiguiente,   becado por méritos. Primero del curso  en ese colegio Juan  Bautista  de la Salle,   que   describe  como  franquista,  aunque  recuerda como esencial en su formación al  padre  Medina, por lo que  se siente mas influido por el cristianismo liberador (38) que por el  marxismo. (21,22, 23)

Como joven  universitario también sobresale:  economista  del Externado con matrícula de honor,   gana esa matricula de honor  de semestre en  semestre.  (OJO  abogados que lo consideran  ignorante).

 Un evidente sentido de exclusión se refleja y  no solo en la  escuela (37). Curioso su recorrido,  inverso   al de García   Márquez, que a ambos los marca. En este caso, un   zipaquireño de  tierra  fría que se encuentra con el Caribe, lo que  da esa mezcla de   paramuno frio  mezclado con  cienaguero emotivo al que no le da miedo  decir que lloró.  

Lo  sorprende el cambio de la actual Universidad Externado, comparada con la que, en sus tiempos,  salió a la calle a defender a Manuel Gaona  Cruz.  Como cambió también, - agrego yo, el Ever  Bustamante que  Petro admiraba  cuando comparo  su recorrido burocratizante.

Pero volvamos a Petro. Sus contundencias se  reflejan en la manera de  escribir: a los 22 años lo expulsaron del M19 y no le importó  (71) aunque luego lo volvieron a incluir.

Muestra  directamente sus opiniones y reservas  sobre Carlos  Pizarro- “ no tenía un   buen  discurso  ( 79 )  “mi relación con Pizarro era difícil . Esa es la realidad: no  era un hombre de conocimientos  teóricos profundos” (157)

                                                               LO  DUDOSO:

 En  el sentido de  no mencionar sus relaciones  con los  cuñados  cuando fue   Alcalde  de Bogotá,  los  vericuetos del caso de las  basuras; encargar por  ejemplo a una persona que no tenia ni idea del tema  a comprar los camiones recogedores; los  detalles  de su doble vida  clandestina y legal (49)  y, en general,  la escasa mención de  sus equivocaciones. Queda  una  inquietud   latente:  ¿ Será Petro un pedante por  orgullo o por  timidez?

LO VALIOSO:

Petro es un hombre que  lee, lo cual hace una gran diferencia  con no pocos presidentes ( ejemplo, Duque) y  candidatos. Empezó de  joven a leer  a Alejo Carpentier  (¿Quien ese? se preguntarán  tal vez  quienes  creen que  Petro es un ignorante), a Michel Foucault,  Gramsi, al marxismo (expresando  metódicamente sus reservas) y, en general,  historia y  geografía, además de gustarle las matemáticas.

Eso le da  una  indudable capacidad de análisis: por  ejemplo,  de  la diferencia entre  el M-19 en  Zipaquirá  y lo que pasaba a  nivel nacional  (65), la burocratización del M-19, la geopolítica   europea y, en general del mundo.  Le gusta investigar y lo demuestra.   Para  él,  y como  a Robledo,  los  debates tienen gran importancia y,  desde luego,  le han  servido a  su  fulgurante ascenso parlamentario.  

Se distancia de la percepción  tradicional y  algo sico-rígida del partido comunista (32). 

Guardar la tranquilidad (56) le ha  servido, en  los debates  mas  duros, para mantenerse "tranquilo y controlado” (56 y87)

Es frentero:  cuenta su versión  del Palacio de Justicia y del papel  del  M-19.  Otro aspecto  que poco abordan los reporteros, engatusados con la palabra paz:  ¿por qué  no le preguntan sobre la manera como ve a las  FARC (113) o  sobre el que  llama el régimen  mafioso;  o  cómo trabajó en el exilio en  Bélgica,  nombrado secretario primero en la embajada del funesto  Carlos Arturo  Marulanda vinculado con el  paramilitarismo:   como  aprovechó el tiempo allí  para estudiar en Lovaina y  lo que  descubrió del   embajador, reconociendo  que en cierta   forma era  su Hacker.  (repetir esto implica, desde luego, leer el libro, no limitarse  a mi reseña). También  describe sus diferencias con el Partido Verde y su época con  Mockus. Aunque dice  que fue  su amigo,  le  sembró muchas dudas que Chavez imitara el modelo cubano y  considera que "quedó atrapado en el  petróleo y  en el modelo cubano"(195).

 En todo caso, a mi modo  ver,  un hombre  que fue torturado por  el Estado merece  respeto (85)  y no  esos  aberrantes calificativos que uno a veces escucha entre gente “distinguida”. También  merece respeto por cárcel cumplida.

No  participó en la toma del palacio de justicia y piensa que fue un desastre (88).  Su análisis  relámpago de las motivaciones de los militares  para entrar a la fuerza  y la  relación de militares con Escobar y Rodríguez Gacha ameritarían  más preguntas  del periodismo. 

Critica  la  lógica de expansión  de ELN, EPL y FARC (171). Es capaz de controvertir  la tesis de Pardo de la derrota militar  de las guerrillas FARC porque ha leído el libro de Pardo. Es capaz de  explicar que  el M19 fue una  especie de vanguardia latinoamericana (169) y  por qué “hoy el ELN está perdido completamente en el nororiente  colombiano "(140)

 Es contundente: No cabe  duda  sobre lo que considera ”lógica `perversa del paramilitarismo”   y su distancia del narcotráfico  no tiene, como   el Daes de marras, un “indictement” de  EEUU.

Como cualquier   candidato  presidencial, desde luego, una cosa  es lo que dice  antes y otra  después de  ser presidente, si gana.

Pero mucho  falta  hace  en  nuestro país el análisis crítico  de no pocos colombianos – incluidos periodistas y comentaristas-   que dicen  no odiarlo pero lo  odian, o  tienen  la pereza mental de  analizar lo que repiten y  juran:  que es  comunista  o  que se convertirá en un  Maduro. Eso si,    sin  demostrar  por qué lo creen, como si  fueran  inescrutables pitonisas.

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*Nota : los números  entre   paréntesis indican  la página del  libro.


FOTO Y OBRA MTH