lunes, 21 de noviembre de 2022

THE CROWN: 

  ¿LA ESTOCADA FINAL?


Más que la interpretación de los actores, el parecido (físico o no) con los personajes reales, la tragedia de la Princesa  Diana despues de las tristezas de amor de la princesa Margarit… etc.etc. , hay otro aspecto de  la  excelente  serie de Netflix, ganadora de muchos  premios  merecidos, que la reafirma como  una de las  mejores series en la historia  de la  televisión. 

THE CROWN es la mejor  reconstrucción  dramática del largo  reinado de la soberana Isabel II , y nos ha atrapado. Por  eso   esperamos, impacientes,  otro centenar  de   episodios siempre y cuando sean tan reales como los anteriores. Porque hoy como mañana, las distorsiones mediáticas  son  tan  evidentes, que las propias telenovelas  dejan de serlo para convertirse  en  periodismo. En cambio,  una serie  como La Corona se convierte en  auténtica   Historia,   con  mayúscula.  Entre  otras razones, porque  deben  reflejar la verdad  para evitar  demandas  civiles y penales.  

 En todo caso,  hasta  ahora, The Crown ha  sido  el equivalente “shakespeariano” en el  siglo XXI, que  hurga el  alma, los “to be or not  to be” de  la mayoría de los desabridos personajes   de la  familia Windsor, centrada en su propios intereses,  frente a la impasible  reina que  solo por las  rendijas  de sus funciones,  muestra  su agrado o  desagrado  por  el  Primer Ministro de turno y   las  irritaciones  que  le producía Margaret Thatcher.  Y eso,sin perder el control  absoluto sobre la familia  Real.

Pero  no es el punto que  quiero resaltar. ¡Qué le  vamos a hacer!  El papel  de  la Reina  Isabel  II,  fue mucho menos interesante que  su tocaya Isabel I y retratarla tal cual era  el propósito.    El papel  real, aclaro,   no el  ficticio,  y  por eso  el  éxito de la  serie: por esas innatas  ganas de fisgonear al poder, que   ningún televidente puede negar.  

 Pero   aquí  por  lo menos - me refiero a Colombia-   hay un aspecto  político  y  constitucional que  produce  más  reflexiones de fondo, y que puede resumirse  en unas preguntas,  como  las que mi buen amigo  Sócrates , por ejemplo,  plantearía .   Sea dicho  de paso, cualquier parecido con nuestra realidad,  sin abolengos por supuesto, no es pura coincidencia.

La primera pregunta  es  al Imperio : ¿Aguantará usted,  decaído  Imperio Británico de  una pequeña  isla ahora  pluriétnica y multicultural,   con  enormes   problemas económicos, un National Health Service antes   modelo   que suscitaba  la admiración  general, y  ahora   a punto de hundirse como si se hundiera el Britannia?

¿Aguantará la zozobra  creada por  el pronunciamiento, el 23 de  Noviembre,  de la Corte del Reino Unido contra un  referendo propuesto  en Escocia por la Primera Ministra?
https://www.france24.com/es/europa/20221123-tribunal-supremo-brit%C3%A1nico-bloquea-plan-de-referendo-sobre-independencia-de-escocia

¿Aguantan los  nuevos ciudadanos  de la isla ahora -reitero- pluriétnica y multicultural,  una monarquía como la que prometen el  rey Carlos  III y su consorte convertida  en la  compañera  que tiene   que soportar los gestos  desapacibles  del rey cuando le pasan un   estilógrafo que no está funcionando?   Perdone Su majestad, pero la televisión es implacable, y ya   los medios  están  buscándole  el  pierde, haga  lo que Usted  haga.

Aguantarán las ganas de salirse del  Commonwealth los países  miembros  que no lo han hecho?   ¿Vale la pena  seguir    con  un sistema  decimonónico  de monarquía? ¿Resulta política y democráticamente rentable  el modo de vida y   de gastar de  la casa real?    Hay que aclarar, desde luego,  que  la casa   real  no son solamente hoy  el  príncipe  Carlos ,  convertido   en rey,   sino  los gastos  en palacios,  la  servidumbre  impasiblemente decimonónica,  los  funcionarios de  una burocracia estirada y acartonada,  por todo y para todo encargada  de hacer la lista  de las   actividades  del día. Y  miembros de dicha familia que no  solo se visten solos, a juzgar por    las órdenes que daba el  príncipe de Edimburgo para que le pasaran :   “camisa” y  ”corbata”  . Sin mencionar  el rostro de aburridos  de todos  estos  personajes, que viven tan  bien, y a los que les encanta la cacería de venados. De ningún modo esta es la   Gran Bretaña de aquí y ahora.   

Por eso, confieso, me surge la pregunta  sobre la estocada   final,  como la  definió mi vecino  cuando mirábamos  el episodio  999,  de una serie  cada vez mas  inquisitiva, cada  vez más profunda en su implacable análisis.  Por cierto,  es lo que sucede, aunque  con menos detalle,   con los  cuentos de hadas  cuando envejecen. Y gracias  al tradicional humor  británico  de  burlarse de sí mismos

Por  eso, el  supremo galardón  que merece  esta serie  es mostrar lo  que  es una monarquía hereditaria que, sin  duda,  no  representa ni  al pueblo británico ni  al Commonwealth. 

Supongo que los politólogos    del Reino Unido   y por supuesto los del   Commonwealth,  irán  cada  vez más allá de las  simples  percepciones del  público, del estoicismo  que implica dedicarse a analizar, más allá  del  cuento de hadas ( y de brujas  como parece  ser    Doña Camila  Parker- Boyle) el verdadero significado de  una  monarquía  británica, en la  que  sale bastante  deslucida   Su Majestad Isabel II.

Hacerse la pregunta   era,  en otras  épocas ,   no solo un irrespeto   a  la monarquía   y al  Imperio Británico  (British  Empire) sino  tambien  al pueblo del  imperio.   Sin  mencionar las inevitables  pullas   de sus tradicionales  vecinos,  de   la República   francesa. 

En materia de monarquías , por cierto,   los primeros  pasos que  frenan  la burocracia real y  familiar, los han dado, como era  de suponer, Dinamarca  y Suecia
 https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49968156  
https://elpais.com/gente/2022-09-29/la-reina-margarita-de-dinamarca-justifica-la-decision-de-quitar-el-titulo-de-principe-a-cuatro-de-sus-nietos.htmly Suecia que les quito el status de  princesas  a  sus nietas
https://es.wikipedia.org/wiki/Familia_real_sueca
https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_Bernadotte

Resumiendo:  Solo la historia  dirá si esta   serie fue  la estocada  final de la  monarquía británica. Quizás  le sucederá  algo similar a la monarquía  española,  de   cuya  estocada   ya salió  en la vida real  - dejando pelos en el alambrado, como dicen  en Colombia- el   Rey  Don  Juan  Carlos de Borbón y Battemberg, padre  del actual  Rey Don Felipe de Borbón y Grecia. ¿Será  suficiente  romper  vínculos y no  saludarse  como se vio por las miradas  que  la reina Leticia, en  el entierro de la Reina Isabel II, sentada  al lado del Rey Juan Carlos?

Volviendo a Gran Bretaña,  ¿Cree Usted que una vez agotado el tema de las peleas familiares, el Rey Carlos III tendrá la berraquera de ser  un  monarca sin cuento de hadas?  La imagen es implacable y en este caso del Rey  Carlos,  difícil.  

En todo caso, ¿Se  producirá un efecto dominó?   Porque se me olvidada escribir que  todas las monarquías  europeas, por algún costado son, por supuesto,  familiares entre sí.