jueves, 11 de julio de 2019

¿CAEREMOS ANTE LA MEDIOCRIDAD DEL PERIODISMO AUDIOVISUAL?



¡Verguenza y mediocridad! El periodismo  audiovisual no investiga sobre las amenazas a líderes sociales. Se limita a  promover macabros espectáculos mediáticos. Luego de haber puesto a Santrich  en un pedestal  con  el dilema de Hamlet  (¿vendrá o no vendrá a la cita  con  la Corte?), ahora la obsesión audiovisual  colombiana  es con  homicidios de niños, niñas o adolescentes..  Y  ahora,  el de violencia sexual. Eso  si,  mantuvieron vivo el otro  tema ,  al anunciar  que el   actor Santrich "valía"  una recompensa de 3000 millones de pesos para quien lo encuentre. A propósito: ¿Ya nadie lo busca?

Por supuesto, sin investigación periodística, sin aplicar  los términos  adecuados  (La Convención internacional  de los derechos  de los niños   sugiere no  utilizar el término·"menores", lo que los fragiliza.) Pero  como no leen.... 

Los  canales abiertos se quejan en privado de su pérdida de rating. Pero bien merecida la tienen. Compiten con "concursos", o  estúpidos programas  de chismes en  los que grotescas  excantantes decadentes hacen  un show  porque "lo saben  todo" y  competencias  infantiles  como las  de "Guerreros",    por el cual infortunadamente, el canal  Uno  lleva las de ganar.

Como "solución", el periodismo de presentadoras vuelve a poner  en escena  debates  ya superados. Con irresponsabilidad social, se dedicará   a cubrir un -ya anunciado-  debate  en  el Congreso sobre  la pena de muerte que se  debatirá en el Congreso, para dar la impresión de que se trabaja. Y así nos mantendrán alimentados de miedos, haciéndonos creer que la otra realidad no existe

Los colombianos  no nos podemos seguir dejando manipular  con  la desinformación de canales y programas audiovisuales  que cuestionan  las  redes sociales  o  Netflix pero eluden mirarse su propio ombligo.




viernes, 5 de julio de 2019

¿Por qué hay que ver "El sendero de la Anaconda?




Porque es una excelente película. Pero, para todos los colombianos o ciudadanos del mundo, además de la impecable fotografía, el guión produce un impacto ético y cultural, más allá de ensalzar nuestras bellezas naturales.

El documental recalca la importancia de buscar en nuestros orígenes el sentido de nuestro porvenir. La importancia de recuperar el tiempo perdido por esa disociación del ser humano con la naturaleza. De cuestionar los atropellos de la supuesta modernidad. De valorar el trabajo de un Martín Von Hildebrand, Nobel alternativo, y de muchos científicos colombianos como él que entienden la biodiversidad, no como algo teórico, sino profundo, trascendente, humano y real.

A mí,  me suscitó dos tremendas reflexiones adicionales:

La primera: cuando se escuchan las alabanzas de ciertos pontífices  que exaltan al Fracking y al Glisofato como antes se exaltaba al caucho y  siempre a la búsqueda de oro, ¿será que los colombianos indiferentes seremos los indígenas de las voracidades que con sus fauces implacables se apropiarán las energías no renovables y despedazarán otros entornos , además del amazónico.

Y la segunda: cuando se ven las hordas de turistas en la Capilla Sixtina y cuando ciudades como Florencia se vuelven una desgracia para sus habitantes, ¿será que proponer al turismo como motor del desarrollo es una estupidez?

En todo caso, una plegaria: ¡Roguemos que el turismo no profane el sendero de la Anaconda!

https://www.youtube.com/watch?v=shDEZdDKGZs