domingo, 23 de junio de 2013

MANDELA TENIA QUE IRSE, PERO…

La vida se ensaña  a veces contra la muerte, como lo hizo en varias ocasiones  con Nelson  Mandela, uno de los héroes más  admirables de todos los tiempos.

 Inerme desde hace días, el cuerpo de Mandela,  nacido el 18 de  Julio de  1918  en un pequeñp pueblo del Transkei,  ya se había despedido de la  vida. Pero ha sido  tal su  dimensión espiritual y humana,  que no necesitaba  demorarse más en esta tierra para  que su ejemplo quedara como una huella imborrable.

 Un hombre  que pasa 27 años en  la cárcel y es  capaz de superar los odios del apartheid para  crear un cambio radical en los espíritus,  tiene una inmensa  ventaja sobre sus contemporáneos .     
                          
 Mucho se  escribirá  sobre  Madiba como le decían algunos utilizando el nombre de su tribu,  en señal de respeto. Pero  nada igualará su  propia autobiografía , escrita  en la mayor parte  en la cárcel y  cuyo manuscrito  fue  entregado clandestinamente desde Robben  Island[1], lo  que le valió como retaliación  dejar al prisionero  cuatro años  sin poder  estudiar.

En ese libro magnífico,  de inmensa pero  sencilla sabiduría, se refleja  toda la  personalidad  de un hombre que hizo de la paciencia la principal de  sus armas, en cualquiera de las circunstancias que tuvo que afrontar, como la de su largo  encierro . 

http://bit.ly/189kfBc
Día a día  habíamos  ganado  una cantidad de pequeñas  batallas  que, sumadas, produjeron un cambio en la atmósfera de la isla  - explica al describir  su  minuciosa estrategia  en la cárcel de Robben Island para conseguir  mejorar su situación y la de  sus compañeros de cautiverio.

 La misma  estrategia   que también  aplicaría  para liderar  la caída del  aberrante  apartheid, y en general,  la manera  de resolver el enfrentamiento de una  idea moral  versus otra inmoral .


 Cuando  se escucha el  discurso  trasnochado  de los negociadores de las FARC  en la Habana, o  crece la indignación ciudadana  frente a la  violación de derechos elementales como la salud, o  se considera “natural” el aberrante  hacinamiento en las cárceles,  algunas de las muchas frases de Mandela,  sacadas de esa autobiografía,  podrían suscitar  reflexiones constructivas :

* Mi ambición no es casarme con una mujer  blanca  o nadar con una persona blanca. Lo que  queremos es igualdad política.  
   
*Cuando se pone en duda la integridad de un  hombre, es de esperar una pelea...

*  Una nación  no debe ser juzgada por la manera  como  trata a los  ciudadanos  de  arriba, sino  a los  de más abajo , y  Sur Africa trataba a sus ciudadanos prisioneros como animales.

* Para hacer la paz  con un enemigo,  uno tiene que trabajar con ese enemigo y ese enemigo se vuelve su  “socio”[2] .

*La virtud y la generosidad  serán recompensados por  vías impredecibles, concluye a propósito de la moraleja de un  cuento que  escuchó de niño y  que lo marcó para toda la  vida.

*  Trabajar  de adolescente en el  jardín del reverendo  Harris tuvo para Mandela  un doble  beneficio :  plantó en mi un  perdurable  amor por la  jardinería y  la siembra de legumbres, y me permitió  conocer mejor a la familia  Harris . Luego  esa afición le permitiría en  la prisión sembrar  cebolla , alcachofas, coliflor,  espinacas,  frijoles, cocombros, brócoli, lechugas, tomates,  pimienta, y  frambuesas. 

* Con la misma serenidad que le ponía  a  sembrar  legumbres y flores, descartó el terrorismo, observando cómo se devolvía  inevitablemente   contra los que lo usaban, socavando  cualquier apoyo que  hubieran podido tener  de  otra manera.

* Era tiempo de calmarse, anota cuando la furia se convertía en terrorismo, apareciendo la acción masiva como  término medio entre  lucha armada y  las negociaciones… La gente tiene que tener un escape  para su  rabia y frustración, y  la campaña de acción masiva era  la mejor manera de canalizar esas emociones  (  refiriéndose  a la huelga  de 4 millones de trabajadores  que organizó el partido  African National Congress)

*  A su  paciencia  infinita,  Mandela le suma  haber tenido siempre lo que describe en  su padre, que no sabía leer ni escribir, pero que gozaba del reconocimiento de su tribu : un terco sentido de  buena fé. 

* Mandela supo a la vez  tomarle el pulso, no al país ( lo que es una frase de cajón) sino al  ánimo colectivo.  Sentía que  poca gente en el país estaría dispuesta a hacer los  sacrificios que requería la lucha…  debemos encontrarnos  con la gente en  sus propios  términos,  aun si ello implica aparecer que uno  es  colaboracionista.

*  Varias veces  se resistió  a ser  liberado,  cuando  el régimen  comprendió que lo estaba convirtiendo en un mártir:  ¿Qué libertad  me  ofrecen cuando mi propia ciudadanía  surafricana  no es respetada?

Cuando  De Klerk, (con quien  Mandela  compartió el premio Nobel de paz en 1993),  vino a Colombia este año, y por el afán de mirar nuestro  propio ombligo- es decir, el proceso de "paz"-  sorprendentemente no se le preguntó:  ¿Quien  sería  hoy De Klerk  si no hubiera existido Mandela?






[1] Long walk to freedom, the   Autobiography of Nelson Mandela Little Brown  and  company,New York, Boston, London 1994, 625 páginas.

[2] “partner” en inglés

miércoles, 19 de junio de 2013

LOS TRES CAINES: ¿POR QUÉ ES LA MEJOR SERIE SOBRE UN ASPECTO DE LO QUE NOS HA PASADO EN COLOMBIA?

¿Qué  decía  esa letra de advertencia  al comienzo de  cada capítulo  de la serie y que no se alcanzaba a leer? Pues algo  como “escenas de violencia  examinadas en un contexto histórico y social, que representan sucesos de una época que alteró gravemente al pueblo colombiano”. Ese propósito parece haberse  cumplido mejor que en otros casos.
  
Pablo, el Patrón del mal, focalizó  el mal  en un “héroe”, utilizando  estereotipos  de la historia sabida  del capo Escobar.  La serie  Los tres caínes la supera de lejos  al centrar los conflictos  sicológicos no sólo en las madres  sino  en  tres hermanos, retomando  el mito  de Caín y  Abel, trascendiendo lo melodramático para llegar a lo trágico,  y  mostrando aspectos desconocidos de las entrañas del paramilitarismo.

La cadena RCN tiene el  mérito de haber aceptado que se abordara  el tema  del paramilitarismo en el  contexto actual  de  otra polarización ( “pro” y “anti” proceso de paz) y  en momentos en  que  se está diluyendo  la importancia  que tuvieron las AUC en la violencia colombiana,  como reacción a la  guerrilla.

 En  vez  de focalizar la serie  en El malo y en las buenas víctimas, se  centra en las  consecuencias de criterios equivocados sobre la solución de conflictos, como el que tenía Carlos Castaño,  y desmenuza   las diferencias internas  que suscitó el  tema del narcotráfico  en las AUC.

  Estas diferencias  son  sintomáticas de lo que, de una manera u otra,  permeó  la sociedad   colombiana en las últimas décadas. Y seguramente tendrán  incidencia en el porvenir de las FARC, entre los que  seguirán partidarios del narcotráfico y los que no.

  Episodios como las masacres,  sin  “porno-violencia”,  o el caso del Alcalde de El Roble y el gobernador  Arana recordaron a las  víctimas en sus contextos. Demostraron que no eran válidos  los temores  - por cierto bastante  primarios- que expresaron algunos  sobre  la manera como  estaban “ausentes” esas víctimas  y los mensajes que dejaría la serie.

  Porque  una  dramatización compleja  no  se puede  limitar  a  hacer  llorar  a los familiares de las víctimas  ( en un país en donde  demasiados colombianos son insensibles, no quieren ver lo que le pasa a sus compatriotas ni deducir sus consecuencias, como si nada  hubiera sucedido).

 En un caso como en el otro,  en  Escobar, el Patrón el Mal como en  Los Tres Caines,  se mezclaron equívocamente nombres   reales y ficticios,  por el  temor a demandas de los involucrados. Pero  a diferencia del Patrón del mal sin, en este caso, la motivación de hacer  quedar bien a los familiares  de Galán y  Don Guillermo  Cano, olvidando personas tan importantes como  José  Salgar, para el Espectador y Enrique Parejo para el nuevo Liberalismo, como  lo mencionamos en una  entrada  anterior.

 Hubo, sin duda, algunas fallas, como el fugaz  “noviazgo”  melcochudo de la madre de los Castaño,  o la caracterización  demasiado “silenciosa” de  Alfonso Cano, y Reyes. Pero  quedan  compensadas,  en su conjunto,  por la intensidad dramática de  escenas como el suicidio de la hermana,  o la propia muerte de los hermanos, en  las que el morbo  de mostrar no es  el elemento principal de la escenificación de la violencia, sino  que EL MAL encierra su propia destrucción.

Frente  al esquema simplista de melodrama utilizado en  El patrón ( el bueno, el malo,  el tonto  y la víctima) Los tres Caines  se adentró  en el  sentido  trágico  de la historia  de los tres hermanos  para encontrar allí  el castigo, en la  almendra del mal, cuando el odio se vuelve circular  y , como el alacrán, se devuelve contra  los protagonistas, víctimas macabras de su propio invento.

La impecable actuación de los tres  Caines, Julián Román, Elkin Díaz y Gregorio Pernía y la excelente dirección  contribuyeron   sin duda a darle mucha fuerza  al excelente   guión de Gustavo Bolívar y su equipo  (los periodistas  Alfredo Serrano y Weimer Uribe).  Demuestra Bolívar ser el mejor  en este campo, a pesar de las resistencias  celosas de colegas,  despreciativos de su manera de narrar.

Además,  los personajes  secundarios , en particular la madre Luz Estela Lenguas y  Luciano,  “sombra “ de Carlos Castaño, o Eilen  Moreno en el papel de Romualda, y prácticamente todo el equipo  no  crearon  el habitual desbalance  ( debido  principalmente a  que  por lo general, las cadenas se han acostumbrado  a no contratar actores profesionales, a los  que se les paga mucho  menos que a los  protagonistas principales).

  Se anuncia  con bombos y platillos por  RCN  La prepago” que ,  a juzgar  por los clips de   
propaganda,  tiene el contenido de  sexo  que subirá el rating  mediante un  formato  que idiotiza a los televidentes.

Ojalá entonces que  después  de Los tres caínes  sigan  otros  intentos de explicar, a través de un medio tan influyente en los imaginarios colectivos  como  el televisivo; que  se reviva  nuestra historia; y que  se plasme en una catarsis  lo que nos ha  sucedido como  país, más  allá de construcciones académicas  ficticias o análisis  simplones de nuestra identidad . 

Recomendado: releer  “Mi confesión,  Carlos Castaño revela sus secretos”  de Mauricio Aranguren, Editorial Oveja Negra (2001), en donde además  encontré  el retrato de Fidel  Castaño  por Oswaldo  Guayasamin ( ver  más arriba)


jueves, 6 de junio de 2013

DEGRADANTE LENTITUD, TRATAMIENTO INHUMANO DEL “OTRO”, INMEDIATEZ DE MALA FE: ¿IMPLACABLE DEMOSTRACIÓN DE LO COTIDIANO EN COLOMBIA?

Por más esfuerzos que  se hagan para mejorar  la imagen  según la  cual  somos los  mejores del  mundo, la  realidad  colombiana  es más  ancha y ajena.

 Muchos  aspectos  concretos demuestran  que  la democracia  criolla  se alimenta de un  montón de  fantasías discursivas  y  de perversas distorsiones  que  refuerzan  la inercia ciudadana  y la capacidad operativa de reaccionar frente a la injusticia y la indignidad.

No  se trata del tema, hasta cierto punto light, de  los  viajes de la  Presidenta de la Corte  Suprema o de la  Corte misma, enfrascada en  una descomunal peleadera por ambiciones de poder,  que  le hacen perder dignidad. 
  
Actitudes y desidias son mucho más trascendentales; no las remedia  esa imagen equivocada y  falsa  que  vamos construyendo  como país.  Algunos  ejemplos:

 la  primera vergüenza ciudadana : el hacinamiento  en las cárceles que, por fortuna,  ha sido  tratado  y denunciado por varios medios de comunicación, entre otros,  El Tiempo de  hoy  jueves. ¿Cómo  es posible  que el Ministerio de Justicia, enfrascado en la discursividad leguleya  y en la presentación de proyectos de ley, no haya resuelto  con mayor rapidez un problema de espacio  físico que se traduce  en violación de los más elementales derechos  del ser humano? 

 



¿ Por qué,  al anuncio  de  resucitar las colonias penales que serán  construidas en dos o tres  años  o de  proyectos de ley que  buscan  descarcelizar ( todas estas, “soluciones” propias de la lentitud jurídica)  no  se le  suman  medidas  provisionales pero inmediatas?  ¿No es acaso  aberrante esa situación,  y  no tiene  todos los visos de un crimen de lesa humanidad?





La  segunda  vergüenza  ciudadana:  Con  las debidas  excepciones  constructivas  que, por cierto,  deberían destacar  más los medios,  la lentitud  es  un obstáculo  que impide el ejercicio  de otro derecho  fundamental del ser humano, la  salud.

 Todos los días,  el periodismo muestra, o describe con dantescos pero efímeros  videos  de corredores de hospitales  (cuando el secretario de salud  y el Defensor del Pueblo se asoman por ahí) la “crisis”  (ver  concepto en  Diarreas mentales).

  Más  allá del fatalismo, queda demostrado  que la salud  tiene  problemas de comportamiento  que  también van más allá de la “solución”  mediante  reformas institucionales. La medicina por  pedazos  corporales  ha diluido  la importancia del médico  general. El necesario  cambio del sistema por uno que no priorice el negocio, se  va diluyendo en  diarreas  verbales por improvisación.  Pero  lo que es más grave :  en el imaginario colectivo  prospera  la idea  según la cual la  aprobación y ejecución  de  esta reforma  será inmediata, cuando es evidente  que tomará  varios años. Sin embargo,  acapara la atención mediática  y,  paradójicamente, desestimula la  atención humanitaria por el enfoque en lo jurídico.

 Sin duda, la ley estatutaria es un  comienzo, aunque nadie  sabe para qué sirve,  y se da como un hecho cuando  le falta aprobación por  las   plenarias.  Se votó  con rapidez, pues solo  tiene, como cualquier ley marco,  unos principios generales. Pero  poco  se hace caso  a  indignidades  de la atención en salud  que podría  mejorarse  con medidas  operativas  y prácticas. 

La tercera vergüenza  en el análisis  político del proceso de negociación  con la FARC: Escuché por  boca de  una  sintomática representante del uribismo y  pre candidata, Martha Lucía  Ramírez,  una perversa distorsión,  que amenaza  convertirse  por cierto en  retahíla y  que se está  instalando  en otros muchos  sectores del escenario político.

 Está  prosperando la idea  equivocada, recogida por los medios, y que hace las delicias de la oposición, según la cual  no había política  agraria  antes del primer  punto  de la Habana. 

La perversidad  de este  análisis radica  en  la descalificación de toda la política de desarrollo rural que  fue precisamente la que permitió evacuar  el primer punto. Obviamente en este aspecto,  soy parte interesada[1] y  dejo ahí. No sin antes recalcar que  esta sintomática  mala  fe  hace depender discursiva y sustancialmente el porvenir  de lo rural de lo que pase o no pase en la Habana, lo que es una evidente  falacia y  distorsión de la realidad.  

Los ejemplos cunden  de esa  mala fe  política, que  augura  una  campaña  electoral mediocre y mezquina y de confrontaciones estériles. 

¿Qué consecuencias tienen  enfoques  que  implican desencuentros y destiempos, para  utilizar la acertada  expresión de una académica? Al focalizar  el futuro  sobre  lo que sucede en lo inmediato  o  al diluir  lo inmediato  en las propuestas de futura concreción,  se está desfigurando  el presente  o  minimizando los esfuerzos  públicos y privados que  tiendan a  mejorar  la  vida colectiva en el aquí y el ahora.

 Cuando la discursividad  verbal  gana terreno, los procesos ( es decir, el "cómo")  para llegar a las metas  se estancan….








[1] Por  ser conyugue  del anterior  Ministro de  Agricultura y Desarrollo Rural. Sin embargo,  puedo   ejercer  ahora , con los necesarios  controles  de mi propia  ética,  mi  libertad  de expresión  sobre  estos temas.