Inteligencias desperdiciadas

Las lógicas discursivas de confrontación y la manera de concebir lo político llevan a la peleadera colombiana.

Se confunde un debate público con conocimiento de causa, y la necesidad personal de defenderse desde la óptica de cada quien. 

En vez de planear estrategias futuras y de estudiar de los errores pasados, todo parece indicar que, en el caso del Fallo de la Corte Internacional , los medios, los políticos , el propio Gobierno, y la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, se van a desgastar sobre si se levanta la reserva de las actas o no.

¡Como si no se supiera quién metió la pata y quién no!

Pelear desde una perspectiva personal sobre quien cometió errores o no es la mejor manera de lograr la inercia y el desperdicio de inteligencia.

En las actas no está el meollo pues, como bien se sabe, las actas no reflejan sino la versión oficial de lo que sucede. 

Eso quiere decir que no figura lo que cada quien piensa y opina, sino que le da a sus intervenciones una interpretación oficial. 

Es decir, bastante neutra. Por eso los miembros de las Comisiones aprueban las actas (a no ser que no las lean, como parece ser bastante frecuente en nuestra historia y pasa aún con los proyectos de ley)
Inteligencias desperdiciadas…

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¿INTELIGENCIAS AUTO-SUB-VALORADAS?
Las palabras, como bien decía Foucault: “no forman una mínima película que duplique el pensamiento por el lado de la fachada; lo recuerdan, lo indican, pero siempre desde el interior, entre todas esas representaciones que representan otras.”

En toda palabra hay un sinfín de contenidos, algunos de los cuales se imponen a otros por la costumbre y que reflejan tendencias, sociales o grupales.

SUMERCÉ. ¿Por qué razón se usa tanto, más allá de cierto tonito satírico que algunos empleamos para pedir un favor o matizar una crítica? Se escuchan opiniones.
 

¡QUE PENA! A diferencia del uso en Chile (equivalente a qué pesar), en Colombia y de nuevo principalmente en el altiplano cundi-boyacense, lo usamos para excusarnos de algún comportamiento negativo. ¡Qué pena! Dicen el que se cuela, la señora que se va a buscar un producto que se le olvidó cuando ya está en la fila de pago y con la cajera, quien llega tarde ( generalmente por la excusa del trancón) .¿ Es entonces esa “pena” una justificación del irrespeto por el otro?

UN TRICITO O UN POQUITO DE PACIENCIA: Como lo recalcó una por cierto mal enfocada publicidad de la Renault, el uso exagerado de los diminutivos es característico de la colombianidad. ¿Por qué? ¿De dónde proviene? ¿Responde a una actitud sicológica del comportamiento social? ¿Tiene sus raíces en la sumisión del uno al otro?

A mi modo de ver, es nuevamente un reflejo de baja autoestima colectiva y de de desigualdad de ciudadanos, notorios principalmente en la prestación de servicios (peluquería, tiendas de barrio, comercio en general). Advierto que no se trata de cuestionar o de sugerir cambio en el modo de expresarnos, lo cual es imposible desde lo racional. Solo de reflexionar sobre los significados del uso en lo cotidiano.

CIAO. La expresión se ha vuelto cotidiana, no solamente acompañada por el ridículo beso de una inteligente y capaz presentadora como Andreína de CM&. Es muy utilizada por los jóvenes. Y también (¡qué pecado!, dirían los paisas) algunos padres y abuelos.

¿Sabe alguien por qué cuando, como y donde se volvió de uso corriente, tan corriente como el OK?
En medio de tanta diarrea mental y de tanta inteligencia desperdiciada propongo hacer un alto en el camino y preguntarnos lo que refuerza el fatalismo colectivo: el por qué “somos así” para utilizar el titulo de la vieja comedia de antaño.

Aportes de cibernautas al glosario de inteligencias desperdiciadas. Falta el detestable ¿me regala?, el tuteo y el “mi amor” de los desconocidos (Hernando Jiménez)

1 comentario:

  1. Muy simpático este enfoque. Hay otras palabras de uso cotidiano que muestran otra cosa de la que significan Por ejemplo
    Ahorita. ( o peor oritica..)..Expresión que al menos en Bogotá, significa: espere hasta que Dios agrache el dedo y con paciencia.!!!

    Comparto el desgaste sobre las actas oficiales para esclarecer la verdad histórica de cualquier tema gubernamental

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