Obra y foto MTH
NO. No se trata de lo que le dijo Margarita Rosa de Francisco o cómo se refirió a la nueva interprete de Café, Laura Londoño. Tampoco se trata de comparar el pelo de William Levy con el de Guy Ecker, los labios carnudos del uno frente a los delgados del otro.
Ni siquiera se trata de aplaudir la caracterización del papel de blandengues de los dos protagonistas de la telenovela de amor, porque en el fondo ambos sebastianes lo son o lo fueron pensados así. Ni se trata de comparar como canta la Teresa Suárez de hace 26 años con la del 2021, el colorete rosado de Margarita Gaviota con el rojo encendido de Laura Gaviota 2021.
El tema es cómo vieron a la sociedad colombiana en 1994 y cómo nos ven en el 2021. Porque eso , en el fondo, tiene relación con el contenido profundo del melodrama, como lo recordaba el difunto Jesús Martin Barbero.
No se trata ni siquiera de comparar al guionista Fernando Gaitán con los actuales, - Adriana Suarez, Javier Giraldo y Paola Cazares .
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A veces , cuando veo Café de RCN y lo comparo con el de 1994, me pregunto si el eje cafetero o el empresariado cafetero se sienten representados y qué pensaría de la serie el finado Ardila Lulle. Tal vez nada, porque el café no es de su sector, como nada le dice a Caracol, porque el café tampoco es del suyo. Y rating es rating.
Pero ¿ Es el imaginario cafetero representado en esta serie alguna parte de la realidad cafetera? Por supuesto que sí. Los imaginarios son simples reflectores de lo real ( y más en tiempos virtuales de pandemias y más en época en que lo audiovisual se vuelve una manera de existir), pero no lo representan en su totalidad . Por cierto nadie tendría semejante pretensión. Entonces, ¿Cuál realidad es la reflejada?
Ese aspecto está, desde luego, sujeto a controversia y debate. El impacto de lo audiovisual no se puede resumir a un color de labios o a la personalidad de una matrona ingenua y terca como la mamá de los Vallejo, un estereotipo de la madre antioqueña.
Como tema de análisis, me parece que la nueva serie refleja dos realidades muy diferentes : la empresarial cafetera y la rural cafetera.
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La rural cafetera se refiere a lo que los franceses llaman “ image d´Epinal” . Es decir , la imagen de postal, de trabajadores que se reúnen en un café parecido a las fondas para turistas, de explicación del cooperativismo. Un ambiente en el que las recolectoras toman trago (pero ni sombra de la marihuana), son siempre amables y solo tienen dramas como el del hijo de Margarita que murió en “el monte” no se sabe por qué ni por quién. Un mundo ideal en el que la tragedia solo aflora con una de las protagonistas, lo que explica que ella no crea en el amor pero luego lo descubre con el agrónomo Salinas. Un mundo en el que una gente se acuesta con naturalidad con otra.
En la telenovela, que por supuesto tiene muchos méritos, el ambiente es muy distinto cuando se trata del empresariado exportador y productor de café. En la tele, las morbosas acostadas abundan, como toda telenovela que se respete lo requiere para obtener buena pauta.
Me he preguntado durante muchos episodios qué pensarán -no tanto la intocada Federación-, sino productores y exportadores cafeteros. Qué pensarán acerca de esa manera de mezclar lo bueno, lo malo y lo feo en proporciones que le dan un sabor, más que amargo, caricaturesco, a la nueva generación de empresarios del café.
¿Será que son así en la realidad, es decir traicioneros, mentirosos, incestuosos en lo que respecta el trato entre cuñados ? Ni qué decir de las mujeres, de las que ni siquiera se salva la Gaviota, convertida en una futura empresaria bastante ingenua y parlanchina, de minifaldas que casi muestran los calzones pero que no se atreve a decirle al papá de su hijo que es de él ? De acuerdo : el contraste entre la mamá de Gaviota, la mamá Vallejo y la mamá Gaviota es quizás lo mejor logrado. Lo mismo que la actuación, en especial de Carlos Mario el mafioso.
Pero volvamos al meollo. Si se trata de un retrato crítico de la sociedad, ( y la nuestra se lo merece en varios aspectos, pero este es otro tema), el reto es todavía grande en Colombia. Los guionistas dependen demasiado del esquema bueno y malo, que se vuelve una coraza frente a los matices.
Como decía Javier Cercas en una charla virtual del bienaventurado y recomendado festival Hay, esta vez desde Querétaro, los seres humanos somos, cada uno, una mezcla de todo. Como también lo demuestran, desde luego, La Comedia Humana , y su competidora del siglo 19, la historia de los Rougon- Macquart , de Emilio Zola.
“ Quisiera explicar – dice Zola en el prólogo de "la riqueza de los Rougon"- cómo una familia, un pequeño grupo de seres, se comporta en sociedad… trataré de buscar y de seguir, resolviendo el doble problema de los temperamentos y los ambientes, el hilo que conduce matemáticamente de un ser humano a otro ser humano… y cuando tenga todos los hilos, haré ver este grupo obrando como actor de una época histórica…
Sin duda, la receta es compleja y no se pretende que una telenovela emule con el citado Zola. Sin embargo, si de series se trata, Borgen ( ver en Netflix) si supo desnudar la realidad Danesa .
En este Café, los contrastes son demasiado protuberantes, los malos demasiado malos, es decir, corrompidos hasta la médula de la maldad y son demasiados escasos los buenos, por cierto demasiado buenecitos : Sebastián, que descubre el entramado y la Gaviota, un estereotipo de las mujeres ejecutivas en formación, esas que salen adelante de la noche a la mañana.
Uno de los problemas, desde luego, es la excesiva dependencia de la pauta publicitaria, que sutil e irremediablemente va marcando la diferencia entre lo público y la venta de pauta. Pero aún sin publicidad intercalada, como por cierto es la gracia de Netflix, sea dicho de paso: empieza a perder su independencia inicial con formatos predecibles que empiezan a parecerse demasiado.
Como decían nuestras mamás ( la mía tendría hoy 115 años): ¡Pilas! No olvidemos que el cambio social también se logra a través del arte y la imaginación audiovisuales.
Nota : acabo de cambiar el título inicial "¿ Café con aroma de ...podredumbre? porque caigo en la cuenta de que se puede prestar a malinterpretaciones que distorsionarían mi intención inicial que es el análisis de medios, en este caso de la versión 2021 de la telenovela.
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