Si, de acuerdo:
improvisación, ego alborotado del
alcalde, mala leche de las empresas, pero
¿Qué otras
lecciones sacar del caos?
1- Las basuras
son EL PROBLEMA mayor de las aglomeraciones urbanas , que
requiere solución prioritaria : ciudades como Nápoles
y Nueva York han sufrido, lo mismo que Bogotá, las consecuencias de una crisis que
tiene varias facetas, más allá
del inmediatismo de los desechos amontonados.
2- Es un sector
que no solo tiene aspectos
ambientales y de cultura ciudadana,
sino de poder económico y de manipulación política.
3- El reciclaje es una
industria que no puede abordarse
desde el asistencialismo “caritativo”
que, paradójicamente, es el enfoque retardatario
de un sector de la izquierda colombiana.
4- En las crisis, con las basuras, y de las bolsas
rotas, sale a flote la
desintegración social de la ciudadanía, la corrupción, el chantaje y la discursividad.
5- Los “recicladores” es un
eufemismo tan gaseoso como “la paz”. ¿Cuando
nos acostumbraremos a desglosar conceptos abstractos mediante el
saber hacer en vez de
discursividades diarreicas?
6- Hay muy pocos expertos en el
proceso de eliminación de desechos y muchos pontífices; por lo general, las administraciones locales no colocan técnicos en los puestos claves.
7- Las volquetas no sirven para
recoger basuras y las soluciones
apresuradas solo sirven para agravar los
problemas.
8- La mayoría de los bogotanos no
tiene idea de lo que es reciclar, ni le interesa el destino final de lo que
consume. En resumidas cuentas es “sucia”,
cualquiera que sea su estrato, porque no
es consciente de la degradación que produce.
Solo se acuerda de las basuras cuando
se amontonan.
¿Seguirá Ud. botando envolturas
por las ventanas del bus? ¿Habrá más canecas en las calles? ¿Le enseñará a sus hijos a reciclar? ¿Los
que fomentan el consumismo so pretexto
de épocas como estas navideñas aprenderán que es mejor austeridad y calidad, que derroche y desperdicio?
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