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©Michel Lafon,2014 ©fotoMTH
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No son ni piezas literarias, ni se les puede considerar como verdades en mayúscula, sino que contribuyen a
dibujar “el clima” que rodea a hechos y personajes.
En Colombia y en Cafarnaúm se toman a veces como verdad absoluta los testimonios de
traidores, criminales de cuello blanco, azul o negro; de quienes han traicionado, son chismosos, pretenden
mostrar la verdad que les conviene, todas actitudes humanas comprensibles. Aunque no son
fiables, resulta una fuente
primaria, en todo el sentido de la palabra. Algunas más
primarias que otras.
A veces, aportan
luces sobre aspectos de personajes que cuidan
tanto su vida real , que se vuelven mitos , o al menos son
mirados por un solo reflector: su bondad
o su maldad.
Eso, sin duda, sucede
con Fidel Castro, y así sucedió con los elogios o vituperios con motivo de
sus 88 años. De allí el interés del libro
“La vida oculta de Fidel Castro[1]-
las revelaciones explosivas de su escolta
personal” escrito con el apoyo del
escritor y periodista francés de la
revista Express Axel Gyldén. Juan
Reinaldo Sánchez fue su hombre de confianza durante 17años
y tiene la ventaja de haber compartido con él
sus momentos más privados con enorme admiración por “El
Jefe” , como la de haber sido perseguido inmisericordemente por él cuando decidió renunciar.
Amor convertido en amargura.
Luego de dos años de prisión, y de varias tentativas, el Teniente Coronel logró escaparse y vive
en Estados Unidos. Pero no pueden ser mentirosas
las descripciones de la vida lujosa de
Fidel en Cayo Piedra “ la isla paradisiaca de los Castro”, su
patriarcal colección de mujeres y de nueve hijos de toda la gama del reconocimiento, la amistad
total con Gabriel García Márquez, que
implicaba un tratamiento de
alto turmequé en la isla, los episodios
alcohólicos de Raúl, la manía de Fidel de grabarlo todo, la utilización de un
doble en épocas de enfermedad grave, que
se paseaba en limusina y tomaba
su lugar por La Habana, o
su extraña costumbre , maleta de dólares en mano de sus escoltas,
cuando encargaba a alguien de comprar
casa en sitios considerados de riesgo,
como en la conferencia de los no alineados. En todo caso, inteligente,
sagaz, egocéntrico, guerrero innato experto en el arte de la
guerra etc. etc.
Todo aquello, por
supuesto, lo relata el autor
en el periodo en que
estuvo como escolta. El punto de quiebre de su admiración fue la implacable
ejecución de los Ochoa por
narcotráfico cuando- versión del
escolta- presenció como Castro estuvo personalmente implicado y
les echó toda el agua sucia. Más
allá del jet set - en este caso -cubano que no solo existe en
las democracias sino también en las dictaduras, el libro servirá sin duda para tener
una imagen más real del último de los
ciclópeos líderes. Real , no sólo en el sentido de su afición
por la vida buena, sino por ser un
todopoderoso que dejó poco a poco que la revolución se
convirtiera en una rosca , lo cual no implica desconocer los éxitos
de la experiencia cubana en
construir una mentalidad colectiva y en
ocuparse de los problemas del básico vivir
como salud y educación.
Tampoco se
podrá negar la manera
como supo conquistar el afecto de su pueblo que, sin duda se demostrará al fallecer, al menos entre las
generaciones más viejas, porque para los
jóvenes será un poco como el Simón Bolívar de Suramérica. En resumidas cuentas, nuestro huésped en las negociaciones de la Habana no será un
ídolo de barro, sino de la talla que merece en
la historia de la humanidad.
RECOMENDADO: POR
SUPUESTO, “EL OTOÑO DEL PATRIARCA”, DE NUESTRO NOBEL, LA MEJOR BIOGRAFÍA ANTICIPADA DE UN FIDEL
EN LA SOLEDAD DE SU INVIERNO,
ANTES DE QUE SUCEDIERA.
[1] Aunque ya está en castellano, lo leí en
francés “ La vie cachée de Fidel castro,
les révélations explosives de son garde
du corps personnel”, Michel Lafon, 2014.