domingo, 29 de septiembre de 2019
Opinar es debatir sin pelear: ¿QUÉ PREFIERE: ¿PUBLICIDAD O “INFORMACIÓN COMERCIA...
Opinar es debatir sin pelear: ¿QUÉ PREFIERE: ¿PUBLICIDAD O “INFORMACIÓN COMERCIA...: Cuando la publicidad se traga la primera página... (Foto MTH) Tranquilícese: no se trata de hacer uno de esos sondeo...
jueves, 26 de septiembre de 2019
¿QUÉ PREFIERE: ¿PUBLICIDAD O “INFORMACIÓN COMERCIAL”? (PARTE III)
Cuando la publicidad se traga la primera página... (Foto MTH) |
Tranquilícese: no se trata de hacer uno de esos sondeos a través de los cuales un número cada vez mayor de medios de comunicación están tratando de demostrar que son capaces de medir nuestra opinión, cuando de lo que se trata es de dividir al mundo entre el si y el no, y en este caso la publicidad o la información comercial. Es decir, con el resultado de polarizar.
Los grises, es decir los que
no somos ni tan tan ni muy muy,
tendemos a desaparecer, y no voy a contribuir a nuestro entierro agregando un
sondeo más, que algunos tienen el descaro de llamar encuestas.
https://www.youtube.com/watch?v=HVHKYXJq7qo
En todo caso, después de ver ese muy recomendado y excelente documental
transmitido por Netflix, (Cambridge Analytica,
en español “No hay vida privada” ) http://bit.ly/2m0wwa7 que
sin duda debió tomar mas de un año o dos
para producirse, uno lamenta que en
Colombia ni el periodismo, ni las universidades ni los medios de comunicación tradicionales parecen
entender que la buena calidad de
los documentales existe en potencia y se puede
lograr.
Y dcspués de apasionarse por esa la excelente serie colombiana La Frontera Verde, dirigida, entre otros por Ciro Guerra https://www.youtube.com/watch?v=WqNmSbd-p88 uno concluye que, para los creativos, los canales tradicionales no son una opción.
Y dcspués de apasionarse por esa la excelente serie colombiana La Frontera Verde, dirigida, entre otros por Ciro Guerra https://www.youtube.com/watch?v=WqNmSbd-p88 uno concluye que, para los creativos, los canales tradicionales no son una opción.
El asunto no es tanto de dinero como de criterio. Por ahora nos
toca quedarnos con un un Bolívar (analizar su guión y sus actores será otro tema). Un Bolívar costosísimo, no asesorado
por la academia, en el que las
toallas higiénicas cortan sin piedad
el hilo conductor de la serie. Esto
último, desde luego, sería considerado pecado
mortal en canales canadienses, franceses o ingleses.
Pero a lo
que voy es a que la obsesión por conseguir publicidad, como si
la cantidad de comerciales demostrara la
calidad de los contenidos, muestra las
limitaciones culturales tanto de los
anunciantes como de los dueños de canales.
Poco a poco vamos llegando a la
gran pregunta: Así como la mayoría de los medios de comunicación colombianos y su periodismo se han quedado en
su mayoría (y salvo excelentes excepciones) en la pre-revolución mediática, ¿sucede lo
mismo con lo que se entiende por
publicidad?
Hoy como ayer y
probablemente como mañana, la publicidad
es la estrategia de aumentar el consumo y/o la marca.
Pero, ¿qué pasa cuando el producto es el contenido y el valor de ese ese contenido se ve demeritado por la publicidad misma de marcas
y productos? Dicho de otro
modo: ¿termina la publicidad de productos aminorando la calidad de los contenidos? Netflix
entendió el reto y por eso no le
interesan los avisos, lo que garantiza su éxito
comercial y marca la diferencia con la
posibilidad que tiene, por ejemplo, la televisión por cable , que además de los
programas graba los comerciales, lo que afecta los contenidos o/y obliga a pasar con rapidez los comerciales sin beneficio para el contenido.
La inversión en pauta publicitaria en internet
ha sido fulgurante en los últimos años. No voy a citar cifras[1] ni dejaré caer a Opinar Es Debatir Sin Pelear
en la trampa de incluir
publicidad porque yo ya no quiero ser millonaria. ¿Por qué trampa? Por
pensar que lo que escribo es
productivo en signos $...
para los demás.
En cambio, las
preguntas que sí debemos hacernos tienen que ver con la manera “tradicional”
de entender lo
publicitario frente a la revolución que ha significado internet:
Anunciantes y
sus agencias:
¿Creen
realmente en el impacto de su manera tradicional de promover consumo?
¿Son creativas
las agencias de publicidad colombianas ( o extranjeras que se meten en nuestros medios) y tienen sentido del humor?
¿Creen
que para insertarse en el medio
digital es necesario invadir
las pantallas?
¿Creen
que es
necesario y productivo
invadir series y, en general, contenidos?
¿Existen maneras de estimular patrocinios?
PARA LOS
MEDIOS DE COMUNICACION
¿Ante la
crisis que atraviesan tanto los
medios escritos (papel) como los audiovisuales y por ende
los que producen sus contenidos,
en este caso el periodismo, la
“solución” es saturar páginas y
programas?
¿No es hacerse un harakiri dándole prioridad a la envoltura que opaca la primera página?
Conclusión:
para los medios de comunicación y menos para los periodistas a sueldo, la salida a sus problemas económicos no
es dejar que la publicidad trague sus contenidos. Es
más : la publicidad incrustada en trabajos
creativos ( columnas, reportajes , entrevistas crónicas), sean digitales,
audiovisuales o en el moribundo papel, poco a poco le hacen perder calidad a los contenidos.
Lo mismo ha
sucedido en Colombia con series
supuestamente históricas como la ya
mencionada, en las que se corta el hilo
con todo tipo de publicidad. Es, en
un caso como en el otro, una falta de respeto. Pero, además, tiene otra
consecuencia de la que no se percatan ni publicistas, ni agencias, ni anunciantes, ni por supuesto, los dueños : la pérdida de valor de los
contenidos por más calidad y esfuerzo de
creatividad que tengan.
Sugerencia para los anunciantes: unas sesiones de
sicoanálisis comercial, a ver si cambian de perspectivas y sacuden
sus inconscientes colectivos de lo que creen es nuestro país y la producción creativa de contenidos.
[1] Su mercé: tómese
el trabajo de buscar por Internet
los estudios que se han hecho al respecto. Y le sugerimos, para tener la versión completa, leer a continuación, las dos primeras partes: ¿Qué pasa con los medios de comunicación colombianos? (I); ¿Qué pasa con el periodismo colombiano? (II)
jueves, 12 de septiembre de 2019
¿QUÉ IMPLICA UNA NUEVA ERA PARA EL PERIODISMO COLOMBIANO? (II)
Nuevas generaciones: ¿Escogerán fatalismo o innovación? (Foto MTH) |
El otro día
escuché por radio - en una emisora para la cual, como en muchos medios
de comunicación, esta abuela
cibernauta no existe o es
una vieja imposible* ,
una frase que dio en el clavo.
Alejandro Santos - quien hace ya siglos fue alumno de esta vieja imposible en alguna fugaz clase olvidada, dijo que habrá que ver si los que siguen a NoticiasUno aceptarán pagar por noticias. Y Semana afirma también que la decisión (de los accionistas) no fue política sino empresarial, como si eso la justificara (ver Parte I).
Alejandro Santos - quien hace ya siglos fue alumno de esta vieja imposible en alguna fugaz clase olvidada, dijo que habrá que ver si los que siguen a NoticiasUno aceptarán pagar por noticias. Y Semana afirma también que la decisión (de los accionistas) no fue política sino empresarial, como si eso la justificara (ver Parte I).
Continúo: En Colombia no tenemos una tradición de TV pública como Inglaterra y su BBC. La
televisión pública colombiana se empezó
a deteriorar -al menos en cuanto a
información se refiere- cuando sucumbió
a ciertas tentaciones gubernamentales, bien sea nacionales
(como cuando algún noticiero mereció
el nombre de lambicolor), o locales (¡qué lastima que en el Canal Capital, Hollman Morris borrara
con el codo lo que había ganado
a puro pulso!).
De todas manera, hay avances. Señal Colombia, que es pública, ya tiene luz propia, y programas de universidades como UNanálisis, la Emisora Javeriana y la de la Jorge Tadeo Lozano han sabido entender que no se trata de competir con los grupos
económicos y sus lógicas comerciales, o
de lanzar al estrellato a futuros
ministros - como sucedió con el actual
de Comercio Exterior y la Universidad del Rosario-. También entienden que no se trata de organizar foros de sillón, sino de mostrar
que los profesores universitarios si saben lo que enseñan y contribuyen al desarrollo analítico del país).
Volviendo al
tema, en un país que no tiene buena tradición de TV pública, y menos en información, no se puede negar que en
lo empresarial privado está el meollo del
asunto, tanto en relación con Noticias Uno como con el futuro del
periodismo.
¿QUÉ OPCIONES TIENE NOTICIAS UNO?
·
Opción
1: Sigue en el canal 1, gana el pulso
con los accionistas mayoritarios que lo
quieren sacar, y no se diluye en
CM& gracias al constante apoyo ciudadano. Pero, como sucede con las marchas colombianas de protesta, ¿hasta cuándo durará el entusiasmo ciudadano sin más compromiso que apoyar de
palabra, pero no de obra?
·
Opción 2: Noticias Uno se queda en el canal y demanda, con buenas
perspectivas de ganar (dentro de varios años), pues quienes quieren
sacar a
la productora y accionista minoritaria
están violando las condiciones de la concesión del espectro electromagnético, que
es un bien público.
·
Opción
3: Noticias Uno se lanza al ciberespacio y acepta el reto, tanto periodístico como económico; lo complementa con excelentes programas de opinión, que tanta falta hacen, y/o programas culturales que analicen de manera constructiva es decir, de análisis crítico, eventos como ArtBogotá * o libros de nuestros escritores, y, en general obras o actividades de los creativos, con algo más de profundidad. No competiría ni con CNN no con los noticieros de Caracol y RCN, sino que tendría su nicho propio y alianzas de contenido internacional diferentes, que hicieran más énfasis en el análisis.
En cualquiera de las tres opciones, el reto periodístico de Noticias Uno es aceptar el reto de la independencia, como lo ha hecho hasta ahora. La diferencia está
en los riesgos que asume y en la innovación.
En el fondo,
son los mismos retos que debe
afrontar el periodismo colombiano. Como sucede,
por cierto, con el periodismo en cualquier
parte del mundo, pero con características específicas que es
necesario analizar para no
terminar en generalizaciones teóricas.
Una
reflexión similar se requiere de parte de las facultades y escuelas de periodismo, que en buena parte siguen cerrando los ojos a las realidades colombianas y a veces aplican modelos poco motivadores de la tan mentada "innovación".
Los riesgos son:
Los riesgos son:
- Asumir las consecuencias de no seguir creyendo que nuestro periodismo es excelente . Las pocas excepciones a ese conformismo ( Mauricio Gómez, Cecilia Orozco y su equipo, Radio Nacional, Unanálisis, medios digitales, emisoras universitarias, etc. etc.) solo confirman la regla general. Porque se termina aceptando como medios de comunicación "modelo" o bien a los que pertenecen a grupos económicos o bien medios públicos apéndices de gobiernos nacionales o regionales. Aclaración necesaria: No afirmo que todos los periodistas que trabajan en medios de comunicación de conglomerados son pésimos. Por el contrario, creo que se desperdicia su talento y que algunos sobresalen al mantener la calidad y la ética del periodismo, a pesar de un ambiente adverso que valora más a las niñas pechugonas y piernudas que la investigación.
- Asumir los riesgos de apostarle al duro mundo digital, como lo hicieron medios de comunicación y periodistas pioneros como la Silla Vacía, Las dos orillas (medios, por cierto, liderados - como Noticias Uno- por mujeres), o Razón Pública. Los ejemplos empiezan a abundar: de quijotes solitarios, como Gloria Ortega y sus sentipensantes, la trayectoria digital de una María Teresa Ronderos, periodistas community managers cuyas aspiraciones no son solo comerciales sino también sociales y de información periodística ética. O redes como la de radios comunitarias liderada por Mauricio Beltrán.
Sin duda, en Colombia es necesario cambiar el chip según el cual el periodismo
digital no puede subsistir a menos de ser apéndice
de los medios tradicionales. A mi modo de ver, la solución
para los primíparos del ejercicio profesional no es dedicarse a vegetar. Es arriesgarse,
independizarse o fortalecer innovaciones valederas de lo tradicional. La Pulla, por ejemplo, es un caso
en el cual hay acuerdo y
creatividad desde un medio tradicional como El Espectador y una nueva generación que busca formas diferentes de sátira o crítica independiente como pauta de navegación. La mesa de Carlos Cortés es otro ejemplo, por cierto mucho más inteligente y creativa que los tradicionales youtubers al estilo de Danel Samper Ospina, de aquellos que alaban desde Miami a Alvaro Uribe o José Obdulio Gaviria, y desde Bogotá al metro de Petro o similares. Porque en éstos últimos, lo que lo que más importa es el ego, propio o ajeno.
Otras opciones son viables. Empiezan a brotar de todas partes, como Puralidad Z, expresando la necesidad colombiana de tener y ofrecer nuevas maneras de informar y opinar. Las podrían ofrecer también el cubrimiento, desde el terreno, que hacen los periodistas regionales. Si se les dejara más tiempo, tanto para investigar como para informar, si se les pagara mejor, tendrían más incidencia en la calidad de nuestro periodismo que las estériles mesas de trabajo.
Otras opciones son viables. Empiezan a brotar de todas partes, como Puralidad Z, expresando la necesidad colombiana de tener y ofrecer nuevas maneras de informar y opinar. Las podrían ofrecer también el cubrimiento, desde el terreno, que hacen los periodistas regionales. Si se les dejara más tiempo, tanto para investigar como para informar, si se les pagara mejor, tendrían más incidencia en la calidad de nuestro periodismo que las estériles mesas de trabajo.
El reto de la innovación en periodismo es entonces inventar o acogerse a nuevas
formas multimediales, pero no quedarse en la tecnología o en el estático pasado, aceptando modelos desuetos. Pero, eso sí, no basta una intención: la calidad del contenido se vuelve determinante, y requiere un equipo profesional e interdisciplinario.
Aceptar nuevas
formas de periodismo y, sobre todo, aceptar que los contenidos son más importantes que las tecnologías,
son retos para las nuevas
cohortes (perdonen ese término horrible) de millenials.
Aceptar que tanto los egresados de pregrado, como los periodistas en ejercicio que no se encuentran a gusto bajo la coraza de los medios oligopólicos, y los viejos usuarios de redes, tenemos algo que decir y que hacer, más allá de lamentarnos.
Aceptar que tanto los egresados de pregrado, como los periodistas en ejercicio que no se encuentran a gusto bajo la coraza de los medios oligopólicos, y los viejos usuarios de redes, tenemos algo que decir y que hacer, más allá de lamentarnos.
Se trata entonces de convertir al periodismo tradicional en Comunicación interactiva Profesional CIP, como la he llamado en este
antidiluviano blog (recuerden que ya no soy
periodista sino esforzada abuela cibernauta)
¿ENTONCES, QUÉ?
(Foto MTH) Eslogan de Mediapart: ¡Solo nuestros lectores nos pueden comprar! |
No nos digamos mentiras:
Si se acepta esa nueva opción de periodismo multimedial independiente, se requieren contenidos que el usuario interactivo esté dispuesto a pagar: calidad de información y de investigación tanto o mas que para brindar apoyo a una gestión económica y no utópica de las plataformas.
No se trata de dinerales, pero tampoco de creer que el nuevo periodismo atractivo sea simple competencia de memes.
Tomemos el caso de Mediapart, creada por un grupo
de periodistas del periódico Le Monde, que decidieron emigrar cuando un "cacao" compró el diario. Liderados por el entonces jefe de
redacción Edwy Plenel, aceptaron el reto de preferir la independencia.
La calidad de sus investigaciones periodísticas en la nueva era han tenido repercusión nacional e internacional.
La calidad de sus investigaciones periodísticas en la nueva era han tenido repercusión nacional e internacional.
Quienes apoyamos al periodismo independiente, debemos
aceptar que hay que pagar por noticias y, en general por contenidos de calidad.
Por ejemplo, en el caso ya citado, ha llevado a centenares de miles de usuarios a suscribirse a Mediapart (que ahora tiene una
sección en español). ¿El costo? Compruébelo Ud: en promoción 1 euro ( $3722 ) por 15 días y 11 Euros mensuales después de ese periodo ($40.722) . Además de esa tarifa, hay otras dos: reducidas , a 5 Euros y de apoyo ( de máximo 15 Euros mensuales, para evitar concentración).
En este caso como en otros, el suscriptor acepta financiar porque también está defendiendo una causa: la de la independencia periodística en
la nueva era digital. Y él mismo puede aportar contenidos, siempre y cuando, claro está, sean de óptima calidad y aprobados por el comité de redacción.
En Colombia, ¿Está Ud. dispuesto a aceptar las reglas de juego de esta nueva manera interactiva de apoyar al periodismo? Yo
sí. En vez de depender de y apoyar a gaseosas
o al colombiano más rico que figura
en la revista Fortune, prefiero la migración digital completa. Y eso que, todavía
por nostalgia, pertenezco a la generación del papel. Pero no sucederá lo mismo con las generaciones de menos de 30 años. Para ellos
y sobre todo para los millenials (es decir, los que tienen hoy 19 años) el periódico en papel y su mentalidad ya no serán
más que un vejestorio.
Pero además, los investigadores y académicos deberán mostrar a los jóvenes nuevos caminos que
fortalezcan al periodismo innovador, más
allá de tecnologías y foros de
sofá. Merecen también la oportunidad de renovarse.
Espere , el próximo jueves, parte III: la
publicidad ya no es como la pinta
la mentalidad del papel.
__________________
Millenials y otros: ¿nuevos caminos en el 2019? |
*Me sucedió por primera vez después de la investigación “la industria de los medios masivos de
comunicación en Colombia” con sus telarañas de propiedad. La financió Fescol y el CID de la Universidad Nacional.
A veces debe uno escoger caminos, lo que , frente a los poderes económico, político o comunicacional, implica hoy también, no esperar propuesta de otros caminos distintos de la investigación académica, la Comunicación Interactiva Profesional o la libertad para innovar y conquistar el ciberespacio)
* Un ejemplo sobresaliente: el análisis que hizo en la Revista Arcadia Sylvia Suarez "Nuestra deuda con el arte" .
Ojalá revistas decadentes como El Malpensante o la propia Arcadia siguieran el ejemplo.
....Y ojalá que Noticias Uno no aspire a quedarse en el universo audiovisual de "lo sé todo", sino que aproveche la oportunidad para dar el salto.
A veces debe uno escoger caminos, lo que , frente a los poderes económico, político o comunicacional, implica hoy también, no esperar propuesta de otros caminos distintos de la investigación académica, la Comunicación Interactiva Profesional o la libertad para innovar y conquistar el ciberespacio)
* Un ejemplo sobresaliente: el análisis que hizo en la Revista Arcadia Sylvia Suarez "Nuestra deuda con el arte" .
Ojalá revistas decadentes como El Malpensante o la propia Arcadia siguieran el ejemplo.
....Y ojalá que Noticias Uno no aspire a quedarse en el universo audiovisual de "lo sé todo", sino que aproveche la oportunidad para dar el salto.
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