Cuando la publicidad se traga la primera página... (Foto MTH) |
Tranquilícese: no se trata de hacer uno de esos sondeos a través de los cuales un número cada vez mayor de medios de comunicación están tratando de demostrar que son capaces de medir nuestra opinión, cuando de lo que se trata es de dividir al mundo entre el si y el no, y en este caso la publicidad o la información comercial. Es decir, con el resultado de polarizar.
Los grises, es decir los que
no somos ni tan tan ni muy muy,
tendemos a desaparecer, y no voy a contribuir a nuestro entierro agregando un
sondeo más, que algunos tienen el descaro de llamar encuestas.
No creo tampoco que, en el caso colombiano, estemos llegando -al menos en lo que a consumo se refiere- a la sofisticación que, en el caso de la política, llevó a Cambridge Analytica a manipular desde adentro la voluntad de los electores, llegando por algoritmos a enviar los mensajes que reforzarían en la mente de cada individuo población objetivo, su intención de comprar o de votar. Quizás no estemos lejos.
https://www.youtube.com/watch?v=HVHKYXJq7qo
En todo caso, después de ver ese muy recomendado y excelente documental
transmitido por Netflix, (Cambridge Analytica,
en español “No hay vida privada” ) http://bit.ly/2m0wwa7 que
sin duda debió tomar mas de un año o dos
para producirse, uno lamenta que en
Colombia ni el periodismo, ni las universidades ni los medios de comunicación tradicionales parecen
entender que la buena calidad de
los documentales existe en potencia y se puede
lograr.
Y dcspués de apasionarse por esa la excelente serie colombiana La Frontera Verde, dirigida, entre otros por Ciro Guerra https://www.youtube.com/watch?v=WqNmSbd-p88 uno concluye que, para los creativos, los canales tradicionales no son una opción.
Y dcspués de apasionarse por esa la excelente serie colombiana La Frontera Verde, dirigida, entre otros por Ciro Guerra https://www.youtube.com/watch?v=WqNmSbd-p88 uno concluye que, para los creativos, los canales tradicionales no son una opción.
El asunto no es tanto de dinero como de criterio. Por ahora nos
toca quedarnos con un un Bolívar (analizar su guión y sus actores será otro tema). Un Bolívar costosísimo, no asesorado
por la academia, en el que las
toallas higiénicas cortan sin piedad
el hilo conductor de la serie. Esto
último, desde luego, sería considerado pecado
mortal en canales canadienses, franceses o ingleses.
Pero a lo
que voy es a que la obsesión por conseguir publicidad, como si
la cantidad de comerciales demostrara la
calidad de los contenidos, muestra las
limitaciones culturales tanto de los
anunciantes como de los dueños de canales.
Poco a poco vamos llegando a la
gran pregunta: Así como la mayoría de los medios de comunicación colombianos y su periodismo se han quedado en
su mayoría (y salvo excelentes excepciones) en la pre-revolución mediática, ¿sucede lo
mismo con lo que se entiende por
publicidad?
Hoy como ayer y
probablemente como mañana, la publicidad
es la estrategia de aumentar el consumo y/o la marca.
Pero, ¿qué pasa cuando el producto es el contenido y el valor de ese ese contenido se ve demeritado por la publicidad misma de marcas
y productos? Dicho de otro
modo: ¿termina la publicidad de productos aminorando la calidad de los contenidos? Netflix
entendió el reto y por eso no le
interesan los avisos, lo que garantiza su éxito
comercial y marca la diferencia con la
posibilidad que tiene, por ejemplo, la televisión por cable , que además de los
programas graba los comerciales, lo que afecta los contenidos o/y obliga a pasar con rapidez los comerciales sin beneficio para el contenido.
La inversión en pauta publicitaria en internet
ha sido fulgurante en los últimos años. No voy a citar cifras[1] ni dejaré caer a Opinar Es Debatir Sin Pelear
en la trampa de incluir
publicidad porque yo ya no quiero ser millonaria. ¿Por qué trampa? Por
pensar que lo que escribo es
productivo en signos $...
para los demás.
En cambio, las
preguntas que sí debemos hacernos tienen que ver con la manera “tradicional”
de entender lo
publicitario frente a la revolución que ha significado internet:
Anunciantes y
sus agencias:
¿Creen
realmente en el impacto de su manera tradicional de promover consumo?
¿Son creativas
las agencias de publicidad colombianas ( o extranjeras que se meten en nuestros medios) y tienen sentido del humor?
¿Creen
que para insertarse en el medio
digital es necesario invadir
las pantallas?
¿Creen
que es
necesario y productivo
invadir series y, en general, contenidos?
¿Existen maneras de estimular patrocinios?
PARA LOS
MEDIOS DE COMUNICACION
¿Ante la
crisis que atraviesan tanto los
medios escritos (papel) como los audiovisuales y por ende
los que producen sus contenidos,
en este caso el periodismo, la
“solución” es saturar páginas y
programas?
¿Creen
que es
rentable disfrazar a la
publicidad con el pomposo nombre de
“información comercial”, de anular el
impacto de la primera página
periodística en el caso de la versión en papel?
¿No es hacerse un harakiri dándole prioridad a la envoltura que opaca la primera página?
¿No es hacerse un harakiri dándole prioridad a la envoltura que opaca la primera página?
Conclusión:
para los medios de comunicación y menos para los periodistas a sueldo, la salida a sus problemas económicos no
es dejar que la publicidad trague sus contenidos. Es
más : la publicidad incrustada en trabajos
creativos ( columnas, reportajes , entrevistas crónicas), sean digitales,
audiovisuales o en el moribundo papel, poco a poco le hacen perder calidad a los contenidos.
Lo mismo ha
sucedido en Colombia con series
supuestamente históricas como la ya
mencionada, en las que se corta el hilo
con todo tipo de publicidad. Es, en
un caso como en el otro, una falta de respeto. Pero, además, tiene otra
consecuencia de la que no se percatan ni publicistas, ni agencias, ni anunciantes, ni por supuesto, los dueños : la pérdida de valor de los
contenidos por más calidad y esfuerzo de
creatividad que tengan.
Sugerencia para los anunciantes: unas sesiones de
sicoanálisis comercial, a ver si cambian de perspectivas y sacuden
sus inconscientes colectivos de lo que creen es nuestro país y la producción creativa de contenidos.
[1] Su mercé: tómese
el trabajo de buscar por Internet
los estudios que se han hecho al respecto. Y le sugerimos, para tener la versión completa, leer a continuación, las dos primeras partes: ¿Qué pasa con los medios de comunicación colombianos? (I); ¿Qué pasa con el periodismo colombiano? (II)
No hay comentarios:
Publicar un comentario