¿Qué cree Ud que pasará con las ediciones dominicales en papel que cada vez menos lectores recibimos los domingos, pero que producen cierta sensación de cansancio y repetición ?
No cabe duda: el papel ya no será lo que fué por una razón sencilla: a las nuevas ( menores de 45 años) generaciones ya no les interesa. Ya no les produce ni siquiera una emoción triste por una sencilla razón: no les ha tocado la que otros llaman fruición de sentir ese papel como parte de su lectura, lo que todavía puede suceder con los libros, siempre y cuando los padres o los abuelos todavía los lean a sus hijos o nietos.
Un factor adicional en Colombia tiene que ver con características de la mediático-endogamia : Consejos editoriales eternizados de personas que nada tienen que ver con la evolución digital ni por cierto con el periodismo; cumbres borrascosas de editores y directores de escritorio ( no me refiero a los recién salidos) que a veces se dedican a ser intelectuales a lo festival HAY, columnistas que, salvo notables excepciones, no aportan conocimiento, funcionarios públicos dedicados a "escribir" sus hazañas ( a veces por mano ajena).
Sin mencionar los larguerones que no son de cosecha propia sino comprados como productos en el mercado internacional ( por ejemplo un A Fondo de APP " diez años después, la Primavera Arabe aún mantiene viva la llama"). O cosechas propias de dudoso "lanzamiento" por ejemplo, "Nicky Jam es un tipo normal, tiene sentimientos y a veces está jodido", de la redacción domingo)
En esta pandemia, lo que deberían estar preguntándose los medios escritos rescatables como, a mi modo de ver son El Espectador y El Siglo, es si la pandemia les ha producido alguna necesidad de cambiar. No veo a los demás dispuestos a estudiar lo que sucede en otras partes, qué sabor tienen los artículos de El País de España para ser tan buenos, por qué a ciertos colombianos, el británico The Economist es indispensable, Sin mencionar al Post ni al NY Times.
Sin duda, el nivel de los principales medios nacionales escritos es lamentable. Plagados de publicidad invasora de contenidos y de página entera. Ni hablar de los contenidos .
Y un consejito a El Espectador : no dude más . Su semanario del domingo puede ser el reemplazo de la desvencijada Semana.
Pero, eso si, no se digan mentiras. La nueva "bandera" de Semana en la que la letra de Vicky Dávila es mayor que la del resto y una cantidad de periodistas redactores de bocadillos no garantizan calidad sino más y más "bovadillos (la orgía de la discordia, " la ayuda está en camino" - dice Biden etc etc ).
No quiero ser ave de mal agüero , pero me temo que año 2021 será una dura prueba para la mal llamada "prensa" ( término del siglo XVIII) colombiana en papel. Será una oportunidad para los medios regionales. Y también para los digitales, si siguen el mismo camino de no desprenderse de los viejos esquemas .
De no producirse una saludable sacudida, el medio colombiano ya ni siquiera será el mensaje , y será cada vez más fácil encontrarlo en otra parte del mundo en la que se escriba sobre Colombia porque allá si , se valora la investigación. La que no se alimenta de filtraciones o de reverencias a los poderes, sino de tiempo y reconocimiento con buenos salarios.
PS: Ah, y otro consejito de esta abuela cibernauta para los futuros periodistas: ¡Conquisten territorio en las redes sociales en vez de satanizarlas!
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