domingo, 16 de enero de 2022

RESEÑA : ¿QUIEN ERA SPINOZA?

SPINOZA
STEVEN NADLER *
AKAI BIOGRAFÍAS
2021 @Ediciones  Akal  S.A
443 páginas


Foto MTH

El domingo antepasado,  El Tiempo,  en su sección A Fondo,  reprodujo  una  Entrevista  de Hugo  Alconada Mon, del diario  argentino La Nación, a Enrique Krauze. Una de esas entrevistas que  deberían hacer algunos periodistas culturales colombianos, que se limitan  a mostrar  qué  se  dice pero no  lo que no se dice,  a hablar de novelas pero  desconocen el genero ensayo y mucho más la  filosofía.

Pues  bien,  cuando, como punto  final, le pregunta   entrevistado qué  sugiere para distraerse en tiempos de pandemia,  éste  dice haber encontrado  consuelo  en la lectura del  filósofo Baruch Spinoza.

Me sobresalté porque en tiempos de pandemia,  acababa de leer una excelente biografía de Steven Nadler,  sobre  este  poco  conocido pensador que  representó una  de las mayores revoluciones filosóficas de la humanidad. 

 La noción de  filósofo no se suele asociar  a revoluciones y, sin embargo,   está en el fondo  de  todas ellas.  Algunos   dudan  si   Spinoza  fue o no  fue   filósofo o  teólogo pero en todo caso matemático  ( como Descartes y Leibniz)  ese hombre   que  heredó el  comercio de  su padre, que   fue expulsado  de manera tajante e inusual de la comunidad judía de Ámsterdam en   1656 por un fulminante Herem (anatema) y  que  pasó la mayor parte de su vida  en    una  habitación, ya sea en  Ámsterdam,  en  Rijnsburg,  on Woorburg ( en las afueras de La Haya). 

 Puliendo  lentes, productor de telescopios y  microscopios  y reflexionando  sobre la vida, la naturaleza, Dios, el ser humano y su Felicidad; desmontando intelectualmente el papel de las jerarquías eclesiásticas con,  desde  luego,  una profunda reflexión  sobre la ética y la organización del Estado. Pero eso sí  carteándose con los principales cerebros de su tiempo, impresionados por su  inteligencia y su capacidad de análisis geométrico.

A mi modo de ver,  en el caso de  Spinoza, los contextos  son  necesarios, no solo de los ires  de  la familia  Spinoza de origen español y  Sefaradí, sino de la historia de los Países Bajos españoles,  de la Europa de las religiones y de las migraciones, en las que  Nadler ahonda de manera impecable.

Spinoza es  históricamente  también,   producto de  ese desastre que  fue  la inquisición de la Reina Isabel la Católica que de católica tenía muy poco, pues  era una   de las fanáticas más aberrantes. Si,  así es  como  deberíamos leerla y verla  sus  vasallos  en  América, sin   tumbar   estatuas  pero averiguando su papel en la historia. Porque,  en el mismo  año en que  España  descubrió por   casualidad  a América, estos precursores del nazismo Don Fernando y  (sobre todo) doña Isabel expulsaron a los  judíos y acabaron con la  España Mudéjar. 

En  1537, Carlos  V,  como  gobernador de los Países  Bajos,  facilitó  la  migración de los no conversos  a Ámsterdam. Todo ese contexto   de  Askenazis y  Sefaradíes  en los Países Bajos  es  explicado con detalle por Nadler, lo mismo que la vida interna de sus comunidades, el papel de los rabinos,  las relaciones comerciales  con    América, especialmente Brasil. Y   la magnitud de  la peste que asoló a Europa. 

Lo mismo hace  el autor   con Spinoza,    cuya  vida es hasta cierto punto un misterio. Con  fuentes primarias, especialmente cartas y cotejo de fechas,   hace  una serie de deducciones impecables.


Foto MTH


Solo en ese minucioso contexto europeo se entiende la almendra de la revolución intelectual  Espinosista, que fue demoledora  contra las jerarquías  religiosas. De allí su permanente  sigilo y el real  temor de  ser  asesinado, lo que no impidió que,  desde la soledad, sus ideas  tuvieran  una serie de   discípulos  y admiradores en la sombra, regados por  toda Europa. 

El  contexto explica por qué  su ética y sus  escritos fueron de tal dimensión  explosiva que se resistió en un comienzo  a publicarlas   con nombre propio y de la  editorial. Pero fue tal la conmoción  que  terminó creando  esa nueva interpretación del mundo,  que sus  amigos   publicaron  sus  escritos como obra  póstuma cuando murió a los  39 años de tuberculosis, causada en parte por  herencia genética y en parte  por  la pulida de los lentes.

El mérito de esta  biografía es  dejar  para lo último  la explicación de  una obra difícil.  Difícil porque se explaya con  criterios  matemáticos y no de carreta.

Para Spinoza,  Dios  es sustancia  infinita y única.  Es decir,  que no  regaña,  no es a imagen y semejanza del  ser humano, no  castiga, no  incide en mediaciones. Difícil de aceptar en una tradición española y católica que se basa sobre todo en  actuar  “Dios mediante” o  “Gracias a Dios”.

Spinoza   cree que  Dios es producto ( hasta  cierto punto ) de la razón.  Si esto es hoy  revolucionario,  como lo sería  en  el siglo  17 viniendo de un habitante  de los Países  Bajos,  que además  seguía  la huellas de los  geómetras  y matemáticos en medio de las guerras  entre protestantes y católicos. Un hombre llamado despectivamente  el  “judío de  Voorburg”, que terminó  atacando  las supersticiones  y los clérigos, que no cree en los milagros. Un hombre que  argumenta  que  el infierno  es  causa de la superstición y clama por la libertad de las ciencias y de las artes. Un determinista que,   sin embargo,  no implica para  Spinoza  la pérdida de la libertad humana.

Un filósofo  cuyo tratado fue   condenado por “blasfemo y peligroso,  corrupto y detestable” escrito   además en latín para evadir represalias. Y eso en un ambiente  sacudido  por Descartes,   una lucha que se  vivió  también  por las universidades  de los Países  Bajos, entre los enemigos de Descartes, los protestantes conservadores, los fundamentalistas  de todas las religiones  y los liberales.

Sin duda, Akal biografías, editorial de Argentina da en el clavo   con esa colección de  biografías,   escritas  por especialistas para no  especialistas. 

*Steven Nadler  es  el seudónimo de William  Hay,  profesor de filosofia y de  estudios  judíos  de la Universidad de Wisconsin-Madison

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