EL LLAMADO DEL JAGUAR
MARTIN VON HILDEBRAND
Mi vida en el Amazonas
Prólogo de Wade Davis
DEBATE Penguin Random House Primera edición, mayo 2024 *
NOTA : DESPUES DE LEER, ESCUCHAR AL FINAL : conversación con Martin Von Hildebrand en el podcast " Ocurrencias en Gotas" (Octubre 6 de 2022)
PARTE II
POR LOS SENDEROS DE LA ANACONDA
¿Por qué Martin von Hildebrand dedica su libro a Roque Roldán y quien es él ?
¿Cómo el liderazgo y la obsesión de Martin Von Hildebrand lograron convertir en resguardos 18 millones de hectáreas?
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“La lógica cartesiana limita la comprensión”- escribe Von Hildebrand, este bogotano-irlando -alemán que conserva su acento rolo. Y agrega: “Son los cuentos, los mitos los que permiten que entendamos al mundo ” ( 105) .
MUNDOS SIMILARES, Y EL DE ROQUE ROLDÁN
Volvamos al relato de su vida en el Amazonas. En la medida en que se adentra en el conocimiento de este vasto territorio, el autor empieza a hacer comparaciones. Como hijo de irlandesa, cuando su madre va visitarlo y a pasar un inolvidable mes con él en la Amazonía, entiende el peso de los recuerdos: ella y Fisi, el capitán de los andoques , indomables , ligados por un pasado común, “compartían el recuerdo de la ocupación, el despojo y la esclavitud” (185).
Los horrores entre la persecución contra los rituales celtas y las barbaridades de la casa Arana, el bárbaro encarcelamiento de su abuelo y los horrores de la cauchería nos recuerdan que hay, en esos dos rincones del mundo, mas similitudes de lo que se podría pensar.
Por ejemplo, señala el comercio de esclavos indígenas, cuando los irlandeses se convirtieron “en la mayor fuente de ganado humano para los comerciantes ingleses entre 1641 y 1652” . En “ apenas once años, más de trescientos mil irlandeses fueron vendidos como esclavos “ (185)
En la Amazonía, los relatos de Martín Von Hildebrand se van construyendo a través de los apuntes de lo que mira, escucha, siente y conversa con los indígenas. Van despertando su curiosidad por adentrase en la selva, a veces oscura, de los aventureros de la Amazonía, como un tal Gil que nunca pudo ser rescatado y tantos otros tragados por la manigua.
No es fácil saber contar y MVH lo hace de manera tan agradable, que el lector se deja llevar por esas historias que convierte en una mina de detalles. Por ejemplo, qué son el manbeo, el casabe, el ritual de sal de monte o la diferencia que hay en entre pasos largos de los aventureros y la necesidad de adaptarse al paso corto de los indígenas :
“…nosotros , en cambio damos pasos largos, tirando el peso del cuerpo hacia adelante y haciendo mucho ruido. Aprendí que mi forma de caminar no era la mejor porque, si al último momento uno ve una culebra en el camino, es difícil detenerse. En cambio, el caminar de los indígenas es mucho más ágil ( 219)
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Bueno, espero nunca encontrarme , como cuando niña, me quedé dormida a orillas del río Negro en Utica, y una larga culebra pasó rozando mis pies, dejándome largo rato con la rigidez helada de una estatua egipcia…
Pero quien es ese Roque Roldán al que Von Hildebrand dedica nada menos que el libro?
Es nada menos que un chamán bogotano de nuestra selva jurídica, es decir, un abogado especializado en derecho indígena, que guía al autor “a través del laberinto legal, en la búsqueda de los derechos de los pueblos indígenas de la Amazonía Colombiana”. Eso significa, en lenguaje citadino, que hay que desenredar la pita para poder llegar a un resultado que se mantiene en la cabeza de Von Hildebrand como una obsesión: conseguir la protección jurídica de los derechos de los pueblos indígenas, sin convertirse en los malos ejemplos históricos de supuestos “protectores”.
Martin Encuentra una respuesta favorable a su empeño con los sucesores de su mentor, el antropólogo Reichel -Dolmatoff. Álvaro Soto, director del Instituto Colombiano de Antropología, lo apoya en el proyecto de un Centro de Investigaciones en el amazonas. Y el propio Roque Roldán, hoy fallecido, se convierte en su guía por la maraña jurídica.
Roque Roldán había liderado, desde el Incora, el reconocimiento de muchos resguardos, exlica Martin. Lo conoció- “por casualidad”, y para Martín Von Hildebrand, fue decisivo el apoyo de ese abogado demócrata cristiano, que no duda en calificar : “quizás la persona que tenía mucha credibilidad, que más sabía de política indigenista en el país, un abogado que miraba ante todo el espíritu de las leyes “(337-343)
(¡Cuanta falta hacen! – suspiro en mi interior y entre paréntesis- ¡cuanta falta hacen abogados que guíen a los medios masivos de comunicación y a sus improvisadas reporteras enmarañadas en las explicaciones jurídicas de los constantes proyectos de ley ! ¿ será porque los que hacen el libreto tampoco saben mirar “el espíritu de las leyes” al estilo Montesquieu?)
Nuevamente, como en otros temas, aparece el nombre de Virgilio Barco, Presidente discreto, desconocido y de palabras balbuceantes , que concreta decididamente en este caso, los resguardos de Mirití, del Vaupés , del Predio Putumayo, del Apaporis.
“ En el corredor de la antigua Casa Arana, en donde los caucheros habían exterminado al ochenta por ciento del pueblo Huitoto, el Presidente de Colombia les entregó así a los indígenas el territorio que les pertenecía desde siempre”- escribe Martin (363). luego aprobaron los resguardos del Guainía, todo cual contribuiría a “ crear el territorio indígena continuo mas grande del mundo: dieciocho millones de hectáreas” ( 367-368)
En esa selva jurídica, tres fueron las luchas semánticas para llegar a acuerdos : 1- la definición de indígenas, 2- La escogencia entre población indígena o pueblos indígenas , 3- el debate sobre dos palabras que terminan por ser muy diferentes: tierras y territorios.
El mismo entusiasmo de tres presidentes colombianos que comprendieron que no se trataba de una carreta. Es decir, en los términos directos de MVH “una jerga excesivamente profesional que , a fin de cuentas era otra forma de colonialismo: trataban de imponer , de dominar, de demostrar que el otro no sabía” ( 386) sino de un importante proceso que tenía como eje a los propios indígenas y casi la mitad del país abandonada a su suerte.
Fue así como se creó, con el decreto 632 de 2018 ( 467y ss), el piso jurídico que le permitió a los pueblos indígenas más autonomía y más responsabilidades, y se le da a las culturas del río Pirá el carácter de Patrimonio Inmaterial de la Nación.
(Ojalá que los pueblos indígenas de Colombia no desperdicien esa oportunidad como estamos desperdiciando lo que también se puede definir con una palabra: Democracia.)
Y fue así como le otorgaron multitud de premios, incluído el llamado “Nóbel Alternativo: El ” “right Livlihood Award” de Suecia y otros reconocimientos que menciona en un par de líneas.
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El libro de Martin Von Hildebrand no solamente es y será un relato agradable y absolutamente necesario . Es también la demostración de que las obsesiones se pueden concretar en hechos, en el hacer, siempre y cuando se vuelvan imprescindibles.
Eso , más que cualquier otra carreta, es lo que realmente propicia el cambio.
¿ Por qué el llamado del jaguar? la lectura imprescindible del libro le permitirá darle a Ud. la plena respuesta, sus sentidos y sabores.
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Como fin de la reseña les propongo el audio de la conversación realizada en el podcast “Opinar es Debatir sin Pelear”, el 6 de octubre de 2022, en la que aparecen las características de sencillez, jovialidad y naturalidad de ese personaje de la poca mencionada otra cara de nuestra colombianidad.
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