El desastroso ejemplo que están dando los
mal llamados “líderes” de los
partidos políticos tiene una ventaja: acelerar
su desaparición.
En cambio, el entusiasmo de los jóvenes cibernautas indignados o tomates tiene
otra ventaja fresca, en sentido
contrario, que los lanza al escenario
político : motivar a sus
contemporáneos, siempre y cuando no le hagan caso a Salud Hernández ni a Fernando Vallejo, ni a los liberales, ni a los conservadores, ni a
los de la U y similares o
revueltos, ni repitan los errores de la ola
verde o la de algunos verdes de todos los verdes, parodiando a Aurelio Arturo. Veamos algunos argumentos
para debatir.
Salud Hernández
: porque recomendar el voto en blanco es consolidar de lo que se cuestiona , ya que es una
protesta teórica, que nunca alcanzará el número de votos blancos
necesarios para invalidar la elección .
En cambio, deja el espacio libre para que la desastrosa política tradicional
se quede sin contrincantes.
Fernando Vallejo: porque el admirado autor es
neurasténico o misántropo, como se quiera escoger. Cualquiera de las dos
opciones, válidas en cuanto autor y
parte de su estilo literario, no lo son
para el resto de los mortales, incluidos los colombianos. Pero es mucho más
nocivo para los jóvenes que para las
abuelas como la suscrita, porque les refuerza
el fatalismo, lo que, por
supuesto debe importarle un pito. Dejémoslo entonces solito, y que siga escribiendo.
Los liberales delfincillos: porque a estas horas de la
vida hacerle caso a los Gavirias y demás delfines (Galanes, Garzón
y compañía) es reproducir el nefasto esquema monárquico según el
cual el servicio público se hereda de modo asfixiante e
inaudito en nuestra “democracia”. El mejor ejemplo es el de la lista de Uribe
que ya ni siquiera merece comentario. Doy gracias a mis hijos que no han
seguido ese pésimo ejemplo.
Los conservadores puesteros o neonazis: es decir, no aquellos conservadores
que, como Álvaro Gómez, son o
han sido demócratas, intelectuales y
solidarios con el resto del país. Son
los que , sin ni siquiera ser
ideológicamente decadentes porque se arriman al mejor
árbol del momento, pretenden armar listas atractivas con por cierto buenos publicistas que maquillan con juventudes alborozadas la realidad de decrepitud.
Los verdes de
algunos los verdes: los
mejores ejemplos son desde luego el Dr. Peñalosa, su contraparte en la prepotencia , es decir, Petro ( buen
Senador, pero…) o el simpático y
desperdiciado Lucho Garzón . Es decir, aquellos
verdes que nunca han sido ambientalistas y que poco le dicen a los jóvenes.
Los verdes que se
tiraron la ola verde: Es decir, quienes creyeron
que lo virtual es lo mismo que lo real y
por lo tanto, se quedaron en bellos
videos pero no estructuraron movimientos o partidos. Los errores que pueden cometer ahora indignados y tomates podrían ser
pensar en nombres ( como la excelente Claudia López) en vez de
pensar en compromisos sobre
programas ( y no más de diez propósitos a diferencia de los 100 gaseosos que eligieron a Uribe Vélez)
Encerrarse:
sería el peor error, porque lo que necesitan es expandirse, es
decir motivar no solo a los jóvenes sino
a los maduros y a los viejos como la suscrita. Eso sí, siempre y cuando declaren como la suscrita que
apoyan pero no aspiran, que
creen en la política pero no en
la manera actual de hacerla. Que creemos que
el desarrollo no depende de
nombres sino del qué y el cómo, con
cifras en vez de adjetivos o de apellidos.
¿Lo lograrán ?
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