jueves, 10 de octubre de 2013

¿BIENVENIDA NUEVA ERA DE INDIGNADOS Y TOMATES? SI, SIEMPRE Y CUANDO…



 El desastroso ejemplo que están dando  los  mal llamados “líderes”   de los partidos políticos tiene una ventaja: acelerar su desaparición. 
 
En cambio, el entusiasmo de  los jóvenes cibernautas indignados o tomates  tiene otra   ventaja fresca, en sentido contrario, que los  lanza al escenario político : motivar a sus contemporáneos,   siempre y cuando  no le hagan caso  a Salud Hernández ni a  Fernando Vallejo, ni a los  liberales, ni a los conservadores, ni a los  de la U y similares o revueltos,  ni   repitan los errores de  la  ola verde o la de algunos verdes de todos los verdes, parodiando a  Aurelio Arturo. Veamos algunos argumentos para debatir.

Salud Hernández  :  porque  recomendar el voto en blanco es  consolidar de lo que  se cuestiona ,  ya que  es una  protesta teórica, que nunca alcanzará el número de votos blancos necesarios para  invalidar la elección . En cambio, deja el espacio libre para que la desastrosa política tradicional se  quede sin contrincantes.

            Fernando Vallejo: porque  el admirado autor  es  neurasténico o misántropo, como se quiera escoger. Cualquiera de las dos opciones, válidas en cuanto autor  y parte de su  estilo literario, no lo son para el resto de los mortales, incluidos los colombianos. Pero es mucho más nocivo para los jóvenes que  para las abuelas como la suscrita, porque les refuerza  el  fatalismo, lo que, por supuesto debe importarle un pito. Dejémoslo entonces  solito, y que siga escribiendo.
            
            Los liberales delfincillos: porque  a estas horas de la vida  hacerle caso a  los Gavirias y demás delfines (Galanes,  Garzón  y compañía) es reproducir el nefasto esquema monárquico según el cual  el servicio  público se hereda de modo asfixiante e inaudito en nuestra “democracia”. El mejor ejemplo es el de la lista de  Uribe  que ya ni siquiera merece comentario. Doy gracias a mis hijos que no han seguido ese pésimo ejemplo.

            Los conservadores puesteros o neonazis: es decir, no aquellos conservadores  que, como Álvaro Gómez,  son o han  sido demócratas, intelectuales y solidarios  con el resto del país. Son los que ,  sin  ni siquiera  ser  ideológicamente  decadentes   porque se arriman  al mejor  árbol del momento, pretenden armar listas atractivas con por cierto  buenos publicistas  que maquillan con juventudes  alborozadas la realidad de decrepitud. 

Los  verdes  de  algunos los verdes:  los  mejores ejemplos son desde luego el Dr. Peñalosa,  su contraparte en la  prepotencia , es decir,  Petro ( buen  Senador, pero…) o  el simpático y desperdiciado Lucho Garzón . Es decir, aquellos   verdes que   nunca han sido  ambientalistas y que poco  le dicen a los jóvenes.

Los verdes  que  se tiraron la ola verde: Es decir, quienes creyeron que lo virtual es lo mismo  que lo real y por lo tanto,  se quedaron en  bellos  videos pero no estructuraron movimientos o  partidos. Los errores que pueden cometer  ahora indignados y tomates  podrían ser  pensar en nombres  ( como la  excelente Claudia López) en vez  de  pensar en   compromisos sobre programas  ( y no más de  diez propósitos  a diferencia de los 100  gaseosos que eligieron a  Uribe Vélez)

 Encerrarse: sería el peor  error, porque lo que  necesitan es expandirse,   es decir  motivar no solo a los jóvenes sino a los maduros y a los viejos como la suscrita. Eso sí,  siempre y cuando declaren  como la suscrita  que  apoyan  pero no aspiran,  que  creen en la política pero  no en la manera actual de hacerla. Que  creemos   que  el desarrollo no depende  de nombres sino del qué y el cómo, con  cifras en vez de adjetivos o de  apellidos.

 ¿Lo lograrán ?

                

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