viernes, 6 de diciembre de 2013

MANDELA TENIA QUE IRSE, PERO…

La vida se ensaña  a veces contra la muerte, como lo hizo en varias ocasiones  con Nelson  Mandela, uno de los héroes más  admirables de todos los tiempos.

 Inerme desde hace días, el cuerpo de Mandela,  nacido el 18 de  Julio de  1918  en un pequeñp pueblo del Transkei,  ya se había despedido de la  vida. Pero ha sido  tal su  dimensión espiritual y humana,  que no necesitaba  demorarse más en esta tierra para  que su ejemplo quedara como una huella imborrable.

 Un hombre  que pasa 27 años en  la cárcel y es  capaz de superar los odios del apartheid para  crear un cambio radical en los espíritus,  tiene una inmensa  ventaja sobre sus contemporáneos .   
                         
 Mucho se  escribirá  sobre  Madiba como le decían algunos utilizando el nombre de su tribu,  en señal de respeto. Pero  nada igualará su  propia autobiografía , escrita  en la mayor parte  en la cárcel y  cuyo manuscrito  fue  entregado clandestinamente desde Robben  Island[1], lo  que le valió como retaliación  dejar al prisionero  cuatro años  sin poder  estudiar.

En ese libro magnífico,  de inmensa pero  sencilla sabiduría, se refleja  toda la  personalidad  de un hombre que hizo de la paciencia la principal de  sus armas, en cualquiera de las circunstancias que tuvo que afrontar, como la de su largo  encierro . 

http://bit.ly/189kfBc
Día a día  habíamos  ganado  una cantidad de pequeñas  batallas  que, sumadas, produjeron un cambio en la atmósfera de la isla  - explica al describir  su  minuciosa estrategia  en la cárcel de Robben Island para conseguir  mejorar su situación y la de  sus compañeros de cautiverio.

 La misma  estrategia   que también  aplicaría  para liderar  la caída del  aberrante  apartheid, y en general,  la manera  de resolver el enfrentamiento de una  idea moral  versus otra inmoral .


 Cuando  se escucha el  discurso  trasnochado  de los negociadores de las FARC  en la Habana, o  crece la indignación ciudadana  frente a la  violación de derechos elementales como la salud, o  se considera “natural” el aberrante  hacinamiento en las cárceles,  algunas de las muchas frases de Mandela,  sacadas de esa autobiografía,  podrían suscitar  reflexiones constructivas :

Mi ambición no es casarme con una mujer  blanca  o nadar con una persona blanca. Lo que  queremos es igualdad política.  
   
*Cuando se pone en duda la integridad de un  hombre, es de esperar una pelea...

*  Una nación  no debe ser juzgada por la manera  como  trata a los  ciudadanos  de  arriba, sino  a los  de más abajo , y  Sur Africa trataba a sus ciudadanos prisioneros como animales.

Para hacer la paz  con un enemigo,  uno tiene que trabajar con ese enemigo y ese enemigo se vuelve su  “socio”[2] .

*La virtud y la generosidad  serán recompensados por  vías impredecibles, concluye a propósito de la moraleja de un  cuento que  escuchó de niño y  que lo marcó para toda la  vida.

*  Trabajar  de adolescente en el  jardín del reverendo  Harris tuvo para Mandela  un doble  beneficio :  plantó en mi un  perdurable  amor por la  jardinería y  la siembra de legumbres, y me permitió  conocer mejor a la familia  Harris . Luego  esa afición le permitiría en  la prisión sembrar  cebolla , alcachofas, coliflor,  espinacas,  frijoles, cocombros, brócoli, lechugas, tomates,  pimienta, y  frambuesas. 

* Con la misma serenidad que le ponía  a  sembrar  legumbres y flores, descartó el terrorismo, observando cómo se devolvía  inevitablemente   contra los que lo usaban, socavando  cualquier apoyo que  hubieran podido tener  de  otra manera.

Era tiempo de calmarse, anota cuando la furia se convertía en terrorismo, apareciendo la acción masiva como  término medio entre  lucha armada y  las negociaciones… La gente tiene que tener un escape  para su  rabia y frustración, y  la campaña de acción masiva era  la mejor manera de canalizar esas emociones  (  refiriéndose  a la huelga  de 4 millones de trabajadores  que organizó el partido  African National Congress)

*  A su  paciencia  infinita,  Mandela le suma  haber tenido siempre lo que describe en  su padre, que no sabía leer ni escribir, pero que gozaba del reconocimiento de su tribu : un terco sentido de  buena fé. 

* Mandela supo a la vez  tomarle el pulso, no al país ( lo que es una frase de cajón) sino al  ánimo colectivo.  Sentía que  poca gente en el país estaría dispuesta a hacer los  sacrificios que requería la lucha…  debemos encontrarnos  con la gente en  sus propios  términos,  aun si ello implica aparecer que uno  es  colaboracionista.

*  Varias veces  se resistió  a ser  liberado,  cuando  el régimen  comprendió que lo estaba convirtiendo en un mártir:  ¿Qué libertad  me  ofrecen cuando mi propia ciudadanía  surafricana  no es respetada?

Cuando  De Klerk, (con quien  Mandela  compartió el premio Nobel de paz en 1993),  vino a Colombia este año, y por el afán de mirar nuestro  propio ombligo- es decir, el proceso de "paz"-  sorprendentemente no se le preguntó:  ¿Quien  sería  hoy De Klerk  si no hubiera existido Mandela?






[1] Long walk to freedom, the   Autobiography of Nelson Mandela Little Brown  and  company,New York, Boston, London 1994, 625 páginas.

[2] “partner” en inglés

No hay comentarios:

Publicar un comentario