jueves, 21 de enero de 2016

2016: ¿Cómo cambiar el “chip” sobre medios, periodismo y comunicación?


En medios  de comunicación como en todo,  llega un momento de saturación  colectiva que, bien enfocado, podría producir el deseo de cambiar. Es un  primer paso hacia la  solución  colectiva de problemas  que distorsionan la democracia colombiana, en este caso,  en la comunicación  mediática.


Algo de esto ha sucedido  con la que   llamo la  pornodelincuencia, similar   a la pornomiseria  en el  cubrimiento de los noticieros del mediodía de Caracol  y  RCN  que, con amarillismo, apoyo  de videos de la Policía, y  ahora con las cámaras de  inseguridad,  sin mayor esfuerzo  de reportería, patrocinan el miedo colectivo y la  pereza mental.

El hecho de  que desde hace meses estemos hablando del tema   en las redes  sociales,[1]   y   que ahora, María Isabel Rueda   y  la WRadio   se sumen a las críticas, es  una  muestra de lo que puede la acción ciudadana. 

Desde luego,  la crítica desde los  medios  es limitada. No se puede esperar que   los directores de  otros noticieros  de radio y  televisión  y los periodistas  sensatos – los hay y muchos-  cuestionen a sus colegas. Pero  sí lo podemos  hacer, no solo los gomosos del tema, sino todos  los ciudadanos.

También  podemos- palabra de moda-   contrarrestar una nueva modalidad   que    tapa  la mediocridad  del periodismo colombiano:  interponer a cualquier   crítica, como la del Presidente cuando pide más  responsabilidad social,     el  argumento según el cual   se está   “censurando a la prensa”[2]

Ya sería hora también de  que los empresarios de medios, no solo   audiovisuales  sino los  Sarmientos  Angulo y los Santo Domingo,  nos cuenten   qué es para ellos la responsabilidad   social de  sus medios  y qué se proponen  hacer  al respecto. En otras palabras que, más allá de las fotos sociales,  muestren la cara   de  su  deseo  de participar  en  la  convivencia  y  superación   de los conflictos.

 ¿Le darán  una  cara  mas  palpable a esa  responsabilidad  social consagrada por la   Constitución y por fortuna no  todavía  peluqueada, como sucedió con la autonomía de  las entidades encargadas   del sector? Ojala  que lo hagan, pero   de manera directa y no escudándose en   gremios  cadavéricos, como Andiarios, Asomedios et al.

¿Y los cambios  de chip en regulación,  en el  sistema  de medios públicos, y por  lo acordado en La Habana...?


Desde luego,  esa reacciones   ciudadanas no van a cambiar la estructura oligopólica o las lógicas comerciales de  los medios de comunicación  audiovisuales que, por cierto, utilizan un bien  público,  el espectro electromagnético.

Y ojalá   algún día la  hasta ahora  eficiente  Superintendencia   de  Industria y Comercio se ocupe de investigar  el cartel mediático,  uno de cuyos   múltiples síntomas es que   Caracol TV y  RCN tienen los espacios de   publicidad  sincronizados, lo que obliga  a los  televidentes a  atragantarse   de publicidad.

Sin mencionar, desde luego, la invasión de publicidad   en el contenido  noticioso, y en  la programación  de los canales  o los publirreportajes, tema  ya tratado   acá.

Del otro lado, como  bien lo ha analizado en el  libro recomendado Juan Carlos Garzón [3], se ha producido  la “regubernamentalización” de la televisión que  nos  lleva cerrar  el círculo,  iniciado  bajo la dictadura de  Rojas,  de una televisión para el gobierno.  El patético  funcionamiento, los  vacíos  de las entidades reguladoras,  la falta de liderazgo  del actual Ministro de TICS,  que desconocía  por completo el tema,  [4]las directivas  con enfoques leguleyos  son algunos de los   malos síntomas de  un medio crucial. 

Pero tampoco  se puede   desconocer el pésimo tratamiento  mediático,  en  el que poco se habla de tecnología y mucho de leguleyadas y  mitos  como  el que se   crean  sobre  el tercer canal.

Todo aquello demuestra la urgencia de cambiar el chip.

 Pero ese cambio de mentalidad no solo debe  darse  por parte del gobierno, de las empresas mediáticas  y del propio periodismo. También, por  parte de los sectores  que se  van a integrar a la sociedad   colombiana  en el mal llamado posconflicto. Es decir,  las FARC.
¿ Cómo analizaran  las FARC los errores  cometidos  por la administración Petro? ¿ Como  se integrarán con tantos  años pasados en el monte los que   estarán en las zonas restringidas y qué han pensado    hacer  sobre el tema? ¿Es   el acuerdo   sobre medios decimonónico o  de avanzada?


Por lo pronto  los invito   al  video de la entrevista  del vice-Presidente de Bolivia , que  plantea  el debate sobre  el   cambio  de  chip    para  la – a mi modo de ver-   mal llamada “izquierda” . Es decir para los partidarios del cambio y no del status quo. https://www.youtube.com/watch?v=YjjHSHgidwk&feature=youtu.be


Espere  el próximo jueves, 27 de enero : Análisis de los acuerdos  de la  Habana en materia de medios y de algunos estereotipos sobre pluralismo.




[1] Además de lo escrito en  este blog,  y
  de la creación de un grupo  efímero pero significativo de “ NO a noticieros amarillistas”
[2] prensa  es  un término decimonónic  que no corresponde a  la realidad contemporánea  : derecho a informar, pero también a ser informado, y responsabilidad social.
[3] Televisión y Estado en Colombia 1954-2014, cuatro momentos de intervención del Estado, Externado de Colombia , 2015
[4]  Diego Moreno , a quien, a pesar de que fue  uno de  los artífices  de  la gubernamentalización ,  tuvo muchos  aciertos,  no solo por  conocer el tema  sino por    hacer  el salto tecnológico  digital.

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