jueves, 28 de enero de 2016

2016: ¿cómo cambiar el chip frente al odio y las milimetrías mediáticas?




Foto MTH
En la medida  en que se aproxima  la concreción del  último punto del Acuerdo de La Habana, y como  una   caja de Pandora, empiezan a  salir a  flote   más odios, más fundamentalismos, más empeños en polarizar,  más distorsiones y exclusiones,  con  todas sus  macabras  facetas. Van desde el encuevamiento del “no  me quiero involucrar”  hasta  el insulto y la obsesión por acabar con el otro.


Muchos hemos expresado que  los principales retos  para la solución pacífica de los conflictos (que otros llaman con la cómoda palabra ”PAZ”) no están ni en los acuerdos, ni  en las leyes. Están  en  el clima   sicosocial creado  por  la  poca disposición  individual en  ceder  posiciones, privilegios,  estereotipos. Dicho de otro modo: en la poca disposición  en cambiar el “chip”.

Somos un país en el  cual muchos ciudadanos están instalados en el miedo. Ese  miedo, distinto del que proviene del horror cuando se ha padecido la violencia, produce  mediocridad. Impide el análisis no emocional de  las circunstancias.  Alimenta  la anomia social, la voluntaria ignorancia   frente a  lo que  viene, todo lo cual   lleva a encuevarse en sus  posiciones.

Por  eso mismo, el estímulo al cambio de chip  debe sacudir a  todos los colombianos. Una prueba será el referendo, como bien lo   analiza   German Ayala  Osorio en su  blog  La otra  tribuna  http://bit.ly/1nu7ax0 

No se puede  dejar  que  los  vociferantes se apropien del  debate  público,  mientras el resto se limita a observar el lamentable espectáculo. Así ha sucedido entre Fiscal y Procurador,  con el Defensor del pueblo, con la peleaderas de los partidos.

Por eso mismo, es  apremiante  concretar la  responsabilidad social de los medios de comunicación.  No solo los  tradicionales,  sino los nuevos medios,  como Blogs, twitter, Facebook y similares. El odio que destilan algunos twitter, la manipulación mediática de   quienes se inventan  “amenazas” por parte de las FARC para  minimizar  sus descalabros administrativos, la utilización de redes   en las que el odio al otro y su exclusión  son el pan de cada día,  deben ser contrarrestados mediante  el “destape”  de  sus intenciones.

¿Cómo se logra ese destape? No respondiendo con el odio,  sino   a lo Gandhi.   Despertando los  abstencionistas que se nutren de fatalismo. Analizando y debatiendo. Penetrando  en las “zonas grises” de nuestra Colombia  que  son las que ameritan  la mayor atención, sobre todo entre los jóvenes.  Observando lo que sucede en el allá de las FARC y en el acá de  la democracia  y sus fallas.

FARC, MEDIOS  Y PERIODISMO


Si nos proponemos no cometer los errores del pasado,  hay también que  analizar las propuestas  y actitudes de   los  firmantes del acuerdo. ¿ Cómo  se están comportando   las FARC  frente   al tema de la comunicación social? 

No se puede  desconocer su actitud   de   expresarse mediante  comunicados,  voceros   ( hoy los de La Habana), entrevistas a periodistas amigos. En todo caso,  de expresarse    públicamente siempre y cuando ellos  pongan  la condiciones de tiempo,  de quien va a  pronunciarse y el tema. Generalmente hablan desde un atril.

 Al parecer, el periodismo en general  acepta esas condiciones  y los receptores están acostumbrados  a ellas.  No  se han escuchado   más  voces  que las de  cúpulas de las FARC. Por cierto,  casi siempre, producen  una escalada de violencia verbal como reacciones de los vociferantes.

No hay  entonces espacio para el debate  público   de las ideas , y   se acepta como válida   una cierta   manera  autoritaria de comunicarse  para informar y opinar.  Es decir,   en forma piramidal y desde las cúpulas.   Los miembros  de las FARC  distintos del secretariado,  que los políticos llamarían  las  bases  no  cuentan cuando se comunican opiniones  sobre temas públicos .

¿Continuará   siendo así  después de la firma de los  acuerdos?¿ Cómo  se  adaptarán las FARC   convertidas   en  partido político?  ¿ Seguirán en su encuevamiento mediático? ¿  como serán la revista,  el periódico ,   el canal o el programa de radio y televisión  que piden en  sus  100 propuestas?   ¿ Un  ladrillo en el cual se escuchen solo  la propaganda   y sin debate alguno? ¿ Una mala copia de  los actuales programas   supuestamente de opinión en los canales oligopólicos pero con un   solo invitado ¿?[1]

¿Entenderán las FARC el reto del pluralismo,  que  incluye también   el reto de   la calidad   del periodismo y de sus  valores fundamentales?   ¿Se propondrán el  equilibrio  con versiones opuestas en la interpretación analítica de los   hechos,  el  interés público, la información veraz y suficiente, la rectificación,  la prevalencia de los derechos fundamentales  ( a la honra, a  la dignidad, al buen nombre , etc.)?

Conclusion:

1-El esfuerzo deberá entonces provenir tanto de los  medios  actuales (evitando desequilibrios a lo Gurisati) como de los  medios que surjan del Acuerdo, pues ya pasó la época en  que  el Estado era  el que financiaba a los medios para que dijeran lo que  un  gobierno autoritario  quería decir.

Foto MTH
 En ese nuevo   esquema mediático al que  deberán  adaptarse las FARC,   la información veraz,  la opinión no panfletaria y  el periodismo  de profundidad   se imponen.   Se  acabó  la era  de la  televisión   con pantalla  en la sala de la casa , transmitiendo programas rígidos.  Algo  algo va de Tele sur  a  Aljazeera.  Y  algo va de  Unanálisis  de la Universidad Nacional a   Hora 20. Dicho de otro modo: ni lo privado ni lo público garantizan de por sí calidad, ni el cumplimiento de los principios   fundamentales de la ética del periodismo y de la comunicación.

 2-   El  chip mediático debe cambiarse en todos los sectores de  los medios de comunicación.  Eso incluye nuevos compromisos de financiación del sector   privado y público a través de la  publicidad. 

En el caso del sector público,   no se puede  atar  de  una vez y para siempre, el tercio  de  la  publicidad, sino que deben  prevalecer criterios de innovación y calidad    Esos mismos criterios deben  prevalecer en el sector privado. Y la publicidad  no puede seguir  atada  a  medios oligopólicos  si aplica lo que predica, es decir, la responsabilidad social.

 Si se cambia el chip en materia de  comunicación y de medios, se apaciguarán los espíritus,   se  propiciará  la convivencia y  los colombianos   tendrán  mayor madurez política. Ni mas ni menos.




[1] Ejemplo, el de Juan Lozano y la propia  entrevista  (que no reportaje) de Yamid Amat  en  CM&. No se trata de  demeritar la  excelente  capacidad de preguntar de Yamid Amat sino de  fortalecer el pluralismo. Y  una pregunta  sobre lo público en lo privado : ¿por qué la  ANTV auspicia un programa tan light  y pendejón como Panorama?





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