domingo, 12 de noviembre de 2017

LOS CINCO ERRORES QUE COMETIÓ EFROMOVICH

 La entrevista de Amat en  El Tiempo, tela  de donde cortar


Desde la  polarización mental que  caracteriza  al país y que  se pretende  aplicar a todos los  sectores, pareciera que quien no está  en  favor  de Germán Efromovich, Presidente de Avianca,  que asumió el liderazgo mediático  del conflicto laboral  por parte de la empresa,  está en contra  de  los pilotos de Acdac  y de su Presidente, el capitán Jaime Hernández, quien  asumió principalmente el liderazgo emocional del  sindicato. O vice conversa, por supuesto. 

Lo  que refleja ese conflicto es  la manera  errática,  irracional  y poco constructiva como se llevan a infeliz término muchos conflictos  laborales entre  sindicatos y   empresas. 

Como se advirtió en este blog desde el comienzo, un caudillismo mediático fue favorecido por  el cubrimiento noticioso, aunque puso en una clara posición de ventaja al señor Efromovich. No en vano la  torta  publicitaria de Avianca  es tan  codiciada.

¿De quien es  Holding  Avianca? ¿Qué derechos defiende?

Pero la realidad de los  hechos no es   sencilla ni se trata de una triste victoria como la califica  el  Señor  Efromovich, ni los colombianos podemos tragar entero   aquello   de que “Si alguien gana con el  levantamiento  del paro es Colombia. Y sus  instituciones” , como también  concluye el Presidente de Avianca, en entrevista de Yamid Amat   (El Tiempo, domingo 12/10).   

Sea dicho de paso, todas  las entrevistas de  Yamid Amat -y esta no es la excepción- tienen la ventaja de  hacerle decir  al entrevistado todo lo que piensa, gracias a esa característica serenidad impasible como entrevistador,  que lo convierte, sin duda, en el mejor  en este género en Colombia. 

 Porque  las  entrevistas  de Yamid  Amat tienen tanto de  largo  como de ancho, mucha tela de donde cortar. Es decir, son  concreta base de análisis. Ojalá muchos  jóvenes  o no tan jóvenes  periodistas  como  Luis Carlos Vélez aprendieran  de este  viejo maestro. Preguntas cortas y precisas, como  aquella   de  “¿quien resultó  ganador  al final de todo eso”? le permiten  a los  receptores   decantar  lo que  hay en una respuesta tan  vitrinera como  “si alguien  gana con el levantamiento  del paro es Colombia” o que esta es “una triste victoria”. Pero ahí está  una punta para que usted desenrede el ovillo.

Sin duda,   volviendo a  la polarización y al cubrimiento mediático,  el vitrinerismo autoritario y terco del Presidente del sindicato creó la impresión de que los pilotos eran unos  abusivos que pedían extravagancias, reforzándose además   el   imaginario según el cual  el sindicalismo es nefasto para el país.

Pero  si uno  se desprende de las despistadoras polarizaciones y  empieza a analizar  contenidos  - por ejemplo del pliego de peticiones-  hay otros aspectos que   se deben analizar en el conflicto laboral. Es de esperar que  así  lo hará  la Corte Suprema en su sentencia de ilegalidad o no de la  Huelga o paro. Esperemos que no sea tan polarizadora  como  lo que ha sucedido hasta ahora, y  que  se detentrá en las zonas grises.

El punto central  de esas  zonas grises no es agigantar  el impacto  económico  y  momentáneo de  esa huelga o paro, sino  el contexto de parte y parte.  Por  supuesto, la terquedad sindical y la proporción  de afiliados.   Pero la empresa no está exenta de ese contexto.

 Por ejemplo,  materia de análisis debe ser  qué tanto  afecta a los usuarios del transporte aéreo colombiano el poder de una empresa   con posición tan dominante,  su  estrategia   empresarial  de  contratar esquiroles en el conflicto  laboral,  amenazar con contratación  de  pilotos extranjeros, manipulación mediática  (con avisos de varios empleados subalternos como aquel  hashtagYonoparo)  que  contrarían  la  libertad de asociación. ¿Qué  tan pacíficas  son  las amenazas  prepotentes  de despido,  desconociendo el fuero sindical?  ¿ Qué  tan valedera es  la  explicación de  la subida  de las tarifas por   el sistema de “revenue Managment” en un servicio   esencial  de transporte que es lo que se argumenta? Es decir, en  criollo, negocio es negocio, ¿pero del servicio público esencial, qué?

Entonces,  veamos algunos errores  estratégicos de Germán Efromovich, que pueden y deben al menos  poner  en duda  su “triste  victoria”:

1. Hacernos  creer que Avianca es colombiana y confundir un rescate empresarial  eficiente (cuando la compró) con  un   símbolo de nacionalidad colombiana.   
2. Mostrar  con  demasiada evidencia mediático-caudillista que él era dueño  y señor de Avianca  y  que lo único que  se hacía   era cumplir la ley.   
Esa supremacía no solo  es antipática  sino  que minimiza a los vice presidentes  colombianos  con un evidente tinte  de  altanería disfrazada de nacionalismo.

3. Someterse sin condiciones al fallo del tribunal de arbitramento, pero más  que   como  defensor de la ley,  con el triunfalismo de  un   seguro “ganador”. Son sus palabras:  “ cualquiera que sea el fallo judicial  por ley el pliego de peticiones  debe ser analizado por  el  Tribunal de  Arbitramento convocado por  el Ministerio del Trabajo” y   “ este  tribunal tiene  diez días  para pronunciarse.  Cualquiera que  sea el fallo judicial, Avianca lo va a respetar”. ¿Se limitarán  tanto el tribunal de arbitramento como la Corte  Suprema a  darle toda la razón a la  empresa y a su  dueño  mayoritario?

4. El error de caer en contradicciones mediáticas. Al alarmismo emocional que planteó  como trágico, demonizando a los pilotos y magnificando el impacto,  decir ahora que “somos un herido  leve  que  sin duda tendrá cicatrices”  ( El Tiempo, a  Yamid Amat, domingo 12 de Noviembre). Y entonces, si las heridas son leves,  ¿Por qué tanto  escándalo?

5. CONCLUSIÓN: 

EFROMOVICH ES  UN  “MODELO” INADECUADO DE  EMPRESARIO.  
 Al  creer que manipularía la opinión exaltándola en contra  del sindicato con  un falso  nacionalismo,  lo que   demuestra el  señor Efromovich (por cierto comprador de baldíos y  de tierras  despojadas, desde  “La Dolce Vista",  y "La Gloria" nombres sintomáticos),  es precisamente lo contrario.

Un empresario como Efromovich es una mezcla comprobable. ¿De qué? De aguilucho del poder económico global. Desde Brasil o Colombia, o desde cualquier lugar del mundo, se posa con voracidad  en cualquier  sitio,  con tal de que haya  rendimientos. Un empresario  que pretende hacer  vitrina hablándonos de sufrimiento,  dolor, sacrificio  empresarial, etc. etc. Pero eso sí, buscando pronunciamientos  gremiales y empresariales de apoyo para sustentar  el imaginario de  desastre  sobre “la  crítica situación en que los dejó el conflicto laboral”, situándose muy avispadamente  por  encima de  derechos  fundamentales, en vez de  intentar   darle una  solución humana a los conflictos y a las relaciones laborales.





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