![]() |
¿Qué diablos quiere decir ese apretón de manos? Foto MTH |
CINCO ERRORES QUE NO PUEDE VOLVER A COMETER COLOMBIA CON
VENEZUELA…
ERROR 1. DESCONOCER EL SENTIDO INTERNACIONAL DE LA
PALABRA “HUMANITARIA”
Los colombianos (y
los católicos en general) solemos confundir lo humanitario con lo caritativo. Pero
son términos muy diferentes desde todo punto de vista, a mi modo de ver.
Ser caritativo
tiene una connotación religiosa cualquiera que sea la religión que se practique
y dentro de ellas, sus matices, como los que puede haber entre el sentido
caritativo de un católico, un evangélico o un protestante.
Desde el punto de
vista político, lo caritativo se concibe
sobre todo con los amigos más que con los enemigos personales, de clan,
de grupo, de comunidad. Hay buenas probabilidades de que uno no sea caritativo con quien
excluye. Por ejemplo, los venezolanos Guaidoístas
no tienen una tendencia natural a ser caritativos ni, por supuesto, vice versa,
porque, al menos por ahora, se odian unos a otros.
La mentalidad
caritativa difiere mucho de la mentalidad humanitaria preconizada por
instituciones
de carácter civil como la Cruz Roja, cuya neutralidad en los
conflictos deja a un lado consideraciones de amor y de odio para dedicarse a
los seres humanos. Simplemente ayuda al ser humano PORQUE es un ser humano.
No nos digamos mentiras: el
episodio de la “ayuda humanitaria “y su prólogo el (excelente y
emocionante) concierto en el que los organizadores y los artistas entregaron
todo su arte, tuvieron mas propósitos políticos que caritativos o humanitarios.
ERROR
2. NO ADVERTIR QUE LA POLÍTICA EXTERIOR
DE ESTADOS UNIDOS ES DIFERENTE DE LA ESTRATEGIA ELECTORAL DE TRUMP.
La dependencia de las encuestas es a veces una
motivación que hace perder el Norte de los propósitos y la dimensión de las
circunstancias. A veces los seres humanos en el poder imitan a sus antecesores
en lo malo y no en lo bueno.
Desafortunadamente
este presidente heredó de su antecesor una pasión por las volteretas
internacionales, dando por hecho que,
con ellas, se igualaría, en este caso con Trump. El objetivo, hasta cierto punto ingenuo, de
liberación de Venezuela de la ignominia de la dictadura de
Maduro. Error de cálculo: Como si Trump se volviera un incondicional de
las ideas ducales, y si lo que le importara mas que todo no fuera su ego
alborotado.
En el caso de
Santos, se le aplica la frase de Luis XIV “despues de mi el diluvio”; en el
caso de Duque, se le aplica “tengo que demostrar que yo también soy líder. No
puedo ser inferior a mi antecesor en mis circunstancias “
ERROR 3. CAUDILLIZAR
RITMOS, CONTEXTOS Y ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR.
Al emprender esa
cruzada contra el caudillo Maduro, el Presidente Duque hizo lo que garantizaría su fracaso en el
incidente. Si bien la organización de lo
inmediato era impecable (en parte gracias a personas como Christian Kruger y el
nuevo director de catástrofes (tan eficiente como el anterior) su error fue
creer que el ritmo de su estrategia sería
el mismo que la cruel realidad de la violencia con la que el Gobierno Maduro
estaría dispuesto a desplegar.
Por fortuna – y en ese radica la esperanza hacia el
futuro, el grupo de Lima ni los países que han reconocido al presidente Guaidó son
tan compactos como para apoyar como último recurso la intervención militar.
ERROR 4. IGNORAR LAS CONSECUENCIAS DEL “ESPECTÁCULO”.
Tanto en el magnífico concierto como en la fallida operación de cruzada de los
puentes, con los drones que iban y venían, nos sentimos todos por varias horas metidos
en la irrealidad de una película de suspenso. El problema radica en que, en esa película, los muertos no eran
maquillados con pintura roja, sino que era sangre de verdad, el humo no era de
mentira sino tóxico y los tenebrosos paramilitares de barrio, mal llamados "colectivos", bajo las órdenes de Maduro, son de carne y hueso. El espectáculo, inevitable en el cubrimiento de un evento de semejante
magnitud, trivializó lo real.
ERROR 5. INTERVENIR EN LOS ASUNTOS INTERNOS SIN
AHONDAR EN ANTECEDENTES, SIN MEDIR RIESGOS Y SIN PREVER CONSECUENCIAS.
La impresión que queda una vez pasado el
efecto espectáculo que es por definición efímero, es la frustración de lo
incompleto. Todo parece ahora estático
a pesar de los esfuerzos del presidente Guairó y de la mayoría los medios de comunicación
colombianos de estirar el efecto.
¿Conclusión?
A mi modo de ver (que por supuesto acepta demostración en contrario)
todavía falta mucho para lograr lo que se proponía el presidente Duque:
convertirse en el liberador de Venezuela.
Pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que el vencedor será
Maduro. Porque en toda esta rocambolesca
aventura
de pensar con el deseo, la ÚNICA MANERA DE DERROTAR AL RÉGIMEN ES APRETAR LA TUERCA DEL DINERO.
Y CINCO CONSECUENCIAS…
UNA. ASUMIR LA LABOR DE LA CRUZ ROJA A PETICIÓN DE UNA SOLA PARTE.
¿Cómo es posible que nadie en el entorno del Presidente Duque -incluido el
diplomáticamente trajinado Carlos Holmes Trujillo- le haya advertido sobre el significado internacional de “ayuda
humanitaria”. En una entrevista exclusiva (muy oportuna pero minimizada) del
editor general de Semana José Guarnizo a C., Harnisch, jefe de la Delegación de
la Cruz Roja en Colombia, queda muy en claro que el gobierno colombiano pasó
por encima de la Cruz Roja Internacional que tampoco podía intervenir sin violar el principio de neutralidad
e imparcialidad. El gesto “caritativo”
era a todas luces político y, a mi modo de ver, atarván. No al estilo atarván de Uribe, por supuesto, sino en el estilo
grandilocuentemente indignado de Duque.
DOS. APRESURAR LA RUPTURA DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS SIN BENEFICIO ALGUNO PARA
COLOMBIA Y, POR EL CONTRARIO, IMPIDIENDO CUALQUIER ACCIÓN CONJUNTA CONTRA EL
ELN
Como el dictador Maduro (o Usurpador como lo llama
el duquismo creyendo que así lo vence) no es ningún bobo (porque si lo fuera,
habría salido hace rato como pepa de guama). Ahora las guaridas del ELN en Venezuela, que habían empezado a indignar
al régimen venezolano, ya quedan de nuevo protegidas.
TRES. PONER IRRESPONSABLEMENTE EN PELIGRO A CIUDADANOS VENEZOLANOS EN UNA ACCIÓN
KAMIKAZE.
En Colombia ya muy pocos nos indignamos ante
el genocidio (de líderes sociales, pero también ante la impunidad de magnicidios como los de Galán, Cano, Gómez etc. Etc. Por eso
no entró dentro de los cálculos de la
espectacular estrategia liderada por el Presidente Duque que produciría
violencia y muertos. Y ahora, al parecer
lo único que cuenta y que registran ciertos medios es el número de soldados desertores.
CUATRO. CONVERTIR UN ACTO CULTURAL EN UN ACTO POLÍTICO Y UN ACTO POLÍTICO EN UN ACTO “HUMANITARIO”.
En la medida en que transcurre el tiempo y
se diluye lo espectacular inmediato, quedan en evidencia los verdaderos contenidos
de las palabras utilizadas.
CINCO. MAGNIFICAR LA IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO DE UN ACTO BILATERAL, RESTANDO
ENERGÍA PARA LA SOLUCIÓN DE GRAVES
PROBLEMAS INTERNOS DE COLOMBIA (ASESINATOS DE LÍDERES SOCIALES,
INUNDACIONES EN EL CHOCÓ ETC.)
![]() |
Foto MTH |