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Foto MTH |
En
el caso del papel, su prevista desaparición en los medios obedece a muchas causas. La principal, aunque Trump no lo crea, es el cambio climático
producido por el ser humano, que también va acabando con los bosques. Y ni modo de reemplazarlo por plástico o similares.
Lo digital es una
solución inevitable, como las tecnologías en el pasado también han
sido solución inevitable y como la inteligencia
artificial lo será a pesar de la pérdida en
humanidad, que todavía es un tema de ciencia ficción.
En
el aquí y en el ahora, es decir, en la realidad
de los medios de comunicación y del
periodismo, tanto en Colombia como en el
resto del mundo, lo que se preveía como irreversible está
sucediendo. Algunas empresas
y periodistas se están preparando, más o menos bien; otros surgirán, y los
demás se
hundirán sin remedio. Eso no quiere
decir que se acabe el mundo pero que los rezagados, rezagados se quedan.

En
ese sentido muy recomendado el artículo de Guillermo Franco, publicado en La República. Es uno de los colombianos que más ha estudiado y trabajado en la práctica el
tema de
medios digitales, y su título es sintomático : “La credibilidad es el mejor modelo de negocio de medios”. Así le sucedió al Washington Post, antes y después de pasarse
al mundo
digital, antes y después de ser
comprado por Bezos (y no por Gilinsky) https://bit.ly/2RGIe3B
Sin
duda, la credibilidad en los medios de comunicación no
surge de la nada, del autobombo o de los egos alborotados.
Tampoco depende de cualquier dinero que se le
inyecte, como lo cree la delfina de Semana. Depende del periodismo que se haga
a través de los medios, cada
vez más como un equipo
interdisciplinario, cada vez menos con
superestrellas reencauchadas.
¿Estamos
en las mismas que el Washington Post o el New York Times? A mi
modo de ver, en Colombia, desde el enfoque empresarial, el tema de
la credibilidad, con escasas
excepciones : Noticias 1, Los Informantes de Caracol, uno que
otro programa de
investigación periodística y, por supuesto periodistas jóvenes o viejos, fáciles de detectar en la montonera porque hacen bien su
trabajo. Pero el empresariado mediático, en general, no asocia al periodismo como un plus en negocio, sino a foros, arandelas, publicidad, autobombo.
Si se asociara al
periodismo, las empresas le apostarían,
además de lo digital, al periodismo y a
los contenidos. Le pagarían mucho más a los reporteros y les darían mucho más tiempo a los de planta para investigar en TODOS los
temas.
En los programas de radio de las
mañanas, no se dependería tanto de las
carretudas “mesas de trabajo” que muchas
veces se limitan a reciclar la
prensa escrita. Los reporteros, que casi
nunca se mencionan, tendrían la
motivación para hacer mejor su trabajo en vez de ser rebaños con micrófono detrás de los mismos con las
mismas. En los noticieros de TV, no se dependería tanto de los videos de la policía, ni se
sacaría a las presentadoras estilo la linda Piñeres que le inscrustran propaganda (bien
paga) a sus notas como si fuera información. Tampoco se inflaría a periodistas
de chismecitos (1,2 y 3, los
secretos de Darcy) y no se permitiría que las presentadoras anuncien crema Ponds para sus arrugas. En cambio, en vez de mancillar de esa manera a
los informativos, se les
daría a ellas programas separados
en los que podrían lucir todas
sus galas.
Si
los dueños de los medios colombianos
fueran mas inteligentes, en vez de copiarse
“noticias” gringas sobre actores famosos y
formatos bocadillo; si en vez de reproducir ese diamante que
fué Betty la fea, financiarían muchos más realizadores jóvenes estilo Gaitán y periodistas estilo Mauricio Gómez…
Pero
si el periodismo quiere
sobrevivir a su propia mediocridad, como ya se escribió acá, está en
mora de convertirse en “CIP” ( comunicación interactiva profesional) para seguirle el ritmo al sentido de lo digital , para recuperar
contextos y dejar
el facilismo de las entrevistas ,
que son la manera cómoda de adentrarse
en los temas , desestimulando a los
primíparos al adoptar el esquema
caudillista y vitrinero de la política colombiana.
En cuanto a los primíparos, recuerden que su credibilidad se
construye más por esfuerzo que por velocidad;
más por
rebeldía que por miedo a decir “no”;
más por audacia que por conformismo;
más por lecturas que alimenten la imagen que por inmediatez.
JUAN GOSSAIN,
RECOMENDADO
Me alegro, de veras, por todos los
artículos y notas que han
salido con motivo del séptimo piso de Juan Gossaín.
Como me alegraron y sorprendieron tanto su
sencillez como sus primeros
escritos en El Espectador enviados
desde una población con nombre mágicamente real: San Bernardo del
Viento.
Tanto como me alegra ahora comprobar la perdurable sencillez y el insaciable deleite por
las palabras de ese
ser, humanista integral, que
supo no dejarse tragar por la
radio.
Y MUY MERECIDO CPB A CECILIA OROZCO
Ojalá los todavía primíparos de lo digital
encuentren en Gossaín y Orozco la
inspiración para no dejarse tragar
por el espejismo y la inmediatez del presente.
EL CPB sigue siendo el premio de mayor credibilidad en la valoración del trabajo colombiano. Incluye categorías subvaloradas, como la de corresponsales , tesis de grado y bibliográfica.
Y MUY MERECIDO CPB A CECILIA OROZCO
Cecilia
Orozco representa al periodismo
completo, no solo por su excelente
dirección de Noticias Uno y la valentía que ello implica. Es una excelente y minuciosa entrevistadora que
prepara su tema, y sobresale como investigadora y escritora.
Orozco y Gossaín son modelos perdurables para las nuevas generaciones.
EL CPB sigue siendo el premio de mayor credibilidad en la valoración del trabajo colombiano. Incluye categorías subvaloradas, como la de corresponsales , tesis de grado y bibliográfica.
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