Articulo de J.Casallas en El Espectador |
Hoy, un tal Joseph Casallas
casi me hace salir
de mis casillas.
Emocionales,
claro está.
Escribe que la historia
es injusta
y sentencia:
Javier Darío era feroz.
Cita, mal citado
como pontífice
del javierismo
y del reporterismo
a mi admirado
Coronell.
Y así leyendas cunden:
para ser buen reportero
tienes que ser feroz.
Tal vez no lo conoció
tal vez encuentra
que feroz es profundo
tal vez cree que buscar
investigar, analizar,
antes de ir a preguntar
equivale a ser feroz.
El Casallas de casillas
y palabras
trastocadas
también se equivoca.
¿Cómo lo sabes?
me preguntaría él si
lo conociera.
Por algo lo sé:
Porque el libro
se cita tanto
porque la gente
-y no los jóvenes-
lo cita demasiado
sin leer a los demás.
(libros, claro está).
Su gracia no es
lo que Casillas cree,
una desgracia.
Porque se escribió
a cuatro manos:
Dos por cada capítulo,
y luego consensuados,
entre Javier
y la suscrita
en tertulias no olvidadas.
entre Javier
y la suscrita
en tertulias no olvidadas.
Y por ser ambos
tan distintos,
fue el mejor ejemplo
de viva tolerancia.
No fue, como crees
"Un libro museo
y de prohibiciones".
Aprende, aprende,
Casillas encasillado:
Nunca es tarde.
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