Obra y Foto MTH |
La dramática situación en el Cauca y los disturbios del jueves 31 en Bogotá, sin embargo, muestran que cambiar es mucho más complejo que votar o protestar.
Cuando se mezclan varios productores de violencia vandálica que, si bien minoritarios, tienen raíces más profundas: la subversión del ELN y grupos nuevos, el micro tráfico y otras delincuencias. Distinguir lo uno de lo otro tiene una prioridad: separar el oro de la escoria, como se decía en los siglos pasados, pero que hoy adquiere un nuevo significado. Volviendo a los resultados electorales, tengo cinco conclusiones. ¿y usted?
1. HAY CAMBIO, PERO ES INCOMPLETO
No todo se logra de un “tacazo”, como decimos los bogotanos. Pero esta vez, los resultados se acompañan de una palabra que tanto le hacía falta a Colombia: la esperanza.
Y lo que es mejor: esa esperanza no proviene de un gobierno sino de una actitud de la ciudadanía. Fue la propia ciudadanía la que, a través de su voto dijo “no más”. Fue la ciudadanía la que votó por Caicedo en Medellín, el fortín del uribismo, y en Cartagena, este último sin deberle nada a los políticos que han desperdiciado a este país.
Sin embargo, no nos llamemos a engaño. No basta con manifestarse con la simple protesta (lo que, se ha demostrado, es dar papaya para que el ELN y sus similares saboteen esas expresiones).
La ciudadanía es la verdadera gananciosa en estas elecciones. Por lo mismo, debe aplicar los resultados de manera concreta, ejerciendo ese otro derecho que le da sentido al voto independiente: la vigilancia y el apoyo para que se ejecuten las obras y las promesas. Para lograrlo, se necesita exigir una especial transparencia en el manejo de los dineros públicos y se tiene un gran aliado: internet. No quepa duda alguna: el apoyo de la gente es y será fundamental.
¿Qué tipo de apoyo? Estar ahí cuando se intenta demeritar el esfuerzo. Estar ahí con un cambio de mentalidad, cuando los ciudadanos y sus organizaciones, o los usuarios de internet, aportan conocimiento en vez de insultar. Seguir siendo el fundamento de un cambio social.
2. EL RETO ES LA DESIGUALDAD.
Hay tres puntos en común entre las manifestaciones de protesta en países o regiones tan disimiles como Cataluña, Chile y Bolivia. La ira de la ciudadanía en todo el mundo se expresa en formas diversas, pero por 1- la desigualdad imperante 2- la corrupción y 3- el desgaste de la llamada clase política. Publicaciones como Mediapart concluyen que hay un desgaste en la economía neo-liberal, y tienen razón.
Por eso, a mi modo de ver, ese desgaste tiene su contrapeso: el afán de sus beneficiarios para seguir incrustados. Por ejemplo, el partido Liberal en Colombia vía presidente Gaviria, no tiene por qué congratularse de haberle dado al país la globalización, en su caso apresurada y presentándola ahora como la gran panacea.
¿No es acaso más realista la interpretación que hoy en día hace Salomon Kalmanovitz
http://bit.ly/333meGz
En fin, un crecimiento de los ingresos de los acreedores contra el de los deudores, del de los más ricos con una caída del de la clase media y los trabajadores, muchos de los cuales perdieron sus empleos recientemente. Es crecimiento deforme, destructor de puestos de trabajo.”
Por supuesto, la solución a la desigualdad tampoco es un retorno al estado de bienestar quebrado de un izquierdismo trasnochado como el que predica Petro, ni una “tercera vía” hoy más gaseosa que antes. Pero lo que si hay que saber es que la reacción ciudadana solo es el comienzo.
3. ¿CUANTAS MUJERES Y CUANTOS JÓVENES HAN ACCEDIDO A LOS CARGOS?
Sin duda, la realidad más tangible de las elecciones de mitaca ha sido tanto la votación de las mujeres de todos los estratos en favor de las alcaldesas finalmente elegidas. Y el resultado más espectacular ha sido la elección de un desconocido en la ciudad de Cartagena y la derrota de Uribe en su propio feudo. Nadie cree en la humildad del propio cacique cuando la reconoce.
4. LAS ELITES DE LOS PARTIDOS TRADICIONALES Y LOS PRODUCTORES DE DESIGUALDAD ESTÁN AFECTADAS, PERO NO DESAPARECEN
El gran número de coaliciones es la demostración de la decadencia de los partidos tradicionales no significa, ni mucho menos, la decadencia de las élites regionales retrogradas, ahora agazapadas en coaliciones.
5. LOS CAMBIOS DEBEN IR MÁS ALLÁ DEL VOTO
…para que no se desvanezca esa bocanada de aire fresco que ha entrado a la política. Pero también, para que no surja de estos movimientos de reacción ciudadana el germen de futuras y mañosas roscas que pretendan, una vez más, que todo cambie para que todo siga igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario