sábado, 23 de noviembre de 2019

LÚGUBRE DESPERTAR


6:am
La ciudad herida
despierta
de su pesadilla.

Ya no tiene alientos
para lamer
                                                                               sus llagas.                            

Ciudad ultrajada
que se encierra
en su miedo.

Habitantes -pobres, claro-
marcharon por necesidad
a sus desprotegidas
casas.

Nadie previó
que el cansancio es de ellos
como lo es
la injusticia.

Sonaron cacerolas
en el leve tintineo
que sale
de la indignación.

Aguantadores, los policías
recibieron las pedradas
de los impostores,
muy distintos de
quienes protestan.

El reportero, incansable;
el camarógrafo silencioso:
ojos y oídos de una realidad
no inventada por
las redes
insociables.

Todos perdimos
porque aún el agazapado
montuno guerrillero
urbano
encerrado
en su insensatez,
porque aún  el narco instigador
que de lejos saborea
su caos,
ellos tampoco atesoran
la mirada límpida
del vencedor.

Todos perdimos
Y las palabras
del supuesto
Gobernante
no tuvieron el poder
de recoger los vidrios
o de evitar que hubiera
necesidad
de recogerlos.


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