domingo, 8 de diciembre de 2019

CONVERSADERA In memorian de Dilan Cruz, 8/12/2019




El gobernante
propuso
una CONVERSACIÓN
NACIONAL.


Se multiplican las mesas
de concertación supuesta.
Al parecer, ya no basta
envolatar
con el abúlico
DIÁLOGO.

Mientras tanto,
los muertos se acumulan.
Muertos, no:
ASESINADOS.
Y la vieja historia
que se creía
enterrada
se repite.

Pero eso sí, ¡A conversar!
Y si se trata
de parlotear,
¿Por qué nadie le dijo
al gobernante
que a los caminantes
hay que interpretarles
los sentires
y no ofrecerles
SENTARSE?

¿Por qué se multiplican
conciliábulos
como manjares
contra la desigualdad?
¿Por qué nadie le dijo
al anónimo Esmad
(antimotines)
que las bombas
lacrimógenas
no son inocentes
ni como último recurso?

¿Por qué callan,
grises ministros de la guerra
que despedaza a los niños
desde el cielo
y a veces ocultan
la verdad
en el torrente
palabrero
cuando solo bastaría
transparencia?

¿Por qué el iluso cree
que convencen sus sermones;
que los ciudadanos conversan
con quienes los gobiernan
y que la lentitud permite
apaciguar la ira?

¿Por qué esos destiempos
que solo producen
desencuentros?
Sin embargo, no todo
está perdido.
Queda un chispazo:
cierta juventud despierta.
Reacciona.
No es pomposa:
SIENTE.
Proclama un nombre:
Dilan.

Le nacen desde adentro
marchas, saltos, tambores,
si acaso la guitarra,
o una fraternidad ignota.

En silencio,
desde el atardecer,
pregunto:
¿Qué quedará?
¿LO EFÍMERO, O LO VITAL?











































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