Mas allá de
la futurología sobre las posibilidades
de los alcaldes que se posesionan el 1 de enero, en un país
que por celos, miedos o envidias
está acostumbrado a que el sucesor
haga todo para desprestigiar a su
antecesor, ojalá que algunos alcaldes no
tradicionales se salgan del libreto.
Ojalá que esta
nueva generación de alcaldes se despolitice en beneficio de sus ciudades, y no se desgaste en peleaderas
inútiles. Ojalá que eche pá delante, es decir, reconozca lo valioso
de sus antecesores y aplique las
enseñanzas de sus fracasos.
He pescado dos
ejemplos de nuevos retos, pero partiendo de la labor de los
antecesores. Solo así se promoverá la continuidad de las políticas
públicas, se acabará con los elefantes
blancos y se romperá el círculo vicioso de la política colombiana. Aclaro que son las ciudades mas grandes pero no necesariamente las mejor
administradas, sino las que más conozco.
Y los invito a una similar
reflexión de los colombianos en las ciudades donde habitan, más allá del amor
y del odio.
El
período de Enrique Peñalosa:
Lo
bueno: conocía la ciudad y no improvisaba en las
soluciones; fue disciplinado y riguroso
en la planeación; continuó los esfuerzos en educación, escolarizó
a los niños venezolanos, continuó con el plan de semaforización y la construcción de colegios.
Lo
malo: su error capital no
fue la prepotencia o la pésima manera de comunicar con los
ciudadanos, saliendo a raticos para la
foto: su “eficiencia” no siempre logró aterrizar la teoría a la práctica en casos concretos
como el Sistema Integrado de Transporte. Y su obsesión por lo grande y lo mejor lo llevó a descuidar áreas
como el barrio Santafé
(¿un nuevo Bronx?) y vías como
la carrera 5 de 59 a la 45, o las de muchos barrios de estratos 2 y 3. La
secretaría de movilidad se obsesionó con plantar reducidores de velocidad en vez de
cambiar comportamientos. ¿Mucho gasto en publicidad? ¿prejuicios mediáticos?
Lo que Claudia
Lopez puede mejorar: Retomar
la cultura ciudadana de Mockus . Dedicarse también a los
barrios de clase media; no pensar
tanto en las grandes avenidas que
estimulan a los automóviles particulares, sino en las maltrechas calles,
llenas de vergonzosos huecos.
Lo que hay
que continuar: insistir
en parques como el San Rafael, que los conjuntos
cerrados de La Calera menosprecian,
y que permitirían concretar la desigualdad en el bienestar. Continuar con la experiencia ( que salió mal en el parque del Japón) de parques y centros
culturales integradores. Focalizar la desigualdad y combatirla con acciones concretas.
Retos para
claudia López: Lograr que los recursos para el Transmilenio de la Séptima se dediquen a otros proyectos como el del uso de las vías férreas.
Aplicar su
programa, muy completo y detallado;
lograr que los bogotanos nos despoliticemos; y aceptar
que le hagamos riguroso seguimiento
a sus propuestas:
Y sobre todo, no dejarse llevar por el entusiasmo propio ni distanciarse de los ciudadanos, trabajar en equipo y evitar las
encerronas de sus colaboradores.
El
período de Federico Gutiérrez:
Como su
sucesor, fue elegido por firmas, lo que
les da una ventaja en las relaciones con el Concejo
Lo bueno
: No descuidó lo que llama “ la
callejeada” es decir, el contacto
con la gente. Vigorizó la alianza con el
Concejo sin intenciones partidistas ( fue elegido por firmas lo que le permitió conservar su independencia) .
Lo malo : el desastre de hidrohituango y la seguridaed
ciudadana, dos problemas de dimensiones gigantescas. ¿Mucho gasto en
publicidad? ¿Mucho autobombo?
Lo que
Daniel Caicedo debe continuar: El
modelo de relación constante con el
Concejo, pero también, con las universidades
y con un empresariado fuerte , que por tradición cultural, ha sido colaborador con su ciudad .
Seguir innovando en Seguridad
y ser implacables con los
(GDO)Grupos de Delincuencia Organizada, que no
solo requierens capturas sino extincción de dominio.
Pero sobre todo, no improvisar, ni pretender
agradarle a todo el mundo.
Retos para Daniel Quintero: no dejarse embriagar por el éxito y que
ahonde en sus propuestas.
Ser
el mejor alcalde de uso de las TICS, de tal manera que sean
el motor que logre incluir
a los jóvenes en la participación
real del futuro de la ciudad , en
la educación, pero también en la formación de los viejos para el uso de
internet. Y, sobre todo, resiliencia frente al pequeño y antidiluviano grupo que no
quiere ceder el poder de mando, ni que se lo cuestionen .
Como Claudia López, aceptar que los medellinenses, ya bastante
despolitizados, le hagan riguroso
seguimiento a la aplicación de sus propuestas.
Y, por
último, ojalá que los
medios de comunicación audiovisuales y los reporteros que
hacen el cubrimiento de
esta nueva generación de alcaldes no los
estereotipen, al uno como “liviano”
y a la otra como “peleadora” sino que estudien los
problemas antes de preguntar.
Reflexión para
el 1 de enero 2020: ¿Qué cree usted,
en su
respectiva ciudad, e
independientemente de su ideología, que los alcaldes y los concejos municipales deben continuar, mejorar o modificar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario