¿QUÉ CONCLUSIONES SACA USTED SOBRE AQUELLA FRASECITA MUSITADA POR EL PRESIDENTE , Y EL ESTILO MEDIÁTICO- DUCAL?

Ponerle freno a la saturación..

Lo más sobresaliente del `programa  de televisión  paradisíaco  de la  6 de la tarde es su  realización. Sin duda,  merece un aplauso.

 Si   fuera periodista, averiguaría   quién lo hace,  cómo y   por cuanto.

Si fuera estudiante de periodismo, analizaría   su  estructura  desde la óptica de la comunicación política y su manera  de  poner en relieve la imagen del  Señor   Presidente.  Por ejemplo, sospecho que  los realizadores  deben tener en cuenta el   rating y por eso  deben  haberle sugerido ahora  al protagonista  principal    que no utilice  tanto  el  “YO  quiero “  ( ver  mas adelante).

 Si  fuera oposición , exigiría  un  derecho  de réplica,  no en el sentido de cuestionarlo todo, sino  desde  la posibilidad de  profundizar - no necesariamente  en tiempo equivalente -  en el análisis.   En  vez de esos apresurados  clips  de propaganda partidista  simplona   chuteados  despues del programa, buscaría algo más impactante.   Uribe  Vélez  y su Centro   poco democrático no desaprovechan para   mostrar quién manda. Mas bien, entonces,  volviendo a los otros partidos,  investigaría sobre el tema de las  pruebas  y su  seguimiento  epidemiológico, por  ejemplo. Pero no con ánimo  politiquero o de mala leche, sino como un aporte  serio al interés público.

¿Reto imposible, decir menos?

De todas maneras, últimamente,  los realizadores han  sabido   matizar la saturación presidencial con un guion en que  pesan más entrevista a personas que   están  poniendo el  pecho y hacen el mayor  esfuerzo para  combatir  al Corona Virus.  Entre ellos, por supuesto, está el   ministro de Salud, funcionario ya  fogueado por   al parecer  tres sucesivos   gobernantes de ego alborotado. También   los realizadores han conseguido   enamorar a la OMS  ( Organización Mundial de la Salud) para darle  altura internacional a la  labor presidencial.

 En todo  caso, el programa    está muy bien   elaborado, a  pesar de las barreras  a  su profesionalismo.  Por ejemplo,  no pueden impedir que el presidente siga   rastrillando lo de la tutela a los mayores de edad, ni algunos   de sus  lapsus , como el   de la frasecita  aquella,   que por exceso de  diligencia y  entusiasmo, llevó a  la vice presidenta a revelar, sin darse cuenta,    lo que va por  dentro. Pero, sobre este último tema, y en espera de las propias reflexiones  de ustedes,  a modo de tercer  ejercicio,  me lleva a tres conclusiones, luego  de que  el jueves  se diera el mayor  número de  fallecidos (315).

1-     PALABRERÍA:    Al Presidente  Duque  lo   desprestigia  su  frondosa y  exuberante palabrería, pública o privada.  Corolario: cuando se equivoca,  tiene  la  extraña  capacidad de pasar por alto lo que  alguna vez dijo,  como la  frasesita aquella. Eso lo exonera de pedir  excusas, pero  acumula, acumula,  torpezas.

2-    DESIGUALDAD EN EL TRATO. ¿ Ud. realmente piensa que   el Presidente  Duque  habría  dicho “el viejo ese” refiriéndose al presidente Uribe,  o  sin ir  tan  lejos,  al   presidente  Trump?  Corolario: un desprecio latente  frente a quienes  no comparten  su punto de vista,  que va   transformando la  otrora conversación nacional en  monólogo nacional. Y no vale la  explicación de la  vice  “ hay temas más importantes”, porque se trata  de un estilo, no  de un tema.

3-    EGO  ALBOROTADO:  Contabilice  las veces  que,  en su paradisíaco programa vespertino,  el  presidente  conjuga el verbo  querer  en primera persona. “ Señor ministro de  salud , señor  ministro de  Comercio Exterior   YO QUIERO que usted  explique”… etc.  etc.  Corolario :  Ese  énfasis  en la `primera persona  y el YO aumentan la necesidad de referirse a la  primera persona ( pululan  las aclaraciones  de SUS ministros  “por instrucciones SUYAS , Presidente”) . COROLARIO:  con tanta  mención del presidente,  se diluye   al gobierno como un  todo,  se impulsa la lambonería de sus   colaboradores inmediatos, proporcional  a  ese desbocado  ego, e inversamente proporcional a la capacidad  presidencial de  análisis  autocrítico.  Santos tenía también  un desbocado ego,  pero al  menos, era  discreto. ¿Y  el ego  de Uribe Vélez ?  Daba por supuesta  su superioridad  bajo un  manto  de  hipócrita y medida  humildad…

   

La importancia  de destacar al equipo

Recomendación ciudadana: No tragar entero, reconocer los esfuerzos ( los hay y muchos) pero, sobre todo, seguir analizando  más  allá de lo mediático  Ducal.