“Así lo recuerdo”
Rudolf Hommes
Colección Debate. Penguin Ramdom House
Grupo Editorial, Marzo 2021
465 páginas
Curioso: durante cincuenta o sesenta años, una puede estar en una vida paralela con alguien ajeno. Se entera que otra persona hizo tal o cual cosa, tuvo tales o cuales amigos o amigas conocidos de ambos, vivió en tales o cuales sitios vecinos, estudió en tal o cual colegio – el uno en el Alemán, la otra en el Liceo Francés a pocas cuadras el uno del otro y, sin embargo, nunca se cruzaron.
Frecuentaban tal panadería, iban a tal o cual restaurante, lo vieron amigos o amigas en el Goce Pagano. Ni el uno ni la otra se encontraron más de un par de veces en algún evento común y se saludaron quizás como se saluda en la Bogotá cachaca, es decir, con los labios apretados como si costara, o dejando que los ojos se queden tan solo un segundo en el rostro saludado.
En ese cruce de caminos, los padres de una y otro tuvieron tal o cual trayectoria similar en sus grandes o pequeños rasgos: uno de sus progenitores salió de Europa- la madre de una desde Francia, el padre del otro desde Alemania-. Una se alcanzó a preguntar si ese personaje público sería de los buenos alemanes, hoy mayoría, o de los malos nazis ( esos que obligaron a mi tía y a mi prima de 8 años a caminar 800 kilómetros para no cruzarse con ellos en Paris y que por compasión y con riesgo de muerte escondieron a un judío en la “chambre de bonne” de la mansarda del edificio hasta que se esfumó).
Pero a diferencia de uno que otro cundiboyacense que pretendía ser nazi en la Sabana de Bogotá sin caer en cuenta de su ridiculez como supe de uno en concreto y creo además recordar lo que cuenta la novela “Los Informantes” de Juan Gabriel Vásquez, la cara de Rudy, como lo llaman todos, nunca me hizo dudar.
Y el libro donde relata cómo reconstruye la vida su padre y su papel en la Escuela Normal Superior demuestra de manera fluida y sensacional por qué no estaba equivocada. Con esa necesidad que tenemos todos de averiguar nuestros orígenes, por esa curiosidad que lleva a ir más allá de la que Hommes llama la ”historia Oficial” de las familias, el autor rastrea minuciosamente el pasado de su padre alemán con evidente maestría literaria. Y no se diga más, porque el adecuado suspenso vale la pena.
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Las pocas ocasiones en que me enteré de la vida de Rudolf Hommes fueron, desde luego, por su trayectoria pública como director de crédito público, Ministro de Hacienda, Rector de la Universidad de los Andes, candidato frustrado a la alcaldía de Bogotá, escritor de artículos en El Tiempo, o la revista Estrategia. Por oídas, también autor de investigaciones económicas y rumbero de la "Perse In" es decir, la Perseverancia rola.
En los detalles no incluyo, porque no vienen al caso, diferentes perspectivas políticas contrarias a las mías ( neoliberal, impulsador de una apertura Gavirista, a mi modo de ver tan apresurada como la manera del presidente Gaviria de apoderarse de la herencia política del asesinado Luis Carlos Galán, etc. etc.)
Ese puzzle -como diría Rudolf Hommes, que vivió 8 años en USA, PHD en Administración de empresas de la Universidad de Massachusetts en Amherst, queda completo en el libro “Así lo recuerdo". Incluye sus hazañas matrimoniales, sus deslices estudiantiles y como militante de las tres revoluciones sexuales de los setentas y ochentas ( descritas con simpático lujo de detalles), vecino de Ubaté como niño pequeño de ruana y alpargata, un libro pletórico de detalles que alcanzan a armar un buen rompecabezas.
Un libro escrito con un gran sentido del humor que, como humorista, empieza con un requisito ineludible: la capacidad de burlarse de sí mismo y de sus circunstancias, lo que no se da mucho por estos lares de egos alborotados.
Pero también está el hombre de principios. ¿Cómo integrar a las dos Colombias? Se pregunta el autor cuando describe una de las dos Colombias: “la Colombia fría (que) no siente empatía y es incapaz de perdonar, aferrada a códigos estériles, a preservar sus privilegios y a conservar sus odios?” ( pág. 433)
Prefiere, como yo, esa otra Colombia, integradora. La percibe Hommes a pesar de sus descripciones que ignoran o dejan entrever ciertas rivalidades con personas opuestas como Guillermo Perry y otros protagonistas. Se compensa con causas y propuestas como focalizarnos en superar la informalidad laboral, liberarnos del exceso de dependencias de petróleo y materias primas, impulsar la igualdad en la educación y ponerle coto a lo que llama “una abismal ausencia de liderazgo y de visión de políticos, técnicos y empresarios” ( 441) .
En otras palabras, un libro que sorprende, hace reír, escandalizará a los mojigatos y se devora.
De acuerdo, es un excelente libro
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