jueves, 24 de junio de 2021

LAS TRISTES EMOCIONES DE COLOMBIA (2)




foto MTH



RESEÑA
EL PAÍS DE  LAS EMOCIONES TRISTES
Una explicación de los  pesares de Colombia desde las  emociones , las furias y  los odios.  
Mauricio García Villegas
Ariel, 2020

Hay libros   y personas que son  "cajas de   citas” sin más  propósito que el de citar. Es decir, demostrar que son  leídas ( las personas) y   que quien cita  ( a los libros) es un “intelectual” – palabra que cada vez me cae más   gorda,   para decirlo  en  lenguaje de    comida  chatarra.

 Aclaro de una vez   que Mauricio  García  Villegas no es creído, ni posa de  intelectual. Por eso su libro   “El país de las emociones tristes”  es un ejercicio peculiar y agradable.

 Además de   ser uno  de  los pocos que  conocen  al filósofo  Spinoza - ese  Baruch que  no está “in”  (  la otra- que lo ha leído- es Isabel Barragán* ),  García Villegas se propone destacar , sin   injuriar,  ese aspecto   de  odio, venganza , resentimiento, envidia y miedo   que también caracteriza a nuestro  país. 

 Y no solo el país Colombia   sino lo   que yo llamaría   descaradamente   latinoamericano ,  por dos razones:  la monarquía  española que nos tocó, y la Iglesia   Católica  que   nos encimaron. 

Con eso no   quiero ni mucho menos injuriar a   la iglesia sino  recordar   (ver cuadro) que, a   diferencia de   sus mayores   y si en algo  confiamos en  las encuestas  es cuando  son representativas , los  jóvenes  de hoy creen en Dios  ( 94%) pero   solo un  40%   cree en la  Iglesia   Católica  un  34 % en  otras iglesias. Por representativas, me refiero a que no   miden  intenciones  sino creencias.




Tomado de :
https://www.urosario.edu.co/Imagenes/2020/Informe-Que-piensan-sienten-y-quieren-los-jovenes.pdf


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Volvamos al   libro  de las  emociones tristes. Sus citas son una  delicia porque las frases escogidas  que García Villegas va soltando y convierte en un arrebato al  final,  tienen el encanto de la  experiencia personal del  autor ( del libro) que las ha  saboreado  ( las frases),  lo que demuestra que  siente  la  pasión ( de  leer, y no  de amontonar  para mostrar).

El mismo  García  Villegas lo confiesa :  “ no pienso ser un académico  puro y  duro”    

 Así como Jesús  Martin Barbero hablaba de un bienaventurado “escalofrío  epistemológico”, así   García  Villegas muestra una sensibilidad afectuosa y  cree  en conjugar el verbo  negociar cuando de emociones se trata.

A   García  Villegas   le interesan los  “ arreglos emocionales” porque a  diferencia del “imperio del   rencor”  que a   veces nos    latiga  a los colombianos   como latigó a José María Obando y a Tomas Cipriano de  Mosquera  en el  siglo XIX  o como perturbó , según cuenta el  autor,   a  los excelsos magistrados  Carlos Gaviria y  Eduardo Cifuentes   por cuestiones de jurisprudencia,   O  como cuando  el Che ( si, el mismo del afiche)  cuando  alegaba que   sin odio   no  se puede  luchar.

Dicho de otro   modo: no se puede entender  nuestra  historia  sin lo que García  Villegas llama  los  desarreglos  emocionales que  en  fin de cuenta,  como lo  explica ampliamente el autor, son los que  han apartado la política de  la gente.   

Durante años en este  blog he llamado   diarreas mentales a las inteligencias desperdiciadas en peleadera.  Y por eso  lo llamé  ( este blog) Opinar es Debatir sin pelear”.   Es el punto donde  sin duda  nos encontramos    y, creo,  por haber leído algunos escritores como Montaigne y Morin.   Pero  también, el punto    donde  deberían  encontrarse los   colombianos. Sin duda,   un esfuerzo, sobre  todo para temperamentos  tan explosivos como el mío y tan tiernos como parece ser  el suyo y  el de la mayoría de los colombianos.

Pero hace falta cambiar de modo de ser colectivo. También se requiere  olvidar presupuestos poco   válidos  y polarizadores como   “el que  dijo  Uribe”,  o  latigar* a  Petro   por todo lo habido  y por haber  ( sin siquiera averiguar qué piensa) . O este otro  estereotipo según  el cual   las  redes sociales  son  nefastas.  Discrepo, pues  encuentro en ellas  la  libertad que no   había  en  los medios tradicionales-

No  olvidar  entonces que el medio   no es el mensaje,  sino el mensaje  es el peleador.  El  poder  tampoco es   intentar estar de acuerdo con todo el mundo, como   lo quieren  ciertos presidentes  ( para no citar a Duque)

Muy distinto es   acostumbrarse a  cuestionar y analizar.  Si algo tiene que cambiar,  ¡basta ya de  peleaderas mezquinas entre ex presidentes, de los  rabiosos  ex presidentes   estilo  Gaviria,  o silenciosos estilo Samper! ¡Basta ya!  de   egos soberbios  estilo Santos  ( o Petro? ) .

Pero nuestra patética democracia  exige   también    reemplazar las  furias   por las ideas.

Para García    Villegas  y no pocos de nosotros, los extremos ( sobre todo los políticos)  asfixian.  "Cada  posición  extrema alimenta su  contraria "-  sostiene

Como  bien   dice al  final  de este libro recomendado  para aprender a vivir  armonía colectiva  sin omitir contradicciones ,    donde se reencuentran  la  dulzura  de   la  recién  fallecida madre  del autor,   Baruch   Spinoza, buscador de  felicidad :   

“lo que  necesitamos  es odiar menos y comprender  más,  domesticar las  furias  y aguzar el entendimiento, empeñarnos más en  reducir el mal y menos en destruir a la gente  mala “

Será posible cuando mucha gente cree que los otros son los malos ?   Los medios de comunicación deberían empezar por   dejar de  obsesionarse con  los polos  Uribe y  Petro   como  si  fueran los únicos   que   determinan   nuestra  política y nuestro modo de pensar..

Y, de pronto, el periodismo, entre otros,  debería leer un poco más,  eso sí, antojándose  con base en las citas  y los  buenos   consejos que nos  regala el autor.

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*Espectador, sábado 19  de junio  “ García Villegas,  ínclito* ensayista”, artículo de Rabo de Ají Esteban Carlos Mejía, a mi modo de ver uno de los mejores articulistas de  El Espectador. Nota: no utilizo la palabra  columnista que  viene de "columna" .  ¡A pocas columnas que hay!
 *Verbo  latigar, que acabo de inventar



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