RESEÑAS MAMOTRETOS ( 4)
AMARTYA SEN
UN HOGAR EN EL MUNDO. MEMORIAS.
TAURUS
Primera edición, octubre 2021, Penguin Random House, Grupo Editorial, 542 páginas
Título en ingles “Home in the world. A memoir. Nota : las cifras entre paréntesis se refieren a las páginas del libro.
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Para los aficionados a la lectura, una manera de averiguar por qué los genios son genios es a través de sus autobiografías, a veces reveladoras de brillantes escritores. No solamente políticos como el premio Nobel de Literatura Winston Churchill o el General De Gaulle (que no fue premio Nobel,) sino también de otras disciplinas.
Es el caso ahora de Amartya Sen, premio Nobel de economía en 1998, este año de 88 años ( los cumple en noviembre). Recibirá el Premio Princesa de Asturias por su trayectoria en las ciencias sociales, como “maestro de maestros” para gran alegría de sus lectores, y que será entregado el 26 de octubre.
Salvo excepciones como Keynes o Samuelson , los economistas célebres tienen la característica de escribir poco literariamente y de manera bastante incomprensible para el resto de la humanidad.
A veces le producen no poca sorpresa como a mi me produjo el también premio Nobel de Economía Robert Schiller en cuyo último libro “Narrative Economics” descubre, con cierta ingenuidad, el poder de la comunicación de narrativas de los “social media” en la formación de opinión y su influencia en las medidas económicas. Pero eso es otro cuento.
Volviendo a los economistas escritores, Amyarta Sen es también una valiosa excepción, por razones que fluyen en lo que esperamos sea tan solo el primer tomo de sus memorias, que van desde su nacimiento, y la infancia con los abuelos en Santiniketan (Bengala Occidental) (hogar también y sede del Colegio orientado por de uno de sus grandes maestros, Ramindranath Tagore, hasta su instalación definitiva en los Estados Unidos, hacia los 30 años.
Estas memorias de quién es también un filósofo y matemático, las recomiendo solo para personas que a la velocidad de leer le prefieren la lentitud de los mamotretos que dejan huellas imborrables.
El placer de saborear la lectura, en este caso, se debe a ciertas características propias de algunos genios : el sentido del humor y de reírse de si mismos, la sencillez innata , la capacidad de analizar y conversar - o charlar- ( es decir, de interesarse por la gente y de aprender de ella), lo que le permite la compresión de mundos tan distintos como el de Cambridge y el de Calcuta, o el musulman Pakistan y la Hinduista India.
“No debemos subestimar nuestra capacidad de aprender unos de otros”- señala como máxima de su vida que aplica en todos los ambientes en que , no cabe duda, produce tanta admiración como la que le tenemos sus lectores. Un caso concreto y ejemplar : desde el primer año de posgrado ya tenía lista la que fue su tesis de doctorado, pero que no presentó para cumplir con las rigurosas cronologías de la Universidad de Cambridge. Obtuvo, eso sí, permise para devolverse entretanto a la India a dictar clases.
Amartya es, sin duda, un tipo que llamaríamos chévere en nuestro idioma. Sen pasa por esos mundos sin alterarse y siempre sobresaliendo con la capacidad infinita de adaptarse a ambientes tan distintos como el de las celosas batallas intelectuales entre los economistas ortodoxos y los de bienestar social, o los elevados análisis matemáticos y la dramática pobreza y el hambre de una India del pos colonialismo.
Su temperamento me recuerda el de Orlando Fals Borda, hombre también de río, y recalca como él la importancia del agua en el desarrollo económico (52)
El libro, con la suavidad firme de su autor, desbarata estereotipos sobre la India y lo que llama “ interpretaciones inglesas reductoras “. Distingue :“la globalización constructiva no es lo mismo que el imperialismo” (195) .
Amablemente, como es su talante, señala que ya habían decaído los mogules cuando llegaron los británicos (198), o que la esperanza de vida al final del imperio en la India era de 32 años, la alfabetización cercana al 15 % y describe su descomunal estancamiento en los doscientos años de dominio colonial ( 202). De paso, nos enseña que la Universidad de Nalanda es más antigua que la de Bolonia, primera de occidente.
También, como buen conocedor de Marx sin ser marxista , propone no limitarlo a lo materialista, o a las propias obsesiones de Marx sino, por ejemplo, ampliarlo a su pedagogía sobre el comportamiento humano y otros aspectos poco estudiados por los fundamentalistas.
Sen muestra su capacidad extraordinaria de razonamiento analítico y su fascinación or las pruebas (127)
“ cuando repaso lo poco que he podido hacer en la vida ( ojalá pudiera hacer más ) - escribe ese infatigable y modesto trabajador- me parece a grandes rasgos, dividida entre razonamientos bastante abstractos ( por ejemplo, mi búsqueda de la justicia y la exploración de distintas vías en la teoría de la elección social, con acciones, teoremas y pruebas) y problemas prácticos bastante mundanos ( escasez, hambrunas, privaciones económicas, desigualdades de clase, género y casta entre algunos otros". (128 )
Sen es también un explorador profundo de sus aficiones : la historia, la arqueología ,la ciencia política, el arte, las librerías, la democracia , el sánscrito, lo que llama charlas con economistas prestigiosos que busca y aborda sin temores, con el único propósito de aprender. De allí que, joven estudiante, no desperdiciara – como sí muchos estudiantes universitarios- las oportunidades que dan sus ilustres profesores mientras caminan por los senderos o se toman un café en la cafetería. Como diría Sen, una cosa es la lagartería y otra el deseo de adquirir conocimiento...
Para que un ser humano ateo sea tan humano como Amartya Sen, debe partir del rechazo a la violencia, y de unos principios fundamentales. En su caso, y lo ha demostrado como economista, el de la comprensión del otro, la necesidad de entender las identidades múltiples de los seres humanos, la generosidad, la libertad de opinar y debatir y, desde luego, la ética, la moral pública y la idea de justicia en ambientes que propician la injusticia ( incluido el imperio británico). Todo eso, escribe, le ayudó a enfrentarse a la “imposición de una idea única y agobiante derivada de la religión o la comunidad” (127)
SUGERENCIA
Linck para : "Economics with a moral compass? Welfare Economics:Past, Present and Future
https://www.annualreviews.org/doi/pdf/10.1146/annurev-economics-020520-020136
Para complementar temas ignorados por marxistas fundamentalistas como la filosofía política de Marx en cuanto a la moral pluralista, o la ilusión objetiva . También la entrevista conversada muestra la capacidad de Sen de debatir, de aceptar críticas y de conciliar para avanzar. Y, siendo de izquierda, de admirar a autores tan disímiles como Adam Smith, Marx y Arrow, sacando de todos ellos lo que pudo fortalecerlo intelectualmente...
Mis mamotretos . Foto MTH
Estimada Maria Teresa Herran
ResponderEliminarPermitame de presentarme. Soy Peter O'Brien, irlandes/espanol, muy vinculado a Colombia por razones personales y profesionales.Quisiera agradecerle tanto por sus comentarios sobre Amartya. El y yo nos conocemos muy bien, hemos trabajado juntos acerca de temas tan variados como el hambre (siendo irlandes fui yo la persona que le dio la informacion pormenorizada acerca de los desastres de los anos 1840 y sus impactos sobre la historia y la memoria colectiva del pais), la identitad, los metodos para calcular los costes y beneficios (para la sociedad y no solamente para los individuos o entidades privadas) de proyectos e iniciativas, sean de naturaleza fisica o menos tangibles (por ejemplo diferentes maneras de imaginar la formacion a la escuela). Pero, mas que nada, y como Vd bien lo describe, Amartya es un ser humano que sabe compaginar una cabeza sin par con una capacidad fuera de lo normal para entender los otros, para empatizar con ellos. Me recuerdo , jamas podria olvidarlo, mis primeros contactos con Amartya. Yo, de muy joven, funcionario de las Naciones Unidas en Ginebra, el oficialmente un experto trabajando bajo mi direccion. Habrase visto una cosa mas ridicula? Nos lanzamos a escribir un documento para la ONU, y decidimos que seria yo responsable por el capitulo uno, Amartya por el segundo, y asi sucesivamente. Debo decir que he sobrevivido muchas situaciones peligrosas en mi vida, y no solo en Colombia. Pero jamas he sentido un miedo semejante al momento quando. una bellisima tarde de julio en Ginebra, Amartya me llama por telefono y me invita a tomar un te mientras revisamos mi borrador del primer capitulo. Estaba temblando. Pensaba, este es el fin de mi vida profesional. Si el Profesor Sen me destruye con su implacable forma de razonar, donde puedo ir? Que hare con mis estudios, con mi voluntad de ayudar a la gente que nada tiene, con mis suenos? Nos sentamos. Amartya me dice, Peter, es como si fuera yo de haber escrito el texto, creo que el documento sera excelente. Que alivio ! Despues, aquel verano fue maravilloso. Trabajamos como locos.Entablamos una amistad de la mas profunda. Llegue a ver su enorme voluntad de contribuir aunque en circunstancias dificiles. Como Vd sabe, de muy joven, Amartya sufrio del mismo cancer de la cara que tanto martirizo a Sigmund Freund.Cada viernes por la tarde, Amrtya cogia el avion por Londres para pasar los sabados y domingos recibiendo tratamientos de parte de los mejores medicos ingleses. Cada lunes por la manana lo encontraba en la oficina, concentrado en su trabajo como si nada fuera. Podria contar tantas cosas mas, pero no quiero aburrirle. Gracias por esta recension de la primera parte de la autobiografia de un hombre por quien el mundo es su hogar, y que se siente en casa charlando con cualquiera en cada parcela de la terra. Peter O'Brien, email stefanrey@yahoo.co.uk
Gracias Peter O´Brien por su amable y
Eliminarvigoroso mensaje y excuse la demora en contestarle. Sus comentarios enriquecen la percepción que tenemos, aun sin conocerlo como es mi caso, de una persona excepcional que siempre he admirado por su sencillez, en todo el sentido profundo de la palabra. Aquí, como decimos en Bogotá, "a la orden el blog" para que continúe sus comentarios. MTH