jueves, 27 de julio de 2023

LA IMPRESIONANTE HISTORIA DE KASPAR HAUSER

RESEÑAS  MTH


Foto MTH


KASPAR L´OBSCUR  OU L´ENFANT DE LA NUIT

( Kaspar  el oscuro  o el niño de la  noche)

Essai d´histoire abysale  et  d´anthropologie  sensible

HERVÉ MAZUREL

Editions  La Découverte 2020. 2023


IN MEMORIAN A  Marc AUGÉ, fallecido el  23  de julio 2023

https://www.youtube.com/watch?v=gBJrLRhf-88

Para algunos conocedores  de Marc  Augé,  identificado  entre  otros aportes  a  las  Ciencias    sociales  por  el  “non  lieu”  ( el no  lugar), dedicarle la  reseña de una historia increíble  como  fue la de  KASPAR  HAUSER es, por lo menos,  una imprudencia literaria.  

***

El autor  del libro sobre  Kaspar Hauser, Hervé Mazurel,  forma parte de una  generación de  los  historiadores del afecto  y de las sensibilidades, pero también de los imaginarios. Una  historia  que contrarresta la  quizás excesiva importancia  que  se le  atribuye  hoy  a los  aspectos  - demasiado ¿mecanicistas?-   de la manera como funciona  el cerebro humano.

Pero vamos al grano. El  26 de mayo de 1828, en  una plaza de Nuremberg, apareció  un un  peculiar muchacho   de unos  16 años que  tambaleaba, no sabía  caminar muy bien   y  solo decía  “wooas mit” ( yo no sé).   

Llevaba  una hoja dirigida  al capitán de un escuadrón de caballerizas livianas de esa ciudad ,  por  la cual se supo que el adolescente  había sido secuestrado  y metido en el calabozo de una  torre,  sin contacto alguno con los seres humanos  y  alimentándose tan  solo de pan y agua que le proporcionaba  un carcelero.  El  joven se volvió  uno de los  más   misteriosos casos de,  como se decía entonces,   niños  “salvajes” desaparecidos.  ¿Quién era?  ¿Qué le había pasado?  ¿Qué vínculos  con la historia local  tenía  ese joven  que  había quedado encerrado durante 10  o más años y  aparentaba tener una edad  mental de  3 o  4  años? 

Habiéndose descartado  médicamente  que sufriera de locura  o  enfermedad   mental, se  llegó a afirmar que  tenía  vínculos  con la más alta aristocracia  alemana, que había  sido  abandonado  para  no perjudicar al heredero de la  poderosa familia  del condado Bade. El  misterio nunca se resolvió satisfactoriamente. Inclusive, las pruebas de ADN  que se le terminando haciendo varias décadas despues  con 6 de  sus cabellos, dieron resultados  opuestos.  Décadas más tarde también,  los descendientes  de la familia  principesca de  Dabe  que  se sospechaba de parentesco,  se negó a hacer la prueba de ADN y finalmente  el  misterio nunca se aclaró.  (Me salto  otros  detalles del libro  por lo demás  apasionante y  el    fin trágico de  Kaspar,  después de un primer  intento fallido, asesinado  en  1833 por aquel  que   el joven llamaba  “el hombre de negro” que nunca se pudo identificar).

Lo que si quedaba   claro era la existencia misma de ese  joven, salido de la nada,  y el diagnóstico  de   las consecuencias físicas y síquicas de su asombroso encerramiento, que  fueron  estudiadas   ampliamente en todo el mundo de las ciencias sociales, como un caso excepcional de  humano  sin  vínculo  social alguno, aunque supiera leer y escribir,  pero de una “vulnerabilidad  infinita” (79 y sig.)*,  en parte por     el efecto de la luz  después de tanta  oscuridad  y con constantes dolores de cabeza.

 Aunque  en la  Segunda Guerra Mundial  se   quemaron  los  archivos municipales  donde  reposaba   su historial,  como base jurídica del constate apoyo económico que le dieron  las  autoridades a Kaspar y a sus  tutores, se ha podido recomponer,   al menos en parte, la historia. 

Este libro  es un   excelente, metódico (en particular por las  notas),  y arduo trabajo  de  investigación  del autor Hervé Mazurel, profesor de la Universidad de Borgoña.  Como  también es  ejemplar su enfoque histórico pluri-disciplinario (que incluye la  que llama "antropología sensible") y  su  seguimiento,  desde las perspectivas del lenguaje, el  sicoanálisis,  los testimonios, y en general el contexto social y comunicacional  de  Kaspar Hauser, llamado así  en la nota   que   dejaron   ( texto completo  47) 

El autor, un minucioso escritor,   resalta el desconocimiento de Kaspar  de la  noción de tiempo  ( 82 y siguientes),  su mezcla  de lo real y lo onírico, y  temas   apasionantes, como las múltiples  reflexiones  que suscitaba en  los que iban a visitarlo, las influencias de esas disonancias sobre su  cuerpo ( cap 4), sus posturas,  gestos y actitudes, y  la inexistencia de  códigos  sociales en  su diario vivir.

 En el Capitulo  6 , el autor  señala  en detalle su   paradójica  manera  de percibir,    que  no  atrofió  sus  sentidos sino lo contrario, los exacerbó,  y otros detalles    desde las   distintas   ciencias  sociales,  médicas  y percepciones de la historia. El que llama “tumulto emocional” de Kaspar   interesa especialmente a  Mazurel,  especialista  en  historia de   las  sensibilidades.

Como ser  humano distinto en  muchos aspectos,  KASPAR  “consideraba  todos los objetos como  seres  vivos y sensibles”.  Tuvo  especial  afecto en su encierro  por caballitos de madera,  como lo recuerda  la  película  que  sobre  el hizo  Herzog. Ya  irrumpiendo en lo social,  ignoraba  el  sentido del sexo,  se apasionó por  el dibujo, tenía una memoria prodigiosa,  era afectuoso con   algunos y colérico con otros ( especialmente médicos y  teólogos)  y fue   estudiado   por  intelectuales   tan prestigiosos como  Anselm  Von  Feuerbach.

Kaspar el desconocido  resultó ser un muchacho de naturaleza amable y  bonachona y    fue adoptado por la   comunidad de Nuremberg y su administración  pública. Tuvo etapas de  felicidad  como cuando estuvo  en  el hogar de su  tutor  y  educador  Daumer. Resalta  el autor   la importancia del  afecto,  posiblemente en su primera infancia, antes de ser abandonado,  pero tambien  en los hogares de paso, principalmente  cuando  estuvo con el profesor Daumer.  Tuvo  uno o dos amigos  verdaderos.   Como   Paul John Anselm  Von   Feuerbach, doctor  en filosofía y jurista  eminente, que   escribió un   libro  sobre   “Kaspar Hauser,  Un  delito contra el alma  del  ser humano”. El mismo  Feuerbach  que los abogados  conocemos por su  desarrollo jurídico del principio  de legalidad, fundamental en Derecho Penal:   “ nadie puede ser juzgado   sino  conforme  a las leyes preexistentes de lo que se le  imputa”  https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Johann_Anselm_von_Feuerbach

En  cambio,  Kaspar  fue  maltratado y no solo por quienes lo asesinaron, sino  asediado constantemente por curiosos, que le hacían  las mas  crueles preguntas y,   a mi modo  de ver mal   “adoptado”    por el millonario y  excéntrico  inglés  Lord Stanhope,   sobrino  nada menos que  del primer ministro William Pitt.

En esta historia asombrosa  abundan  otras características  de ese  ser humano sin duda  peculiar en  su encuentro con el mundo por él prácticamente desconocido:  el mundo de lo humano.  Por cierto, cuando conoció el mundo humano,   solo  podía percibir por  los sentidos de  olor , gusto y   olfato. Cuenta un testigo  que,  al  comienzo de su reinserción, estaba   acostumbrado  a olfatear cuando llegaba a un sitio desconocido. También  al  comienzo, solo  conocía unas cincuenta palabras  y  luego, escribió  una  parte  de  sus  memorias,  que fueron muy  publicitadas por los medios lo que, sugiere el autor,   pudo ser una razón de su asesinato (183)

El caso Kaspar Hauser interesó  a  todos los sectores  sociales e intelectuales,  incluidos, desde luego,  los medios  de comunicación de la época, y no sólo por sus incógnitas,  por los   episodios de nostalgia y los vacíos de  existencia que  sufrió el joven,  sin sospecharlo,  en el calabozo, pero también  en  su brusco  encuentro con la realidad. Suscitó múltiples interpretaciones psicoanalíticas , culturales,  educativas,  sobre cómo se desarrolla  el lenguaje en el  ser humano, sus aprendizajes  y   su vulnerabilidad.

Kaspar,   que había sido cortado de esa realidad  y no recordaba su contexto social, planteó    preguntas que no se hacían  y,   por cierto  todavía  no se hacen hoy,    como las  dimensiones   afectivas  del tiempo para quien  solo vivió en la oscuridad, las   consecuencias de la velocidad en  los aprendizajes y la manera de superar   los vacíos  existenciales de la comunidad a la  que se  pertenece,  cuando el ser humano se ha cortado de su contexto real . 

A través  de pequeños destellos  ( más que del odio o de la ira) muestra el autor  cómo va  reforzándose el papel  fundamental del afecto  en la personalidad .  En  el caso de  Kaspar,  a pesar de no recordar con quienes o con  qué,   quedó la impronta  de su capacidad de   ligarse  con otros seres  humanos, con animales o  con los mismos  objetos que en su momento tanta   sorpresa le  causaron,  como lo demuestra en su corta  vida social, en la que el  rencor no ocupó un lugar preponderante.

Luego  de que, en  1833 ,  fuera herido mortalmente (después de un previo intento fallido),  por  quien llamaba el  hombre  de negro,  aumentó   el misterio  de   su  existencia  y  aumentaron los por qué de  ese delito    contra el  alma , como lo llamó  Feuerbach.

En  el parque  y en   el   mismo  sitio donde  murió,   colocaron una  placa  que hoy  subsiste : 


    Aquí yace  Kaspar Hauser,

enigma de su   tiempo,

nacimiento desconocido,

muerte  misteriosa

1833


 Esa  impresionante  historia de un   desconocido  asesinado por un   desconocido  me hizo reflexionar   sobre   las  constantes noticias y  prácticamente   diarios   asesinatos en  Colombia, el silencio que las rodea,   y de los que se sabe menos   quizás de lo que se supo de  Kaspar  Hauser en  nuestra triste historia de todos los días.   

 El autor recalca ( 220):  “ Kaspar  Hauser  se encontró   cortado - caso rarísimo- de todo el agregado histórico de las generaciones que lo antecedieron, de todo el legado cultural de su pertenencia a  una comunidad” . Y por  eso continúa   fascinando hoy en día, como lo demuestran  la abundante  bibliografía y las notas  del  libro.  

Mazurel  describe con evidente  precisión cómo sigue representando hoy en día  también   “una   brecha abierta  en el terreno de nuestras  certezas, dejando subrepticiamente la posibilidad de la  existencia del vacío” (221)

*los números entre paréntesis indican las páginas del libro reseñado





 


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