martes, 3 de octubre de 2023

Reseñas MTH : LA COSTA NOSTRA DE LAURA ARDILA Y LOS CHAR



Una nueva  era de PI





Una nueva era  en los grandes trabajos  del periodismo investigativo colombiano (ejemplo: Gerardo Reyes, Don Julio Mario  -2003)  se abre por dos razones concretas. 

 La primera: ante  las realidades traídas  por  la velocidad de lo virtual, y las necesidades comerciales  de los conglomerados mediáticos,  emprender  una larga  investigación se considera una  hazaña casi imposible.  Por eso  crecieron  las  filtraciones, que ahorran  la mitad del trabajo periodístico y siguen  siendo la  fuente más   utilizada por la mediocridad periodística colombiana.  
 
 La  segunda razón  para esa  nueva era:  faltaba el “NO” de Planeta. Es decir, nada menos que un  estúpido  veto de la  editorial,  a  mitad del camino,  que así  pierde credibilidad :    “la cancelación de mi libro”-escribe la autora.   Pero no hay mal que por bien  no venga:  asumieron  el reto nuevos editores criollos  (en este caso Rey Naranjo editores)    https://www.reynaranjo.net/  ),  una empresa que - leo  en  el prólogo, - ,  lleva   trece   años  haciendo paso a paso la transición a la indudable  nueva era  de las escrituras  mediáticas.

Además del criterio democrático que  siempre ha  tenido  en su  sangre EL Espectador, esa nueva y aguerrida generación  empieza con   Juanita León y su Silla Vacía,    Ana Bejarano entre otras  páginas  y nombres de    profesionales que también se van instalando en la virtualidad. 

 Esperanzador ver cómo,  poco a poco, han surgido esas discretas iniciativas colectivas. Desde  la entraña misma del  ejercicio periodístico,  periodistas, abogados y defensores de derechos humanos  van emergiendo  entre la pasividad de los instalados.  

 la Fundación  Para La  Libertad de Prensa y su apoyo legal  a periodistas  ( que  reemplaza   hoy  al moribundo Círculo de Periodistas de  Bogotá

 Estas iniciativas  son  de los propios periodistas, y están   empeñadas  en  defender la libertad de expresión,  así como el derecho  fundamental a informar y ser informado.

 Empeñadas  en  no aceptar el eufemístico silencio de  algunos medios que  se atreven  a decir  o mejor,  a insinuar  con los ojos el  “ eso  no va”,  cuando se afecta sus intereses comerciales   o los de  los anunciantes.   Iniciativas empeñadas en que  el periodismo no  viva  de  filtraciones que intentan convencer de lo que a  “juicio” de los protagonista sucedió   o de   egos   personales alborotados por el impacto de lo mediático.

Ese reverdecer  del propósito de  hacer buen periodismo es la mejor noticia  que, esta vez,  acompaña el libro de   Laura Ardila.  Son nombres nuevos y refrescantes, sin  duda una   nueva era, que  permite a los  luchadores de mi generación mirar el futuro  tranquilos y   en paz.

Ahora si, al grano.  


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OTRA MANERA DE EJERCER EL  PODER 
 
Desenredar el ovillo de  la Costa Nostra de los Char  explica cómo  actúa  un  grupo  de poder  regional, en este caso  Barranquillero.   Escudriñar  una manera de hacer política (como era  el eslogan cachaco)  después del enfoque  demasiado  centralista, es  aplicarse    poco  a poco  a  escudriñar el poder en  Colombia, pero  con las  características propias   de  cada  región, hasta  formar  el mapa completo que explica  buena parte  del despelote  de
 nuestro país…

A cada  paso, Laura  Ardila  detalla y demuestra lo que  afirma, metiéndose en archivos  de contratación, preguntando, saltando barreras de  silencios cómplices. Esa es, sin duda la clave del buen  periodismo investigativo. Eso implica no tener afán de publicar,  mientras otros se limitan a  buscar  chivas, como si la “chiva” siguiera siendo  el prioritario objetivo en una era conectada, que muestra los hechos de inmediato. 
Y la nueva  era  es,  de paso,  un nuevo reto para las  facultades de comunicación social.

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La repetición de la  repetidera que empuña  la lanza verbal  de una   “lucha contra corrupción” no puede seguir   siendo una  frase sin contenido.  Para que sea concreta, hace falta,  entre otros aspectos, que el periodismo pierda sus  miedos.  Que no  caiga en las redes de la politización,  ni  tampoco  divida  lo regional como  se ha  dividido  lo nacional, entre buenos y malos, cuando paralelamente se han roto los   linderos de lo ético y lo no ético. 

 A juzgar  por lo que sucede  con  los Char  o los Daes  , los Gerlein y los Name  ,  el  Vargas LLeras o el  Nestor Humberto  Martínez   et  al,* en   Colombia  hay dobles personalidades que  se  expresan de distinta manera en un ambiente o en  otro. Por ejemplo,  a  estos dos  últimos, sus lectores podrían preguntarles: “¿reconocerán su otra realidad en sus   sesudas   “columnas” de El Tiempo?  

Además  de desmenuzar qué es la corrupción, otro problema  de  palabras  huecas  como corrupción, que terminan siendo  cántaros vacíos,  es  diluir   reprobables  prácticas en el caldo  de  “prácticas normales”  ya sea por miedo o  por tolerancia.  En todo caso, una “normalización”  incrustada en el quehacer político colombiano.  Por  ejemplo,  cuando   familias como el clan  Char   se convierten en  “jefes de protocolo en  materia  de avales” ( pag.  154)   y poco a poco,  por interpuestas personas o  directamente,   adueñándose de la capacidad de contratación del Estado.

 Cuidadosa  y meritoria,  Laura Ardila  deshace el entramado del “todo vale”  de  ese “músculo financiero y su capacidad  de poner votos”.  

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A  todos  los que hemos ejercido el periodismo nos ha tocado la reacción a nuestra curiosidad  considerada  indebida: ,es decir,  colgarnos el teléfono  como  lo hizo   Alejandro Char   “cuando  una fuente me lo pasó al teléfono – la única vez que  ha aceptado hablarme y terminó reclamándome por estar obsesionada   con su familia”( pág,25)

 Hoy como ayer, muchos   son los que, en Colombia,  hacen ese tipo de reproches, o  pasan agachados.   Se mueven en círculos de poder  en los cuales   es   mala educación hablar de ciertos temas. El caso de los  Char es de los pocos   en los cuales   hay obras que  se  terminan   haciendo  y  los  despilfarros no son abandonados como  esqueletos incompletos  de elefantes  blancos. Otros grupos económicos pero también políticos que patrocinan la desigualdad se vuelven  ciudadanos  de  mundos inaccesibles  de la alta   sociedad internacional  como   ha sucedido   con la estirpe de los Julio Mario  descrita por  Gerardo  Reyes,  y de otros  que también que vienen de cuando en cuando  a alguna  fiesta en la que salen muy bien retratados  en  sus periódicos. 

Pero poco  a poco   y  gracias  a personas como  Claudia Ardila Arrieta,  la realidad del poder y de la lucha desigual  se va  mostrando,  implacable y repulsiva.




* ojo:  el "et al" se volvió clave en una sentencia de un juicio por  calumnia que  interpusieron   cuatro  ciudadanos  Araujo contra el sociólogo y periodista  Alfredo Molano , y que se falló en favor del periodista.  Ver  en este  blog  MTH ¿Acallar la Opinión ?   Cuatro Araujos  versus Alfredo  Molano , ( Coedición Un tris  de libro  y Taller de Edición Rocca, 2010).

VIDEO DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO  CON ALFREDO MOLANO ( Q.E.P.D.) Y CARLOS GAVIRIA  (Q.E.P.D) realizado por Camilio Restrepo Herrán.





 
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1 comentario:

  1. Gracias porque todavía existen seres como usted y cómo Laura Ardila que escriben con la verdad y sin temores. Un aplauso por el periodismo que no se rinde

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