¿Por qué Simón Gaviria es hoy Director del Partido Liberal?
Enrique Parejo es y siempre ha sido tan solemne
como su atuendo y como el apartamento en donde me recibe. Flacura impecable, pelo todavía negro a sus ochenta y dos años, franqueza de su mirada, reflejan su trayectoria interior: la solemnidad
sí, que guarda
sus distancias con el interlocutor; ese sentido de rectitud
hasta en los huesos pero, también,
la coherencia.
Víctima y a la vez protagonista de todos los
episodios que recoge la serie de “Pablo,
el patrón del mal”, es uno de sus invisibles. Lo llaman Pedro Chacón,
le pusieron su apellido al personaje
poco confiable de Virginia Vallejo ( que se llama en la serie Regina Parejo), y aunque como Ministro de Justicia le correspondió aplicar por primera vez el tratado de extradición
y todo lo que aquello implicaba luego del asesinato de Lara Bonilla, poco
existe en lo virtual.
Ese
olvidado ilustre, el primero de una lista que distorsiona lo histórico, no lo es sólo
por las exigencias del melodrama, o por un mal chiste en cuanto a lo de la
Vallejo, sino por otras razones, que no
faltan. Una de ellas, que la guionista
Juana Uribe es la hija de Maruja Pachón y ésta no le perdonó que él hubiera
hecho comentarios adversos
cuando a ella la secuestraron y su marido, Alberto Villamizar fue “ a tomar
trago” – con Pablo Escobar para negociar ( en buen sentido de la palabra) el rescate. A mí no me convence
del todo esa versión, aunque
algo debe haber en el fondo de los inconscientes, porque en
Colombia no se comprende
fácilmente la crítica, y se heredan también las posiciones adversas,
cuando no los odios que se tienen las personas. Problema de los clanes y las roscas.
Empezamos
con una palabra: ¿Ha habido ingratitud
con él?
- No diría que haya habido ingratitud. Mis amigos, quienes me conocieron , el gobierno de la época, los que
trabajaron conmigo en el ministerio y Luis Carlos Galán, sobre todo , reconocieron la labor. Lo que pasa es que Colombia es un país sin memoria y las cosas se olvidan muy rápidamente. Los nuevos acontecimientos van
sepultando los otros, inclementes.
La palabra – inclementes- suena y retumba. Veintisiete años han pasado de una
dura lucha En los años 90 se cometieron
las masacres, y los asesinatos,
hace 23 años. ¿Cómo se siente el Dr. Parejo hoy en retrospectiva? ¿Qué ha
pasado con usted, qué ha pasado con los
años?- le pregunto.
- Bueno,
conmigo no ha pasado nada –
responde con su tranquilidad habitual–; pero
al país si le ha pasado mucho. El país -
reitera- si es peor de lo que era en la
época de Pablo Escobar. Porque se dieron los falsos positivos en el gobierno de
Uribe; porque el país se anestesió completamente con él, que venía de la
Gobernación de Antioquia donde se
cometieron muchas masacres. Yo creo que los falsos positivos fueron una manifestación
nueva de esa violencia. La
protagonizaron algunos militares de
manera directa, porque antes
eran los paras con ayuda de los
militares que iban tras algún tipo de
dádiva: les ofrecían las vacaciones o ascenso, anotación en la hoja de vida o
recompensas.
En sus
ochenta y dos años, Enrique
Parejo ha visto pasar a muchos presidentes.
Piensa que Belisario Betancur inicialmente no quería aplicar el tratado de extradición,
pero con el asesinato de Rodrigo Lara se
decidió a hacerlo y a
Parejo le correspondió aplicarlo por
primera vez, con las circunstancias de
peligro que implicaba, como también las
implicó para el olvidado y también de nombre Enrique, Low Murtra. Pero volviendo
al Parejo de carne y hueso, sus comentarios sobre los ex-presidentes son parcos:
-
Belisario hizo un gobierno medianamente bueno, no extraordinario; su política de paz fracasó; a Virgilio le
tocó arreglar el problema de la extradición por vía administrativa, sistema
que fue declarado inexequible por la
Corte. Un acto de
cobardía, porque la Corte estaba
amenazada y porque acababa de salir el país de la tragedia del Palacio de
Justicia.
En ese funesto episodio, también fue
protagonista de primera línea. Como
Ministro de Justicia, dejó su constancia histórica en un excelente libro que poco se leyó en un país que no lee. [1]
A su modo de ver, hubo un vacío de poder
civil.
En la
remembranza de los expresidentes, el Dr. Parejo señala que poco conoció al
Presidente Barco. En el empalme,
y ante los riesgos que corría, los dos
presidentes acordaron enviarlo a
una embajada:
-Conmigo,
Barco fue deferente. Cuando el atentado,
volví. Me preguntó si estaba contento en la embajada que
tenía.
Enrique Parejo no habla del atentado, (lo
único que sale en la serie) ni yo tampoco.
Fue gravísimo, pero siento que no quiere que se le recuerde solo por
eso, como tampoco es justo que al profesor
Low Murtra se le recuerde solo porque
lo mataron en un andén cuando
esperaba un taxi, digo yo. Otro de los
olvidados por la historia oficial.
El Dr.
Parejo le respondió a Barco que no, que no estaba contento, aunque conforme. Lo pasaron de
Budapest a Praga. La primavera de los años
90, la caída del régimen
comunista, no por el
derramamiento de sangre sino por las manifestaciones populares lo interesaron, aunque no
parecen haberlo marcado
sobremanera. Fueron años de
soledad y de angustia con su solidaria compañera de toda la vida, nacida también en Ciénaga, doña Josefina. Cuando a ella le preguntan cómo van
las cosas, ella responde “sobre ruedas, pero pasito”.
Asi
debieron transcurrir los cinco años
de una diplomacia serena. Durante el gobierno de Gaviria,
Enrique Parejo fue trasladado a Suiza:
- Renuncié
porque no me gustó para nada la política de sometimiento a la justicia.
Me parecía que con los criminales del cartel de Medellín, con los asesinos de
Luis Carlos Galán, no se podía
negociar absolutamente nada. Que eso
reñía con la lucha del Nuevo Liberalismo contra el narcotráfico. Le
contesté al ministro que a pesar de que
la carta no decía irrevocable, desde luego que lo era.
Es un crítico
mordaz de los eventos de la
Catedral y tampoco le perdona
al Gobierno de Gaviria haber descuidado
la vigilancia en la
cárcel de Envigado, la llamada Catedral.
- El propio Escobar escogió su cárcel, en una de sus propiedades – dice.
Como
prueba imbatible, mas tarde me
enviará por correo la copia digital del contrato de arrendamiento
del entonces Alcalde de Envigado, Jorge Mario Rodríguez,
con Jaime Giraldo Angel, entonces Ministro de Justicia. El
contrato es con el Centro de
rehabilitación de drogadictos Claret, en la
finca El Valle, en la propia vereda
la Catedral: de allí viene el
nombre de lo injustificable.
EL
ASESINATO DE GALAN
Incondicional de Luis Carlos Galán, es más crítico del desarrollo posterior del Nuevo Liberalismo y de su destino, que se definió con el apellido Gaviria.
- Mire: Cesar Gaviria nunca fue del Nuevo Liberalismo- aclara. Ingresó a la campaña de Galán, porque a Galán debieron aconsejarle (y nunca
conversé con él de eso), que buscara un dirigente del oficialismo liberal, como
lo era Gaviria, para que facilitara la
unión liberal que lo llevaría a él, a Luis Carlos Galán, a la presidencia de la
republica. Por eso lo nombró su jefe de
debate.
El Dr. Parejo recuerda que Luis Carlos Galán le expresó admirar a Gaviria por la labor que había hecho en el Ministerio de Hacienda y de Gobierno de la administración de Virgilio Barco:
- Cuando
mataron a Luis Carlos Galán, el país
quedó completamente desamparado de cualquier
posibilidad de redención. La familia de Galán
conocía el concepto que Galán tenia de Cesar Gaviria. Quizás Galán no pensaba que Gaviria pudiera ser
Presidente, pero le pareció buen intérprete de la política que él
preconizaba de la lucha contra la corrupción y de la capacidad de Gaviria. Por
eso la familia candidatizó a través de Juan Manuel a César Gaviria...
Sin ambages
y con la misma tranquilidad
que lo caracteriza, comenta:
- A mí no me gustó. Yo viajé de Suiza antes de que se consolidara la candidatura de César Gaviria.
Alguna
vez ,la suscrita recuerda que Gustavo Gaviria González padre,
sin parentesco cercano con
Gaviria futuro Presidente, contó
que él había influido en
Juan Manuel cuando lo encontró escribiendo una carta. La versión de Enrique
Parejo es otra:
- A mi regreso al país, algunos amigos del
Nuevo Liberalismo me contaron que había
sido cosa del muchacho pero que la iniciativa, al parecer, provenía del diario
El Tiempo. Que Hernando Santos había dicho a la familia que si el Nuevo
Liberalismo quería sobrevivir, tenía que apoyar la candidatura de César Gaviria.
De todos
modos, en relación con este episodio, El Dr. Parejo comenta, con su habitual
precisión:
- Eso no le
abrió las puertas al Nuevo Liberalismo,
sino a Cesar Gaviria. A mí no me gustaba César Gaviria como candidato a la presidencia en
nombre del Nuevo Liberalismo - reitera tajantemente. Creo que había otros
dirigentes con más méritos, por ejemplo, Gabriel Rosas, Patricio Samper, Iván Marulanda, entre otros.
Sigue parte 2
[1] “LA
TRAGEDIA DEL PALACIO DE JUSTICIA, cúmulo
de errores y abusos”, Oveja
negra, julio 2010. El libro pasó
prácticamente inadvertido aunque
es tal vez el mejor y más
documentado testimonio de esos espisodios.
También escribió “ Radiografía de
un prevaricato, la farsa del juicio a Samper” Panamericana, formas e impresos, 1
edición 1999 , con la contundencia
jurídica y la precisión que lo
caracterizan
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