miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿ES LA PALABRA "MESA" APROPIADA?



Mesa, según el diccionario,  es un  "mueble  formado por una superficie horizontal de  madera, cristal, hierro, etc.. que se  apoya en uno o varios pies, usado para  comer, escribir, trabajar, etc”.

 La proliferación de "mesas de trabajo",  en un ambiente de reunionitis  ha caracterizado últimamente la manera como  los ciudadanos y las instituciones  pretenden afrontar los problemas colombianos. (¿Ocurrirá lo mismo en otros países?) 

En todo caso, es  un ejemplo  patente de nuestra tendencia a lo discursivo  más  que a  darle importancia a los procedimientos y a los contenidos,  para llegar así  a resultados y  a la acción.

Allí están las raíces  de una   propensión a preferir el decir al hacer;  la dificultad de concretar ideas concatenadas sin perder  el hilo conductor de la  argumentación. 

 Las Interminables   sesiones del  Congreso  así se lo han demostrado a 46 millones de colombianos  
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 Pero  volvamos a la  Mesa:    un objeto,   no una  acción, a diferencia de las  marchas, de las conversaciones o  de las negociaciones. ¿ No se han acaso estancado propuestas ciudadanas  de reformas educativas por quedarse en mesas ?

¿Cómo  evitar que una participación democrática  de los ciudadanos (y  no del pueblo, de la masa, o  de   las gentes, pero este es otro tema) se convierta  en  diarreica?   

 Cuando  se empieza por  aquello a lo que  se  quiere llegar aparecen  con más claridad los distintos escenarios  del cómo.

 Por ejemplo: si  a lo que se quiere llegar es  a la participación  política   de las FARC,  por  lo que se debería empezar es por interrogantes dinámicos, no por afirmaciones  teóricas.

En el caso de  La Haya, si a lo que  se quería en  estos últimos  diez años era a mantener  nuestros derechos, se debió empezar  por ver las dificultades y los riesgos que  implicaba el camino   de la Corte Internacional y  reflexionar  sobre el propio Pacto de Bogotá, que   tanto se estudia  a última hora.  

 Y las Comisiones, en vez se  sentase en las mesas de  “trabajo” debieron  darse una vuelva por  el archipiélago, para  ver “como era la cosa”.

 En todo caso, pararse de esas mesas que  los  mantuvieron atornillados a lo teórico.

  Cuando quiere hacer  algo,  hágalo; de lo  contrario, cree una comisión decía- Clemenceau. Ojalá, en todo caso, que las 800 propuestas de las mesas de trabajo del Congreso y las de todas las mesas que  están  por venir, sean verdaderamente innovadoras. 


 

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