jueves, 13 de marzo de 2014

LAS PELEAS ESTÉRILES ENTRE POLITICOS Y PERIODISTAS ( Y VICE VERSA)


El error,   tanto de los periodistas como de los políticos es andar con el ego alborotado.   Una motivación emocional  los lleva a cometer errores   que terminan  por afectar su prestigio.

¿Cómo se alborota el ego?   Cuando  las alabanzas de los demás   aplastan cualquier posibilidad de humildad, que es  sin duda la virtud más  importante, pero la más  escasa,  tanto  de políticos  como de periodistas.

La humildad no es, ni mucho menos, apocarse, sino  reconocer que  otros  pueden aportar y hacernos cambiar  si no de rumbo, al menos  de enfoques. Reconocer los errores a través de  la argumentación  le  pone un tatequieto a la percepción demasiado  favorable  que tenemos  sobre nosotros mismos.

La peleadera entre  Gustavo Petro  y  Gustavo  Gómez destapa  la intolerancia  visceral que  ha hecho tan difícil la convivencia  entre colombianos, y  el liderazgo que en estas materias ejercen tanto políticos como periodistas.

El esquema  caudillista   sale de la entraña de nuestra cultura   latinoamericana  y se suma   a la dependencia   de lo audiovisual por la imagen.  Lleva, en  ambos  casos, a  caer en la tentación del  yoismo  desenfrenado  que, a su vez, propicia las confrontaciones emocionales, en las que el debate argumentativo  es lo de menos.

No  en vamos hemos  analizado en este  blog como la peleadera es una característica de nuestra discursividad y un desperdicio de inteligencias.

Porque ambos Gustavos  son inteligentes, pero desperdiciados. A Petro, excelente  Senador, lo perdió su ego,  cuando pensó que podía   en la alcaldía  comportarse como en  la tribuna parlamentaria. Se “infló” a sí mismo  cuando, en vez de  aceptar el papel de “mártir” del Procurador,  creyó que podría ganarle al sistema judicial colombiano a través de la política.

El riesgo que corre  Gustavo  Gómez,   excelente periodista en sus comienzos,   ha sido  dejarse  tentar  por  los ratings y la fama y  pasar de periodista a presentador  ( que regala  libros al aire como en  cualquier programa  de televentas)  e insultador ( como lo hizo  con el  infame  twitter sobre  Hollman  Morris )[1].  De seguir así,  se diluirá  su esperanza  ( inconsciente, aclaro) de reemplazar a  Darío Arismendi.

 RECOMENDADO:   El comentario, entre  un universo de tantos  cibernautas   insultantes que  “participan” la web,    sobre la peleadera  de marras,  que se  firma  como Arquitecto
“Creo que en ambos personajes hay valores y antivalores. El periodista ha hecho grandes denuncias sobre el detrimento patrimonial de las regiones. Petro por su parte, fue quien desde el Congreso denunció el paramilitarismo. Ahora desde la alcaldía, no ha podido hacer una buena labor, porque tiene la espada del procurador en la nuca. Entonces periodista y alcalde, no polaricen las cosas .Este país necesita con urgencia rodar sobre ideas democráticas con visión futurista para favorecer a los más necesitados…”


[1] Que  por cierto   debería  dejar de sentirse el  ángel guardián del  alcalde, desprestigiando su excelente labor   en Canal Capital, pero este es otro tema.

Tomado del Twitter de G.G.
Tomado del twitter de G.P.

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