jueves, 15 de mayo de 2014

CONSEJITOS SOBRE MITOS, ESTEREOTIPOS Y OTRAS VERGUENZAS DE ESTA CAMPAÑA


    http://www.elcolombiano.com/BancoMedios/Imagenes/tarjeton-elecciones-presidenciales-2014-580x380-31032014.jpg


En esta campaña electoral,  el  ciudadano  colombiano  que  no traga entero no se puede  dejar  manipular. Algunas  sugerencias: 

·         No sucumbir a la publicidad,  sino analizarla como imagen.  Si sigue  ese enfoque, en vez de discutir  sobre programas que no se han presentado, observará cómo  ha brillado por su ausencia  la  creatividad de los publicistas.  Desde el principio, utilizaron  el modelo tradicional de las  caras   sonrientes y de la imagen del “caudillo(a) de turno, bien sea actuando como un robot  (Zuluaga) o bien  sonriendo  como   si el  palo estuviera  para cucharas (López y Peñalosa). La mejor  campaña,  como  también lo ha sido en   las recientes  campañas para Congreso,  es la del partido Conservador,  en este caso rodeando de gente a Martha Lucía, lo que  minimiza su poca telegenia. Eso  no quiere  decir, aclaro, que votaría por ella:  lo primero que haría en una segunda  vuelta sería  aliarse con las fuerzas reaccionarias de este país,  que  giran alrededor del Uribismo.

·         No refuerce el caudillismo, fijándose  solo en  candidatos, como si un gobierno se definiera  tan solo por un “mago” y no por un equipo.  Ahora, por fortuna,  ha habido un giro   en  la  campaña de Peñalosa, que aparecía como gigante en medio  de sus  fans,  en estática    fotografía. También fue positivo el cambio en la de Clara,  centrada  en  su nombre:    reforzaba  un poco convincente  caudillismo, latente en  casi todas propagandas de los distintos candidatos. En la de Santos, me  surge una pregunta maliciosa y  parcializada :      ¿Por qué hasta  ahora  se habla  de las viviendas rurales del MADR y sus entidades adscritas,  cuando  antes  se las minimizaba  para inflar las de la vivienda de Vargas Lleras?

·         No creer  que la paz  es privilegio de un candidato o se reduce  a un acuerdo con las FARC:     Han sido  primarias las propagandas políticas de esta campaña.  Pero también vergonzosas  muchas pregunta de  periodistas de mesa, carga ladrillos, y  de uno que otro programa de opinión- como hora  20, que es  el cúmulo de  la estrategia de poner a  pelear a todo  el mundo sobre lo formal-.

·           Cambiar de canal  cuando se hacen preguntas  polarizadoras y estériles  que le echan candela a la  peleadera.

·          Descubrir que se han inventado   disyuntivas  mentirosas, como por ejemplo, ¿Guerra o paz? Pregunta estúpida  y polarizante, que proviene de una perversión  original,  ya  analizada  en este blog y que se basa en la utilización constante  de palabras ambiguas – como paz y diálogo- . Producto de la mediocridad  y de  la pereza mental del   periodismo. Palabras  tan generales  que se han llenado con  distintos y contradictorios contenidos por la    manía nuestra  de  la carreta y el miedo a decirse  sin violencia lo que  se piensa.

·            No reducir la paz  ni a Santos  ni a las FARC. Tanto las propuestas de Clara López, como las  de Peñalosa   y  aún  Martha Lucía  no se han opuesto    al proceso de negociación con la guerrilla,   pero la propaganda     Santos hace creer  que  es el único.

·         No  caer  en la   equivocación del inútil, estéril y  poco maduro voto en blanco. ¿Por qué?   Porque resulta- más  que improbable- imposible, que ese voto en blanco  supere la mitad  más uno de todos los  votos de los candidatos. Pero también, parte de un  razonamiento  que no resiste análisis.
    Si ganara elVoto    en blanco   el 25  de mayo ¿Al día siguiente   habría con  quien hacer ese cambio    por cierto más que gaseoso? Evidente contradicción, pues lo que  hace falta son estructuras organizadas  y no improvisaciones para inventarnos otros "mejores" candidatos  improvisados. Los partidarios  del votos en  blanco argumentan  con fatalismo:  ¡No hay con quien! Pero, ¿habría con quien el 26 de mayo si gana el   voto en  blanco? Es increíble el daño que se le  hace al país  joven con estas  propuestas  que no corresponden a una salida  real.

  Finalmente,  hacer un saludable  autoanálisis para  rechazar las propias frases de cajón, los estereotipos, las intolerancias, y  la  manera emocional  de   mirar "lo político", muy  diferente de la política y de  su perversión, la peladera politiquera.


No perder entonces el  norte de lo razonable. Cambiar la  brújula ciudadana para  contribuir a que  el país  supere  sus debilidades , peleaderas, miedos,  y esa  convicción de no pocos  políticos,     de  que los ciudadanos  somos  unos pobres  pendejos manipulables que nos   merecemos el actual despelote.


 



   

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