- NO copiar el “modelo” de la Contraloría, es decir, esperar hasta el vencimiento de los contratos para recordar que se necesita una sede.
- NO “descubrir” que estamos en “El Niño” o en el cambio climático, sino planear para que nos afecten lo menos posible.
- NO continuar el proceso de negociación con las FARC a punta de golpes de opinión, en particular sobre el cese al fuego bilateral. Si se va a dar, buscar primero consensos en las FFAA.
- NO comprar revistas como “Caras” (la leí en la peluquería) en las cuales la exaltación de la belleza y de los ancestros de los funcionarios o elegidos “in” estimula la superficial manera de evaluar su capacidad.
- NO creerle a las encuestas de CM& et al que dan ranking de Alcaldes y gobernadores, sin mencionar, por supuesto, la imagen presidencial. Ejemplo, el alcalde de Cali, Guerrero de la corrupción y del saneamiento de las finanzas es según esas “encuestas” uno de los peores. ¿Usted lo cree así, señor Lemoine? ¡Por favor, mejore sus preguntas!
- NO aceptar como receptores que nos sigan embuchando los mismos temas audiovisuales: candidatos y precandidatos para las elecciones de octubre, entrevistas al Procurador y al Fiscal para ponerlos a pelear, morbo amarillista sobre asesinatos en los noticieros del mediodía, estadísticas sobre Chiconkugua o como se llame.
- NO darle vitrina al fanatismo religioso cerrado, como en la mejor época medieval que, a pesar de todas las evidencias científicas, sigue creyendo que es “mala” la vacuna contra el Papiloma Humano sin confesar que el temor primario de los más recalcitrantes es que la vacuna propicia las relaciones sexuales.
- NO volver “iconos” a personas como doña Pacha, creados por la propaganda, en vez de ocuparnos de los ancianos desamparados de este país
- NO tener mentalidad fundamentalista sino interesarse por las soluciones de los problemas. Ejemplo: no declarar, como el Senador Robledo, que “respaldaría Clara López pero sin santistas o uribistas”.
- NO tragar entero los discursos y las promesas sin analizar los intereses que esconden los carretudos.
- NO aceptar promesas políticas sin que se acompañen de su cuantificación y la explicación concisa de los recursos.
- NO admitir que en periodismo la carreta tape la falta de investigación y de estudio de los temas. Tomar como buen “modelo” las notas de Mauricio Gómez y no las pendejadas del otro Gómez, cuyos sentido del humor y de equilibrio admiten prueba en contrario.
- NO aceptar que se entreviste siempre a los mismos y cambiar de canal o de emisora. Exigirle a la academia más responsabilidad social, más comunicación y sobre todo, mayor demostración de sus de sus “saberes”.
- NO admitir que los que elegimos se crean eximidos de cumplir la ley. Ejemplo, parlamentarios beodos, alcaldes improvisadores y caudillistas, clientelismo desaforado.
- NO tapar la ineficiencia con discursividad carretuda. No hablar mientras se hacen trabajos que requieren concentración (¿cajeros, vendedores, Funcionarios?)
- NO permitir que desconocidos nos traten de mi amor, madre y similares , ni la utilización de diminutivos para referirse al momentico que nunca se sabe cuándo duran ni al tricito de paciencia , ni aquel “gran favorcito”…
Dicho de otro modo, No
creer que seguimos en
la etapa de “Colombia es pasión
“, del
no demostrado “soy capaz” , de las exaltaciones sobre la inasible “paz”,
del “alma” de los bancos. o del “ confiando en Dios”
que nos resolverá nuestras
contradicciones.
Simple y escuetamente cumplamos
lo que tenemos el deber de cumplir,
respondamos por lo que a cada
quien le toca responder, y comprendamos
que la convivencia es algo más
profundo que la palabrería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario