Equivocados están los que le caen a Alfredo Garzón o a la familia cuando éstos dijeron que no están de acuerdo con la telenovela, antes o después de firmar el acuerdo con la programadora.
Ojalá que esa querida familia no se
despedace y que los medios no hagan un
espectáculo de la demanda a RCN, para agregarle un elemento leguleyístico al asunto.
Mejor remontarse aguas arriba, porque la decisión
inicial de RCN fue la equivocada. Por varias razones, que demuestran por qué las lógicas
comerciales no se pueden aplicar
de la misma manera a las gaseosas
que a los contenidos de la televisión.
Hace muchos años,
cuando como Presidenta del CPB
fomenté una reflexión sobre el
tema ¿hacia donde va la televisión colombiana?, Jorge Alí Triana explicó
que muchas veces el
problema de fondo radicaba en que se hacía depender los
contenidos de la pauta
publicitaria, lo que no se atrevieron
a expresar los demás, periodistas o
directores. En sentido similar, hubo
una reacción, esa si colectiva, cuando una
circular de la ANDI intentó convencer que había que vetar programas por sus contenidos.
Hoy el problema es peor
porque la contratación de
quienes van a hacer
telenovelas depende prácticamente del
departamento comercial o como se
llame, de la programadora y del canal en este caso,
en últimas, del todopoderoso Ardila Lulle. Eso garantiza, en resumidas
cuentas, que los contenidos tengan
una calidad- en este caso como
alimento intelectual- peor que las
gaseosas como alimento azucarado
y gaseoso para la dieta alimentaria de los niños .
“Garzón Vive ” no podía hacerse con el esquema simplista de las
telenovelas porque se trata de un personaje
de trascendencia histórica, es decir, real. Ello implica que unos diálogos
tan bobitos como el de la
lectura de Cien años de Soledad ,
“ increíble que esto lo pueda escribir una historia tan linda” terminan
desfigurando la trascendencia de Garzón, como sucedió con Luis Carlos Galán, o con otros intentos de hacer
“historia” con nuestros personajes
históricos.
Por cierto, no pasó lo mismo con los Caínes( ver en este blog el análisis) y tampoco con algunas de las series de narcotráfico, tema de moda. ¿Por qué? Porque allí no se
trata de analizar los personajes desde
del punto de vista moral y real sino de las pasiones humanas y sus violencias,
a veces de una manera morbosa, con muchas tetas y poco cerebro.
En “Garzón Vive” el mero
hecho de cortar cada episodio con
una multitud de comerciales diluye el
sentido histórico. Estos jugosos
comerciales que van desde los
tampones a la presentadora (por
cierto de noticias Uno, ver mas adelante) Margarita Ortega con “cicatricure”, el dolex forte, serendol para el dolor de cabeza, el Bioexpert y su capullo de seda, etc. etc. La lógica comercial obliga a “Garzón Vive” a prolongarse sobre decenas de episodios. ni pensar que deba hacerse en una sola tanda ininterrumpida, como lo hacen en la BBC
y similares cuando quieren tratar un
tema de profundo sentido histórico .
Con el fin de alargar comercialmente a “Garzón Vive” al menor costo posible, es inevitable rellenar con personajes y episodios secundarios y escenarios que se vuelven pueriles, como el papá cachaco de la maestra aprendiz de guerrillera, amor adolescente de Garzón. Y eso a pesar de excelentes artistas, como Santiago Alarcón, al que ojalá no le dé por parecerse a Jaime Garzón en la vida real.
No se trata de decir que las programadoras y canales oligopólicos estén destinados a hacer malas producciones. "Betty la fea" es un buen ejemplo de lo contrario y lo es “Paraíso Travel” que sigue a Garzón en RCN a las 10:pm y que tiene la temática y el ritmo que necesitan las telenovelas.
Pero,
¿Cuando aprenderán los grupos mediáticos oligopólicos que no pueden
meterse en todo?
Y
LA MALA LECHE DE LA WRADIO ET AL CON
EL CANAL UNO…
Sobre
el mismo tema, es de ridiculez amarga la manera como se solazaron Darcy Quinn
en Radio y
Julito en la W (
RCN no puede, porque le va mal en
rating) con el rating de Noticias Uno.
Aquí también hay
que remontarse aguas arriba para
encontrar el error de criterio. En este
caso, al embarcarse los
licitantes de la Cadena Uno en
una aventura que los llevaba
irremediablemente al fracaso. ¿Por qué? porque en un sistema oligopólico y de posición dominante, es imposible que sobreviva un
canal que no tenga un grupo
económico detrás con la
misma capacidad económica que los
otros dos. Es decir, con muchas muchas empresas de toda índole.
Como si lo anterior fuera poco, el Estado
adjudicante también cometió no solo el
error de hacerse el de la vista gorda ante el hueso que iba a
adjudicar con tal de mostrarse “pluralista”. En
cuanto a la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, hoy ayer y mañana parece habérsele olvidado lo que es la posición dominante en lo mediático.
Pero ante estas realidades tozudas de
la concentración, más mezquino es el error de apreciación de los olímpicos egos que van en el bus del oligopolio ( Julito
con la W y Darcy
Quinn , ambos con la Caracol española ).
No se dan cuenta de que su propio
poder como periodistas depende más del poder económico de los que están
detrás que de su propia capacidad innovadora o investigadora. ¿Cuando aprenderán aquello de la humildad?
Nota : recuerde hacer sus comentarios en facebook o twitter @mariateherran
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