Foto MTH |
El barullo – sobre todo mediático- en
torno a las coaliciones y las peleaderas,
no dejó ver la manigua
de lo que está en juego en estos momentos, uno de los más
complejos en la historia reciente de Colombia.
Todo se mezcla, en un sinfín de ambigüedades.
Disparada
la delincuencia común. Asesinato inaudito y sistemático de líderes
sociales mientras se discute si es o no sistemático. Un carnaval
y un festival ¡Ay! que
colindan con bombas y masacre
de policías. Frases de cajón e
impotencia frente a las sombrías
épocas del narco poder. Indiferencia
de demasiados colombianos, algunos de
los cuales, al parecer , y gracias a los medios, los miedos y el periodismo, solo se sienten motivados
por la muerte de los toros, o interesados por el
robo de celulares. Sin, desde luego, pensar en soluciones a las tragedias latentes. Y hay más:
Un
partido Liberal en defunción y curioso renacimiento : Las declaraciones de un jefe que ya no es supremo - el ex
presidente Gaviria- contra un Presidente que era Liberal pero que ya
ni siquiera será Presidente por mucho tiempo, al que ya le pasó el entusiasmo del Nobel, a pesar de sus viajes
relámpago, y cuyo partido de la U ( de Unión) ya está en la estratosfera de la desunión.
Un
candidato que ningunea a su partido Radical e inscribe su candidatura por firmas. ¿Con qué fin? Para no deberle
nada sino entrar y salir “de a
poquitos” , es decir, los suficientes para las elecciones de Congreso,
pero a la vez como diciendo : “ a mi que me esculquen , no tengo nada que ver
ni con el puente aquel, ni sobre todo, con los
judicializados corruptos de mi partido” . Eso si, cumpliendo
la tarea de candidato, es decir, describiendo lo que va a hacer, recogiendo, sin cálculos de lo que va a costar, todo lo que los colombianos
quisiéramos que se hiciera.
Ante
la polarización política que se diluye ante las
coaliciones, unos medios que se aferran al morbo del plato mal servido del caso Morales y “El”. Por supuesto, en el reino de la polarización, reduciendo el asunto a
estar a favor o en contra de “El”, con muy poco análisis ético del
asunto.
Un
alter ego ni bogotano ni costeño : Un cachaco
ex vicepresidente recorre la Costa,
en donde le ha ido
súper bien, cerca de sus peones y
financiadores de vivienda. Mientras
tanto, un ex alcalde de los
páramos bogotanos que han enfriado totalmente el entusiasmo, recorre también
La Costa y le recuerda a sus
lejanos hermanos de sangre que ciertamente, fue un excelente congresista.
Al anterior diagnóstico del momento, no se
preocupen que pronto vendrán las
encuestas atizar el fuego de la trivialidad.
Y
MIENTRAS TANTO… MITOS QUE POR FORTUNA SE DERRUMBAN
En el fragor de las especulaciones sobre quien
se va con quien, o contra quien,
hay sin embargo rendijas de esperanza.
El
primer mito que se está derrumbando es
que el país no ha cambiado desde
que los viejos fuimos alguna vez jóvenes.
En medio de la manigua
de las irresponsabilidades y de
los egos alborotados, , aparecen caminos que no necesariamente se deben
juzgar por los habituales criterios políticos (me gusta, no
me gusta; es de mi partido, no lo es) sino éticos.
Por ejemplo, es camino la decisión de Clara López
y de Humberto de la Calle , en el que la coherencia le gana a las lealtades partidistas, con el visto
bueno de quienes, - como Cristo, antiguo
competidor-, se sienten más próximos
de los que no clavan el cuchillo a los acuerdos, es decir, Gaviria , para más señas.
Por ejemplo, candidatos como el callado, matemático, profesor y PHD Sergio Fajardo, que se toman el trabajo de interesarse por el poder
de la decencia y la manera de construir confianza.
Poco a poco, así, se van
uniendo mentalidades que pueden
dar un salto porque
#EstoTieneQueCambiar
FRASES RECOMENDADAS DE FAJARDO.
FRASES RECOMENDADAS DE FAJARDO.
“Los
principios… son tan importantes para mí, que los
equiparo con los axiomas de las matemáticas, ese conjunto de
verdades fundamentales a partir de las cuales se construye la
teoría”.
“las
4 condiciones que siempre he puesto al escoger una persona para el gobierno: que sea honesta, que cuente
con el conocimiento necesario, que tenga sensibilidad social y que comparta nuestras ideas”
Resulta conveniente entonces empezar a
esculcar la manigua para que aparezcan
diferencias y consensos, mas allá
de los colores tradicionales, en un
país en donde suelen ganar, por
inercia de los demás,
los reacios al cambio. Que, como en el verso aquel de las escalinatas, crezca la audiencia...
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