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Caso Carrasquilla: falta mucha tela que cortar |
El más preocupante clima de comportamiento social en Colombia es considerar que prevalece la
ley sobre la ética. Así como lo leen.
Los consensos morales, generalmente ambiguos, pasan a un segundo plano después del
derecho y sus derivados leguleyos, lo que debilita tanto al derecho como a la moral, pero, sobre todo a esta última. [1]
Lo sagrado de la vida.
Por ejemplo, “la vida es sagrada” como
bien lo plasmó Mockus en el Cementerio Central de Bogotá, se prioriza
mucho menos que lo
que es o no “legal”.
El
debate público, gracias en parte al aporte
de ciertos medios oligopólicos y de un reporterismo mediocre que solo se nutre de videos de la Policía, no versa sobre la vida en sí- o el por qué de la muerte violenta-. Enfoca sus reflectores hacia lo que pasa en los videos
y eso produce miedo general: robar,
matar, violar, hechos mostrados sin contexto para los cuales se pide aumento de penas,
como si
esa fuera la pócima mágica que detiene la descomposición social.
Foto y obra MTH |
El
tema de los aberrantes asesinatos de líderes, que producirían espanto en otro
país, se diluye en un debate estéril, sobre si
son o no
“sistemáticos . Que si lo son, alegamos muchos pero sobre todo los familiares de las víctimas o quienes recordamos
con pavor el genocidio de la Unión Patriótica. Que no - argumentan el fiscal y algunos "jurisperitos"- .
Pero la realidad es que la muerte – y el carácter
sagrado de la vida- a veces importan en Colombia menos que
la discusión semántico-jurídica. Los
jueces encuentran argumentos para
soltar a los capturados in
flagranti . Y un reporterismo, mal
dirigido, (que parece necesario
analizar más a fondo por parte de la academia) se queda en
las mismas: nada de trabajo de campo ni
de investigación, acosar con micrófonos
a los mismos de siempre, que solo cambian de nombre. Eso si, cuentan que todo lo
que hacen va bien : ministro de Defensa,
Ministra del Interior etc. etc. Así sucedió con la implementación de los acuerdos con las FQRC, convertidos ahora en un cuasi despelote.
Además, el
énfasis de la noticia depende de quien
quite la vida o ya no la tenga por acción de otro. No
faltará quien proponga un proyecto de ley o una investigación
exhaustiva. Muy pocos, en cambio, se indignan y actúan en consecuencia.
En
cuanto a las Iglesias, y en particular la católica, pasan de agache. Por un Pacho
de Roux, hay centenares de obispos, párrocos,
que se quedan callados o miran como si no vieran lo que
sucede en su rebaño. Por un padre Lineros, hay
miles que se quedan, con
cara de santos, siguiendo en las
tinieblas con sus prácticas inmorales
.
Más
que satanizar las redes
sociales, lo que habría que hacer
es preguntarse, una vez más, por
qué somos así. ¿Todos, muchos o
algunos pocos? Creo que no tantos como se inflan.
Porque ¿Serán mayoría los
temerosos de opinar sobre algo pero
que insultan y descalifican ( como José
Obdulio a Sandra Borda)? ¿Serán mayoría
los colombianos que insultan en redes sociales, hacer un
clic sobre “me gusta”, avalar lo moralmente inaceptable? ¿Todos los colombianos mandan chuzar, como el Senador Benedetti o desde la Presidencia de Uribe, a otras personas? No lo creo. Pero la
apatía y la anomia vuelven a los demás invisibles, salvo cuando hay
iniciativas, que ojalá se repitan.
Un ¡basta ya! con resultados…
No seamos tampoco fatalistas ni concluyamos que nada cambia. A veces, como ha sucedido gracias a la consulta anti corrupción, que
hizo un clic en la clase política y también en la ciudadanía, se proponen medidas
que, en el fondo, son
consensos morales que rechazan lo inmoral.
Se llega a acuerdos
políticos, como el de congelar
la inequidad salarial de
sueldos extravagantes. Gestos promovidos por la reacción ciudadana,
liderados por quienes no se creen depositarios del bien o del mal, sino
que arrastran la reflexión de los demás para concluir: ¡basta! . El camino es culebrero, y ya surgen del sombrero de la inmoralidad aquellos que, por todos los medios, tratan de frenar esos intentos.
¿Empujará la ética a la potítica , en la votación de una moción de censura? Amanecerá y veremos.
Curiosos líderes
que ponen el dedo en la llaga moral…
Como las "Fake News" que no son mas que una etiqueta para señalar las mentiras, que siempre han existido, por fortuna el país empieza a detectar la otra
cara de nuestras supuestas virtudes. Sin querer
ni queriendo, dos sectores políticos han puesto el dedo en
la llaga, descubriendo a si
mismos y a los demás lo que son, y demostrando cómo el
clima social es productor de
comportamientos “estándares” de inmoralidad. Esos comportamientos son los que hay que erradicar, porque producen el mismo clima falta de ética muchos sectores.
CAUDILLISMO FARQUIANO, O INSTALADOS DEL
OTRO LADO : los enfrentamientos internos entre
miembros del ex secretariado,
viejos jefes decadentes de pelo
teñido que ya deberían estar en uso de buen retiro, demuestran que el
caudillismo está indisolublemente ligado a la
necesidad egocéntrica e inmoral de
aferrase al poder. Castran toda
una generación de posibles sucesores
que tendrían, sin duda, otra
visión de país.
Los Timochenkos, Márquez, Alape, el paisa, Ramirez, de un
lado y , por el otro, expresidentes Uribe y Gaviria, los Lafauries y Cabales , los
instalados presidentes de
gremios, representan
la incapacidad de salirse del
comportamiento caudillista. Las consecuencias : no crean espacios
en los que puedan desarrollarse
nuevas generaciones que recojan las banderas. Ese clima colombiano, que seguramente existe
en otros países, es un clima
moral, no jurídico . Lo jurídico se ha vuelto pretexto para no hablar de moral. Aclaro que moral civil, no religiosa, que está en muy mal estado, a juzgar por lo que se descubre en materia de algunos comportamientos sacerdotales.
…Y
LEGULEYISMO CARRASQUILISTA- CHACONISTA.
Entonces, hay
que reiterarlo: una de las consecuencias del clima
moral desfavorable a la moralidad
es la tendencia a “normalizar”
lo inmoral.
Como el Senador
Macías en la toma de posesión de Duque, el actual
presidente de la Cámara , Carlos
Alejandro Chacón, no
hace gala de pudor moral alguno cuando propone una formula según
la cual, al reconocer que
los salarios de los congresistas
son muy altos, lo que hay que
hacer es
pagarle a los congresistas
por sesión. Que cada quien se
dedique a hacer plata por fuera de las sesiones. ¿Brillante idea?
¡Por favor! No falta sino
que proponga un proyecto de ley en ese
sentido lo que automáticamente “santificaría” comportamientos inmorales de
gestiones en favor propio. Y
lo increíble es que surja siquiera la propuesta.
Alguna
similitud de enfoque puede encontrarse en las
explicaciones del Ministro
Carrasquilla, que considera todas sus
actuaciones legales, lo que le evita mencionar la inmoralidad de crear una compañía Konfigura en
Panamá, cuando llevaba “ casi” un año fuera del gobierno”, y justificar
que no ganó dinero como socio
suyo como “asesor”.
Con
estas explicaciones leguleyas, el “eso no se hace” que pertenece
al ámbito moral, pierde importancia en la maraña. Lo mismo
puede decirse de las declaraciones del
presidente del Grupo Aval, Luis
Carlos Sarmiento Gutiérrez, en dos
amplias páginas del periódico del que es dueño su papá: nada
sabía de lo que estaba sucediendo
ni de lo que se hacía en
relación con Odebrecht:
“nada
de eso, absolutamente nada de lo que se lo acusa ( a Jorge Elías Melo), fue conocido por
nosotros. Jamás, en ningún momento, él nos informó, o nos consultó nada que se
pareciera a un soborno”.

Como nadie
sabe nada, todo el mundo está a
salvo. Y Doña María Lorena
Gutiérrez, ex Ministra de
Comercio exterior,
puede entrar de
inmediato por la puerta
giratoria, con toda tranquilidad de conciencia, reemplazando en Corficolombiana, sin ninguna duda moral, a Don Jorge Elías Melo.
UN MODELO RECOMENDADO

Para
cambiar de clima, la película
“Candelaria” no solo es
un maravilloso ejemplo de
ternura y de arte. Su director,
Johnny Hendrix, oriundo del Chocó , egresado, por cierto de la Universidad del Valle
(pública) también.
“Yo
crecí en un territorio en el que más que
aparentar es importante ser… mis
personajes tienen la tendencia a, sí, posiblemente ser pobres, pero nunca
perder su dignidad, nunca perderse por
dinero. Ser pobre no significa ser indigno;
son “miseraltivos”… Mi crítica…
va hacia el ser humano. Nosotros
podríamos tener la opción de ser un
poco más equitativos o nobles, pero lo que decidimos
es ser caníbales”. (entrevista
en el Nuevo Siglo, Anadolu, septiembre 2 , pagina 24)
A lo que agregaría que no solo hay caníbales, sino también indignos por la manera como algunos consideran normal la inmoralidad.
[1] Recordemos que , al menos en este blog y a mi modo de ver, la
ética es a la moral lo que la
estética es a lo bello. En ambos
casos - estética y ética- se trata de una reflexión del ser humano, o de los seres humanos sobre
si mismos o su sociedad,
sus valores individuales o
colectivos y la manera como los
priorizan en la vida cotidiana, en los
imaginarios, en las relaciones con los demás .
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