EN EL FILO DE LA NAVAJA.
AGUILAR, ABRIL 2019
RESPONSABLE, en términos de periodismo, es una de esas palabras con mucho contenido: implica capacidad de analizar, de buscar múltiples fuentes, de dudar, de confirmar, de reconocer errores y de rectificar. En suma,capacidad de tener
una percepción humanista de los hechos, de tener como punto de partida el respeto por las víctimas, por sus
colegas, y por sus compatriotas.
Y, desde luego, tener la capacidad de “domesticar” tanto el llamado síndrome de la Chiva como el ego alborotado, dos consabidos impulsos bastante comunes en el ejercicio del periodismo.
Desde sus inicios
como reportera y pasando por los
distintos cargos de dirección en Caracol noticias ahora
RCN radio, Yolanda Ruiz ha sido y
es es una periodista responsable en
todos los sentidos de la palabra.
Esa responsabilidad,
a mi modo de ver, le ha permitido ganar
credibilidad entre sus pares y tomar distancia de los grupos económicos Caracol y RCN – ha trabajado en ambos-, lo
que me confirma la distinción que siempre he hecho
entre éstos y los periodistas que trabajan en ellos. Ella no cree en esa distinción, o la acepta, pienso, como un elemento propio del ejercicio del periodismo en Colombia.
En todo caso,
tanto su trayectoria de
responsabilidad como sus decisiones -porque
el periodismo es decidir -sobre todo cuando se es directora- implican
preguntas y reflexiones.
Por fortuna, en un
ambiente de mediocridad periodística y de lógicas
comerciales que se alimentan de polarización y de lógicas de confrontación,
existen personas como Yolanda Ruiz. Y por fortuna ha tenido la
buena idea de consignarlas por escrito. No solo ahora
con este libro “ En el filo de
la navaja” , sino a través de su columna - término decimonónico que seguimos empleando - , es decir, sus artículos en El Espectador y las
notas que ha estado tomando sobre lo que implica el ejercicio profesional:
desde la oferta descarada de sobres ,
hasta la necesidad de rectificar,
de vencer los miedos
cuando llaman a amenazar, de enfrentarse
a autoritarismos como el del hoy Senador
Uribe ( que también tuve que afrontar hace años cuando era Gobernador de Antioquia en el tema de las Convivir). Necesidad de cuestionar ciertas prácticas antiéticas
de un periodismo espectáculo.
En fin, todos los retos
del periodismo colombiano, que muy pocos afrontan. Un libro recomendado, cuando hay
tanto periodista “sobradito”, estilo Darcy Quinn y el polarizador José
Manuel Acevedo que hace preguntas de Si o No, como
si la realidad colombiana fuera
tan simple ...
“En periodismo - escribe
Ruiz- , no importa la experiencia que se tenga, nunca podremos estar seguros de
nada, Las dudas se mantienen, las certezas que creemos tener se desvanecen y en cada noticia hay algo que no
acabamos de saber”.
A pesar de mis
críticas al esquema de “las mesas
de trabajo” en radio, me alegra que
mujeres como ella o la directora de Noticias Uno, Cecilia Orozco, muestren el camino de supervivencia de un oficio que,
como lo he llamado en este blog, en la
era digital es el de
comunicadores interactivos profesionales. No coincido con todos sus planteamientos,
en este caso en particular frente a la era digital, pero lo importante
es que ambas lideran porque tienen incorporada la ética
en su ejercicio profesional.
… EL 1989 DE
MARIA ELVIRA SAMPER
1989
MEMORIA COLOMBIA
PLANETA, 2019
De diferente estilo,
que refleja también su profesionalismo,
es el libro de la compañera de
mesa de Yolanda Ruiz, Maria Elvira
Samper. Recopila fecha por fecha lo sucedido trágicamente en el año 1989 y desde años anteriores. Lo termina con 5
entrevistas: a Cesar Gaviria, Rafael
Pardo Rueda , Alfonso Gómez Méndez ,
Aida Abella y Francisco Leal
Buitrago. Algunos
por curiosa escogencia, pero en todo caso un aporte documental necesario
para recordar que lo que hoy
vivimos puede ser el preludio de un trágico retroceso
a esas épocas nefastas. Un clima que se caracterizaba, como lo recuerda el prologuista, Prof. Francisco
Gutiérrez Sanín, por la ambigüedad generalizada sobre la extradición, las divisiones
“feroces”, los enfrentamientos duros
entre liderazgos claves, o lo que realmente se hizo: “muy poco, muy tarde”.
...Y OTRO NECESARIO APORTE: EL DE LA “LIGA CONTRA EL SILENCIO”
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Gracias a las redes: http://bit.ly/2Gv3TcI |
La concentración oligopólica de medios y el nefasto proyecto de ley TIC
(que es un retroceso de 30 años
pues se propone volver a la “gobiernización” de entidades reguladoras), y salvo ejemplos como los que acabo de mencionar de empeño individual, tienen un evidente efecto directo sobre la calidad del periodismo.
¿Por qué? Porque muestran un nulo interés por los contenidos o su desarrollo, que poco a poco se van convirtiendo en un producto, como las morcillas.
Hay noticias que no se dan, pero lo son.
Por ejemplo, las que, gracias a Internet y
a su
divulgación a través de las satanizadas redes
sociales, deberían preocuparnos. Según “La Liga contra el Silencio”, un nuevo grupo de apoyo al periodismo, de diciembre del 2018 a
marzo 2019 han sido retirados (eufemismo por sacados) 320 periodistas (Semana, 90; Televisa, 100 ( dueña de TV y novelas, Caras, Tu, Ser padres,
Hoy), 120 de El Tiempo y 90
de N24 horas ( de RCN).
La terminación de
sus contratos cumple todos los
requisitos de ley, e incluye una cláusula de confidencialidad (que garantiza el silencio). Y el periodista que no firme ese “mutuo acuerdo” o decida demandar puede gastar años en pleitos inútiles. Los que salen se remplazan, o bien por “jóvenes sin experiencia”, o bien su salida implica recortes, es decir, más trabajo multimedia por el mismo sueldo.
¿Cuál es la repercusión de esos recortes? Inciden, sin duda
en la calidad del periodismo. Por eso, el análisis de medios se vuelve indispensable para los “receptores
“(así se siguen llamando) de medios tradicionales.
Un ejemplo: lastimosamente
en Semana, es notorio cómo hay cada vez menos investigación y cada vez más bocaditos importados
sobre los ires y venires de estrellatos que poco informan (ver foto). La cultura de lo light es más
barata que una buena investigación. Eso , sumado a la venta del 50% al grupo Gilinsky, ensombrece el panorama para los lectores.
La última Semana : refritos y bocadillos |
Ojalá que
los colombianos no nos sigamos
idiotizando con tanta pendejada light. Y, con tanto refrito porque, como decía una amiga mía: “ni amor reconsentido ni
frito recalentado, porque no saben lo mismo”.
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