Qué es “coalición “? Según lo describe mi viejo diccionario de español actual es “algún fin o una función determinada para el logro de una agrupación de personas o instituciones determinadas “
La manera como funcionan las mal llamadas coaliciones es una muestra de cual es el principal obstáculo de lo político, no solo en Colombia sino aún en países de democracias instaladas, por obra y gracia de lo mediático, que privilegia el escuchar y el ver sobre la razón analíitica de lo colectivo.
Más allá de términos tan imprecisos y reduccionistas como “centro·”, “izquierda “ o “derecha”, la proliferación de pre-candidatos presidenciales o de aspirantes en listas con propaganda individual para Senado y Cámara, es, a mi modo de ver, la comprobación de una realidad.
Realidad a tal punto distorsionada que, en el caso colombiano, hay diferencias tan grandes entre Char y la señora Mira como entre Gaviria y Robledo, o Petro y Saad .
En cuanto a la Cámara y al Senado, mas allá de fotografías en las que los candidatos aparecen bellos y sonrientes, poco se sabe sobre lo que proponen los partidos, por lo cual la decisión se toma, muchas veces, solo por personas y no por partidos.
Verdad de Perogrullo: la temperatura de estas coaliciones, ayudada por la presión de los medios audiovisuales, ( salvo quizás el esquema de Blu radio el viernes) se midió con un tono de peleadera, también característica de nuestra idiosincrasia, y muy diferente del análisis concreto de temas y necesidades colombianas.
En este caso, las elecciones del 13 de marzo no pueden llevar a los electores a escogencias que solo subrayan el aspecto visual o auditivo, en otras palabras, lo emocional sobre la razón. .
Tampoco se trata de que haya unos pre- candidatos “buenos” y otros “malos” que es a lo que se suele reducir el análisis en muchas redes sociales.
A mi modo de ver, medios o pensamientos primarios de no pocos colombianos confunden lo emocional con el análisis. Por ejemplo cuando se dice o escribe “ a mí me gusta tal o cual”, “me encanta este o aquel,, o “me enamora”, es, a mi modo de ver , el colmo de la estupidez. Muy distinto es analizar valores éticos o conocimiento comprobable de asuntos concretos.
LLUVIA DE AUTO-MELOGIOS
De todos modos, lo que quiero recalcar: que lo político no se entiende como un acto colectivo sino como una satisfacción del ego, propio o ajeno. En ese aspecto, Peñalosa es campeón.
Por una especie de derecho natural, no pocos candidatos de las coaliciones se auto definieron como candidatos, pero se quedaron dentro de su propio espacio. Es el caso, por supuesto, de Juan Manuel Galán bajo el ala de su papá asesinado; pero también, de Miguel Samper que recuerda que su papito - el del 8000- creó el Sisven. Pero además, en orden alfabético, de los que forman parte de esas supuestas coaliciones presentadas como un esfuerzo colectivo, cuando no son mas que esfuerzos individuales.
Ninguno habló de la manera como definiría su equipo , ni de sus propias limitaciones. Hicieron falta muchas preguntas en los numerosos debates : ¿ Cuales son sus fortaleza y debilidades? ¿ cómo va a estructurar su equipo de gobierno? ¿ Será que no se hizo porque . -quizás- los que perderán aspiran a que se les nombre ministros o embajadores?
EL CAUDILLISMO COMO LASTRE
Pero aclaro: el objetivo de las consultas o coaliciones según las define mi viejo diccionario no es caudillista porque el caudillismo es un lastre que llevamos a cuestas en muchos países latinoamericanos.
El caso más reciente es el del sombrero de Pedro Castillo en el Perú. Llevó a que se votara más por el sombrero que por el candidato. Pero tampoco nos sintamos superiores los colombianos. Por ejemplo, ¿Cuantos de los que “odian” a Petro han leído su libro? ¿Cuántos han evaluado minuciosamente la labor de ex ministros como Alejandro Gaviria? ¿Cuántos han leido la argumentación de Juanita Gobertus para proponer a su candidata del partido verde para el Congreso?
Este domingo 13. de manera curiosa, la polarización se diluye, pero de manera superficial, porque es una realidad diíicil de erradicar.
Y valga la verdad, influyó la presión del “periodismo” para poner a pelear a pre candidatos o preparar el “todos contra Petro”, hasta que lo lograran. Y no lograron, en cambio, concreción de expresiones undívagas como Esperanza o Equipo por Colombia, o Pacto Histórico, que supuestamente los unirían En los mal llamados “columnistas”, palabra en desuso que viene de columna o pedestal, la referencia a candidatos concretos como “su” candidato, se ha vuelto, en cierta forma , una cola del caudillismo.
Muy pocos o pocas escaparon de ese sino. ( No se preocupen , yo también pasé por ahí . Es decir, autoconvercerme de que en el o en ella estaba la salvación de Colombia. Solo ahora, a mis 75 me doy cuenta de lo poco que ha servido y sobre todo, de lo poco que le ha servido al país).
¿ QUÉ HACER ENTONCES? ¿ NO VOTAR? ¡NI RIESGOS!
La peor conclusión , desde luego, es NO VOTAR. Porque la abstención es la que ha permitido el deterioro de nuestra democracia por falta de propósitos de los ciudadanos .
. Por el contrario ES VOTAR No tanto por el candidato en sÍ, sino por lo que representa. Difícil porque muchos no se representan más que a si mismos. O están embarcados en sueños imposibles, como revivir a los asesinados, a los desplazados , a los tortudados.
La tarea ciudadana, sin duda , será más adelante cuando se precisen las necesidades reales de los ciudadanos menos favorecidos del país, cuando se mitiguen realmente las desigualdades y cuando lo real se parezca cada vez más a lo inventado.
ES DECIR, CUANDO EL VOTO NO SEA ÚTIL DE PALABRA, SINO DE OBRA.
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