jueves, 21 de julio de 2022

RESEÑA: ¿ES EL ALGORITMO UN ORÁCULO?


Foto MTH

Reseña

L´ ALGORITMO    E L´ ORACOLO *

Come la scienzia predice  il futuro  et ci   aiuda   a  cambiarlo

(Cómo la ciencia predice el futuro y ayuda a cambiarlo)

ALESSANDRO VESPIGNANI con Rosita Rijtano

Saggiatore 2020

 En un estilo agradable,  este italiano,  uno de los científicos de las predicciones  y de la  ciencia de la complejidad más reconocidos mundialmente,   cuenta  “como  todo podrá  suceder  un día; lo que,  sin darnos   cuenta, ya   está sucediendo” . Y  todo  eso en  menos de treinta años. 

El autor  recalca   cómo  ahora un ejército  de algoritmos nos  ayudan a prever  lo que  ya está previsto en  todos los campos que nos  atañen como seres humanos:  sea de consumo,  arte, literatura,  sociología, política  cine o epidemias. Prever ha  sido siempre  un deseo  antiguo del ser humano, a veces frustrado, a veces cumplido, de  conocer  el futuro de  antemano.  Nos invade el  deseo  social de    actuar  como oráculos  ( o  brujos , o pitonisas o  astrólogos) de lo que nos pueda suceder en ese futuro. De allí   el título del libro

Alessandro Vespignani  es profesor de  física  y matemáticas  de la universidad Noreastern de Boston. Allí  llegó  por sobresalir en  su universidad italiana y seguir el  consejo de un amigo  de aceptar un trabajo en los Estados Unidos (a diferencia  de no pocos migrantes, que creen que  allí está el paraíso y se lanzan  sin  paracaidas ).    Desde allí,    presencia  dos revoluciones :   la  capacidad humana de predecir y  controlar,  de hacerlo a través  de la revolución  digital, que se convierte en una obsesión. Y siente la necesidad de explicar a los que llamo  “analfabetas  digitales”.

Vespignani recalca:   la recogida de datos permite, en  esta  época revolucionaria  que vivimos  o usufructuamos  ( la mayoría de los seres humanos, pienso, sin darnos cuenta) no significa mayor conocimiento.  Lo compara  con un bulto de ladrillos, que   no  es lo mismo que  una casa. Y define el algoritmo  : “ Una serie  de instrucciones y de  expresiones matemáticas que se  usan para encontrar asociaciones, identificar tendencias,  extraer la leyes y dinámicas  de fenómenos   como el  contagio, la difusión de ideas  o el comportamiento del mercado  financiero” (17).

 Como todos los que poseen el saber  de su respectivo campo, su explicación se vuelve  sencilla: los algoritmos  son modelos de aprendizaje  de carácter automático que  utilizan  la estadística para   sacar conclusiones    sobre  la  similaridad  de datos. De allí, se construyen  ecuaciones y reglas   que  llevan a  simulaciones de  los propios individuos  y sus interacciones, por ejemplo  en los contagios  de enfermedades “y otros fenómenos  donde el átomo social  tiene un  rol esencial. “

Pero eso si, Vespignani advierte de una vez que los resultados de la suma de miles y millones de  comportamientos  no se refieren a un  solo individuo en  particular,  sino que  dan, por así decirlo,  pautas de comportamiento y predicciones, por cierto mucho mas  precisas que las  de los  oráculos  délficos.

¿En qué se parecen  un oráculo  délfico y un algoritmo? En la entrada del  Oráculo  de Delfos,  el consejo era : "conócete a ti mismo."  ¿ Será el  mismo ahora  con los algoritmos ?

https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Apolo_%28Delfos%29

En  2018,  el  autor  empezó  a trabajar en el  libro  mientras  escalaba en  conocimiento y le ofrecían ser parte del equipo   que  buscaba investigar la incidencia del recientemente expandido virus del Siga  en América Latina,  equipo  que logró  proyectar la   futura evolución de la epidemia de 2016  a 2018.  

Se trataba, en el   fondo,  de  una modalidad de oráculo. Es decir,  de predicción del  futuro. El  tema no  es nuevo, como  en el oráculo de Delfos,  o  para los   astrónomos de  Babilonia,  dos mil años antes de Cristo. Proviene  de  ese deseo  consustancial   al ser  humano  de  conocer y  conjurar   al   futuro, que  hoy    es    “una  fábrica de predicciones y profecías “ . Por eso, el autor  se propone   desmitificar  “ el aspecto  mágico  del poder  de  estos ídolos digitales  llamados algoritmos" ( 19).

 El libro explica el recorrido para llegar a la  condensación del comportamiento de los  individuos en  fórmulas matemáticas. Lo interesante: el largo camino recorrido se basa en la   teoría.  Por ejemplo, las interacciones de los elementos del sistema que se estudie, si son   cuerpos celestes, han permitido descubrir  un planeta,   primero a través de  las  ecuaciones y luego,    comprobar  su existencia  real (  en el  caso de Urano).

Así  es como también  relata  Vespignani  cómo un grupo de   meteorólogos  del Instituto de  Estudios  Avanzados  de New  Jersey logró,  por computarización,  materializar el primer servicio de previsiones meteorológicas iniciado en 1950  y,  en el curso de  50 años, crecer  el pronóstico de un  dia por decenio. Ese  mismo sistema de predicciones que consultamos  los seres humanos para  saber  qué ropa ponernos si va a llover, en los próximos  diez  días y  que incluye, desde luego la probabilidad de  certeza, de  la   que el común de los  mortales  no nos ocupamos.

 Pero    sin meternos  en ese  mundo de probabilidades,  indescifrable  para analfabetas como  yo  y, como probablemente muchos de ustedes,   se alcanza  a comprender que  de los  oráculos  se llegó hoy a laciencia de las predicciones, que asimila datos, modelos matemáticos inteligencia artificial “convirtiendo al   ser humano en un átomo   social y rindiéndolo  así predecible”  (31) 

 ¿Miedosísimo?  ¿No tanto como los oráculos? En todo caso, me suscita la reflexión de cómo los seres  humanos del  rebaño  muchas  veces  vivimos  en un mundo  en el que las barreras entre los científicos y los  demás seres terrícolas se vuelven casi infranqueables, de no ser porque  algunos científicos  se preocupen por  explicárnoslos,  como lo  hace   Vespignani.  Así como los niños  aprenden a leer y  escribir, así nos encontramos  los mayores de 50 años del planeta, pero también quienes, de todas las edades, utilizan lo digital automáticamente, y sin preguntarse,  como lo hace cualquier adolescentebacelerado. 



Oráculo de Delfos

Prever todo, prever pronto… ¿ y enloquecer o manipular?

“Estábamos abriendo las puertas de un  nuevo mundo algorítmicamente previsible y algorítmicamente previsto “ escribe el  protagonista:  “entre  más preveíamos, más  queríamos prever”. 

 La lógica algorítmica  pronto   abrió un montón de posibilidades  y no solo en la ciencia sino, por supuesto, en el mercado. Por eso, como también advierte el  autor, puede  volverse  alienación. Ejemplo :  Spotify ,  “factorización  de matrices (82) nos  ofrece  la música que "nos gusta"  pero  también alienación, como en el caso  del  futbol y  de las apuestas.  ¿Nos llevará  al horror de que nuestro futuro  nos  vuelva números? No, si somos  conscientes de sus  retos y de  no  perder el libre  arbitrio.

Por eso también   previene  el experto, los  algoritmos empezaron a volverse perjudiciales y no solo en  el caso   más  conocido  de   Cambridge Analytics    con su influencia  focalizada  en   las  ideas  de  los electores, en el reforzamiento del racismo o  en las mercantilistas  probabilidades   entre  consumo y  margarina   ( 115).   Así mismo el uso de algoritmos y  de la inteligencia artificial pueden llevar a dar por  cierto y convencernos de  que “nuestro futuro  es  el pasado “ cuando, recalca  el autor   “no tiene   nada  que ver”.

Vespìgnani ha trabajado principalmente en predicciones de enfermedades infecciosas mediante simulaciones   computadoriales. Hoy, las mejores estrategias  para combatirlas son el  trabajo en equipo de  biólogos, salubristas,  matemáticos y economistas, principalmente entre   investigadores norteamericanos y europeos.

En ese  mundo desconocido, los modelos   de  simulación   se basan en  modelos probalísticos   para   detallar  posibilidades de huracanes y  terremotos, pero  también, para prepararse   a enfrentar crisis financieras y el llamado por el autor “contagio  sicológico y social”   (  sobre todo en  el mundo de la sociedad de consumo) 

Vespignani  llama la atención  sobre la importancia de las redes  sociales, a veces  con aspectos negativos, como  las dinámicas de la información. Demuestra el  autor,  como “ las  fake News se difunden más lejos  y  mas velozmente que  las noticias verdaderas”  (145). Y  cómo  se vuelve  costumbre el  impacto de las noticias  virales   ( “ independientemente de  su contenido y veracidad” (147).

LIMITES Y  CAMBIOS PARA BIEN Y PARA  MAL

 Lo importante, en fin  de cuentas, a mi modo de ver, no es endiosar la tecnología   de los  algoritmos, sino comprender sus límites,   para fortalecer al ser humano : “si bien no se cambia el  futuro de los  huracanes sí se puede cambiar la manera como las personas cambian  su comportamiento al predecir el futuro” .

El autor  recalca   finalmente las condiciones  para que las predicciones sirvan.  Por ejemplo,  deben  abarcar un número   elevado de humanos que, por   cierto,  no deben saber que se les está contando pues distorsiona la simulación.  ¿ Preocupante? 

En pocas palabras, no  son  indefectibles, sino virtuales, hasta que  aparece la realidad que las compruebe.   Puede  aparecer lo imprevisto,  y   en todo caso,  las previsiones  son probalísticas  y no reales. En ese  sentido,  Alessandro Vespignani recalca sus  límites y cómo sus efectos no son sobre   los sistemas mismos.  Reitera  que no pueden proyectarse  de manera individual. a diferencia de los oráculos  del pasado.  Presentan  además errores  que inciden  en   las siguientes predicciones y , por lo mismo deben  corregirse. 

Impresiona cómo las redes  sociales, por  sus millones de usuarios y como simples “datos”,   son  una  ayuda eficaz  para  las predicciones ( En  el 2023, cuenta  cómo   ya pudieron analizar 400 millones de tweets en 190 países)

 Pero,  eso sí, no se puede desconocer  que  las predicciones tienen dos lados, como también los  tenían los oráculos :  permiten conocer mejor el   futuro pero también ,  controlar y manipular, aunque del lado positivo, hayan  logrado  perfeccionar  las medidas para  afrontar  huracanes,  incendios y pandemias. 

Para  Vespignani, ante el inmenso poder   de las predicciones de   hacer el bien o el mal,  requieren  perfeccionar  la ética del  campo.   Es decir, la  reflexión  sobre  sus consecuencias y  la manera de comportarse. Porque,  como todo  lo humano,   existe una ética de  las  prevenciones y el uso  de los big data   le sirve de base. 

Esta  ética incluye consenso informado, limitación a la redistribución de datos, transparencia y regulaciones éticas y jurídicas  para  la  defensa del interés  público . Por  ejemplo, señala ,    Google  o Facebook no deben robar datos (175)

En este momento  los datos  que sirven para las predicciones no bajan al  nivel individual, pero lo harán, Por eso es tan importante que los humanos  recordemos que   somos algo más que datos , y   tengamos conciencia  del poder de predicción  que  lleva a  las empresas como Spotify   a decidir que  lista de canciones nos  gustan. Eso  se logra   venciendo el analfabetismo  computacional  como lo   llama  Vespignani: no aceptar  lo  inaceptable  y, a la larga,  impedir la formación de castas.

 “ Hoy ya no es aceptable  conocer tres idiomas   pero no tener la menor   idea del lenguaje de un computador” resume el  autor y se refiere   a los  que,  sobre todo viejos – agrego yo- se limitan a decir , "yo no  entiendo nada de eso de los computadores y de la ciencia   de los   datos y por eso no me interesa. ” 

Agrega, para terminar,  - y no nos quepa duda :  “ahora que sabemos  quienes somos y cómo funciona el  entorno  digital,  el  futuro  nunca será  igual a lo que era  antes”.

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*( los números entre  paréntesis  indican  la página).



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