jueves, 7 de febrero de 2013

COLOMBIANOS: ¿POR QUÉ SOMOS TAN FELICES, POR QUÉ NOS LO HACEN CREER Y POR QUÉ NOS LO CREEMOS?



Por  fortuna , Oscar Collazos  en El Tiempo y  Tatiana Acevedo en El  Espectador , entre otros, han  empezado a desmontar  el  estereotipo de la felicidad que nos venden los  estadígrafos  consumistas, y que sistemáticamente  reproducen los medios.
 
Así como el alma  se reduce a un servicio  Bancario (ver  entrada), la felicidad  es una manera de encajonarnos  y de eludir realidades.
Reducen un concepto filosófico y  aristotélico como la felicidad a una medición, con “razones”  reductoras  de nuestra identidad como las esmeraldas y las reinas de belleza.

NO NOS DEJEMOS ESTEREOTIPAR
La felicidad como estereotipo, supuestamente  positiva,  es negativa cuando sirve para definir un conjunto de seres humanos
Los estereotipos son representaciones sociales, reducciones reiteradas de la realidad, moldes rígidos que alimentan nuestros imaginarios y son alimentados por ellos. Según el diccionario, el lugar común, como el estereotipo (término que proviene de los caracteres de imprenta) y el cliché (que originalmente designa el negativo en fotografía) son “frase o palabra que por ser usada o repetida en exceso, ha perdido su valor, significado, originalidad”. Los tres términos implican rigidez, pero el estereotipo fue relacionado con la formación de opinión pública por Walter Lippman en 1922, como aquellos productos del imaginario social que mediatizan nuestra relación con lo real.

 Los medios refuerzan estereotipos latentes en la sociedad.
En ese sentido, Jesús Martín Barbero tiene una expresión muy visual en relación con los medios de comunicación: enfocan, ponen los reflectores sobre una parte de realidad. Hay una relación de doble vía: de reforzamiento y de existencia de los estereotipos en la sociedad como parte de los imaginarios colectivos.

Los estereotipos son entonces esquemas culturales preexistentes. Y si bien en las ciencias sociales se comenzó por considerar los estereotipos como esencialmente negativos, su estudio en relación con los medios masivos de comunicación refleja que son inevitables, esquematizan y encierran y que pueden ser o bien negativos o bien positivos.

ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS
Del estereotipo se pasa al prejuicio, una actitud cuyo contenido, cargado de afectividad, puede excluir o incluir a la persona, pueblo o situación. Los sicólogos sociales norteamericanos han distinguido el componente cognitivo del estereotipo (por ejemplo, el estereotipo del negro), su componente afectivo (prejuicio y hostilidad o desconfianza) y el componente comportamental (discriminación del negro por el color de su piel). Aunque no necesariamente se recorra todo el camino, puede pasarse fácilmente.

...Del estereotipo negativo...
...Al prejuicio...
...A la discriminación...
...A la exclusión...
 (Mediante acumulación de estereotipos negativos)

 Joan Ferré anota cómo “el estereotipo supone…el triunfo de lo primario sobre lo secundario, de lo inconsciente sobre lo consciente, de lo emocional sobre lo racional. Es el triunfo de la mentira sobre la verdad, porque la verdad es compleja. Es el triunfo de la comodidad sobre el esfuerzo, porque la verdad exige un esfuerzo para el matiz, para el contraste, para la precisión”[i][i]

El autor observa como los estereotipos inciden en los modelos de comportamiento. Una investigación de Noelle – Neumann, hecha sobre una muestra de 2100 peatones y citada por Ferrés  demostró que “cuando no había modelo, solo el 1% de los peatones cruzaba la calle con el semáforo en rojo. Cuando el modelo que hacía caso omiso del semáforo vestía de manera humilde, le seguía el 4% de los peatones. Cuando vestía de manera elegante, era seguido por el 14% de los peatones”. En el esquema mental se asociaba entonces el vestirse bien con un comportamiento “modelo” aún si contravenía las reglas de tránsito.

CLASES DE ESTEREOTIPOS.

Las escuelas psicosociales norteamericanas han profundizado en el estudio de los “estereotipos desvalorizantes” como una de las facetas de legitimación de los instrumentos de dominación, pero también los han reconocido, en su aspecto positivo, como factor de cohesión social y constructor de identidad (Escuelas de cognición social[ii][ii]). En el caso de los medios masivos de comunicación “cuando tenemos en mente una imagen preestablecida que suscita una cierta expectativa, tenemos tendencia a seleccionar las informaciones nuevas que confirman esa expectativa”[iii][iii]
Algunos estereotipos:

·    ETNICOS Y RACIALES: belleza rubia = bondad; negros son supersticiosos, musicales; alemanes: científicos, trabajadores (Kratz y Bailey)

·     DE GÉNERO (mujeres son pésimas conductoras de automóvil)

·      DE EDAD (Ecuación éxito=juventud; Jóvenes reunidos en la calle = pandilleros)

·     DE CLASE SOCIAL: “ñero” = peligro; “ricos” tienen mejor gusto que pobres.

    ·  RELACIONADOS CON HECHOS, FECHAS Y CIRCUNSTANCIAS.


Nota:
Texto de MTH (como también el contiguo de Inteligencias Desperdiciadas de la fecha) adaptado y tomado  de  “Manual de cubrimiento responsable del desplazamiento forzado interno, Medios  para la Paz , tercera edición  2008” . He decidido citarme a mí misma, gracias a  Internet, y no por autoplagio,  sino porque  el libro en papel (agotado)  no agota los derechos del autor y por fortuna  cayó la  llamada Ley Lleras.



 [i]  Ferrés, Joan, Televisión subliminal, socialización mediante comunicaciones inadvertidas, Paidos, Barcelona - Buenos Aires, 1997
 [ii] Leyens Jean Philippe, Yzerbyt Vincent et Schardon Georges, “Stereotipes et cognition sociales”, Mardaga, 1996
 [iii] Ídem, página 49



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